Rotundo triunfo de Pinar y Serrano
▶ Salen a hombros en una muy seria y encastada corrida de Victorino Martín
Un espectáculo extraordinario, emocionantísimo, cierra las corridas de la Feria de Albacete: con toros muy serios y encastados de Victorino Martín, Rubén Pinar corta dos orejas y Sergio Serrano, tres. Acertó la empresa en el cartel, con dos toreros de la tierra, curtidos en mil batallas. Los dos han derrochado entrega y buen toreo, haciendo vibrar al público.
Después de haber sufrido altibajos en su carrera, Rubén Pinar ha cuajado en un excelente lidiador. Uno de sus mayores éxitos ha sido indultar a un toro de esta ganadería. Recibe a portagayola al primero, que vuelve rápido. Se faja con él, tragando mucho, hasta que se lo echa a los lomos y le arranca el chaleco. Una faena vibrante, épica. Mata entrando muy recto, el toro le abre la taleguilla: merecida oreja. Ya con vaqueros y con una gran venda blanca, como faja, lidia al noble tercero: corre bien la mano en templados naturales; cuando se para, se mete entre los pitones. Otro gran espadazo: otra oreja. El quinto, que derriba al caballo, se queda debajo, frena: la típica alimaña. La gente lo ve. Acaba macheteando y cogiendo
Rubén Pinar y Sergio Serrano abandonan la plaza en volandas
el pitón, como antes se hacía con estos toros. Una gran tarde.
Todavía mejor es la de Sergio Serrano. Ha toreado menos pero ya le había visto jugarse el tipo, en Las Ventas. Al segundo, bravo y noble, lo recibe a portagayola, gallea, las chicuelinas son de infarto. (Saluda Perea, lidiando: ¡bien por la afición!). Con clasicismo, abriendo el compás, logra estupendos muletazos, aguanta parones, lo cuaja por completo: estocada y dos orejas indiscutibles. El cuarto, veleto, un poco dormido, lo brinda a Juan Luis Galiacho, gran aficionado. Liga naturales de categoría, que entusiasman. Estocada perpendicular (como suele), sufre una paliza: oreja. El último, reservón, lo brinda al maestro Antonio Rojas. Con tres orejas en el bolsillo, sigue jugándosela pero el toro se frena y busca. Aguanta momentos difíciles. Pincha (el primer pinchazo de la tarde), caen el toro y el torero. Deja una gran impresión: ¿cómo no está en el cartel de los Victorinos de la Feria de Otoño?
El resumen es muy fácil: una tarde para el recuerdo, con toros y toreros. La verdad y la emoción única del toreo auténtico.
CÓRDOBA