La ONG que catalaniza los recreos ya tiene seis millones de la Generalitat
▶La Alta Inspección educativa anuncia que actuará ante la nueva campaña de acoso de la Plataforma per la Llengua ▶Apoyada por intelectuales y políticos afines al ‘procés’, la entidad quiere la inmersión fuera de las aulas
a batalla del catalán la hemos ganado en las aulas. Ahora debemos ganarla en las calles». Esta frase pronunciada hace años por un alto cargo de la Generalitat ante este medio representa el sentir común de los defensores de la inmersión lingüística en Cataluña. El catalán es desde hace décadas lengua propia y hegemónica en el sistema educativo pese a que varias sentencias judiciales –la última del Tribunal Superior de Justicia de la Generalitat (TSJC) de diciembre de 2021– obligan al gobierno autonómico a aumentar la presencia del castellano en el currículo. La inmersión sigue «intacta» pese a los pronunciamientos judiciales y solo se aplican los fallos que conceden a nivel particular un 25 por ciento más de castellano a los alumnos que lo han pedido y, por extensión, a sus compañeros de clase.
Fuera de las aulas, la situación es distinta. Las encuestas de usos lingüísticos en Cataluña de los últimos años abonan la idea de los pro inmersión de que el catalán está en claro retroceso en el ámbito social y entre determinados grupos de población.
LEspió en los patios
Por este motivo, la Plataforma per la Llengua, entidad polémica por la realización de estudios de usos lingüísticos de incógnito en los patios y que desde 2013 ha recibido casi seis millones de euros de subvenciones de la Generalitat y de algunos ayuntamientos, ha impulsado, tal como avanzó ayer ABC, una nueva campaña en las redes – www.notexcusis.cat– destinada a promover el uso de la lengua autonómica más allá de las aulas. Ayer, apenas 24 horas después, la Alta Inspección de Educación en Cataluña avanzó en una respuesta a la Asamblea por una Escuela Bilingüe (AEB), entidad que denunció los hechos, que «efectuará las diligencias pertinentes» al respecto. «Es una respuesta esperanzadora», señala Ana Losada, presidenta de la asociación en declaraciones a este diario.
El objetivo de la nueva «campaña de país» de los defensores del catalán es, según reconocen, «que la inmersión traspase las aulas» y conquiste definitivamente el ámbito social. Los promotores hablan de emergencia lingüística y reclaman a entidades e instituciones afines a la causa del catalán que hagan frente común ante la caída del uso de esta lengua entre los jóvenes en sus interacciones sociales.
Avanzan, asimismo, que el próximo 21 de septiembre, día en que concluirá la cuenta atrás que figura en la web de la campaña, se darán a conocer en un acto las entidades que apoyan la iniciativa. Por el momento, la Plataforma está gestionando los apoyos. Esta nueva acción en las redes se promociona con pancartas en algunos centros escolares en las que se alerta sobre el retroceso en el uso del catalán en espacios comunes de escuelas e institutos. Anteayer, primer día de clases, en algunos institutos como el Jaume Huguet de Valls (en la imagen) los alumnos toparon en la entrada con una en la que podía leerse: «En los patios de los institutos públicos de Valls solo el 40 por ciento de las conversaciones son en catalán. ¿Seguro que tenemos una escuela en catalán?» Es una más de las estrategias que impulsa esta plataforma de defensa del catalán que desde hace años tiene el espaldarazo económico de la Generalitat y de algunos ayuntamientos.
Según consta en los informes de subvenciones recibidas por la entidad, consultados por ABC, la plataforma ha recibido desde 2013 casi seis millones de euros de ayudas del Govern y de algunos consistorios afines a la causa. Según los citados informes, la entidad re
cibió oficialmente de diferentes departamentos de la Generalitat 5.350.000 euros hasta 2019, a los que deben sumarse las ayudas recibidas en 2020 y las de estos últimos años por parte de algunos gobiernos locales. En total, la cantidad que ha percibido de las administraciones ronda los seis millones de euros.
Desvío a Europa
Plataforma per la Llengua, nacida en 1993, está presidida por Òscar Escuder, cirujano maxilofacial y gran defensor del catalán, y avalada por un consejo consultivo del que forman parte nombres significados en la causa independentista procedentes del mundo académico, periodístico o literario, como el escritor Salvador Cardús; el filósofo Jordi Porta, ex presidente de Òmnium Cultural; el profesor Jordi Sánchez, líder de Junts y presidente de la Asamblea Nacional Catalana entre 2015 y 2017, y el filósofo Josep Maria Terricabras, que fue eurodiputado de ERC .
El grupo parlamentario de Cs denunció en diciembre de 2020 sus sospechas de que Plataforma per la Llengua desviaba a través de su filial en Europa (Plataforma-Europa) dinero al expresidente del gobierno catalán Carles Puigdemont, huido a Bélgica, tal como informó este diario en su edición del día 2 de diciembre de 2020. La Plataforma lo negó.