Javier Bassecourt congela cincuenta instantes y luces de Las Tendillas
▶ El pintor muestra en la Fundación Cajasol obras realizadas en la plaza desde 2018
La sede de la Fundación Cajasol en Córdoba está en Ronda de los Tejares, pero en las paredes se han abierto medio centenar de ventanas que comunican directamente con distintos ángulos de la plaza de Las Tendillas, aunque esté en otra dirección.
El pintor Javier Bassecourt (Córdoba, 1974) inauguró ayer la exposición ‘Ágora’ en que corona, por el momento, el trabajo que comenzó en junio de 2018, cuando se prendó de la plaza de Las Tendillas y comenzó a pintar al natural allí. «Me dejé llevar por la postura del sol y comencé a pintar», cuenta el artista.
El resultado fueron muchos días en que se fijó en lo que nadie se fija: en las personas que piden para comer y en los camareros que atienden en las terrazas, en quienes se sientan en los parterres. «Me han dado el regalo de poder pintarla», afirma Javier Bassecourt. Todos los cuadros están pintados ‘in situ’, desde distintos ángulos y en momentos diferentes del día. Por allí ha pasado el tiempo y la plaza ha cambiado en sus edificios y en lugares que han desaparecido.
Al hablar de los cuadros, el pintor se refiere constantemente a la luz en Las Tendillas. «Es muy especial y varía según las épocas del año. Tiene los dos momentos: el amanecer, que llega por la calle Claudio Marcelo, y el atardecer, que está al oeste, por Gondomar. Pero no son iguales, porque en algunos momentos el sol se ve más alto y en otros más bajo», según el artista. Y a veces entre enero y febrero, aunque parezcan seguidos, hay diferencias.
El resultado es una exposición que, como defiende su autor, no genera la monotonía de repetir un mismo lugar, porque la fascinación que un día lo movió a pintar en Las Tendillas, donde ha sido uno más de esos habituales, le ha llevado a buscar todos los rincones. A un pintor le da juego incluso una papelera.
Todo a pesar de que, aunque es un lugar muy concurrido, no se encuentra entre los orgullos patrimoniales de una ciudad monumental. «La belleza está donde se quiere ver», afirma el autor al hablar de los puntos de vista en que su pincel muestra los edificios y al sol escondiéndose entre ellos o presidiendo la escena desde el cielo azul.