AMORÓS El templo
El anuncio del ministro Iceta de abrir la Biblioteca del Estado en diciembre no se lo creen ni los patos
En el Consejo de Ministros del Reino de España abundan los tontos enfáticos, que hacen alarde político de una inteligencia sencilla. Eso explica su éxito de crítica y público, como recogen las encuestas del profesor Tezanos, que cobra del Estado a dos manos. ¿Qué puede esperar un encuestador de la personalidad algodonosa de Núñez Feijóo, que no ha sido capaz de defender ni su primer apellido? Una mujer con serias dificultades intelectuales para comprender el cuento de ‘Los tres cerditos’ es ministra de Igualdad, y se permite despreciar a los jueces y recomendarles que amplíen su formación. Y todo porque no se ha dictado todavía una profiláctica sentencia para apartarla de la vida pública. Por tonta. Aquel gran periodista y refinado pensador que se firmaba Cándido, escribió esto en un artículo de hace treinta años: «La falta de inteligencia es también inmoral. No es verdad que los asnos se salven». Según este criterio, un tonto enfático, pongamos que la ministrilla, puede hacernos más daño que una revolución. Y luego está el bueno de Miguel Iceta, pequeño y redondo como un cero a la izquierda, cuya obra cultural cabe en una tarjeta de visita. Que ese hombre haya llegado a ministro de Cultura es un sarcasmo como para hacer doctores a los patos de la biblioteca cordobesa. Desde una emisora de radio malagueña ha explicado a los cordobeses, que no le estaban escuchando, que la Biblioteca de los Patos se abrirá en diciembre. Eso no se lo creen ni los patos. Enfático, ha invitado a todo el mundo a visitar la que llama Biblioteca Pública del Estado en Córdoba, que para él es «un templo». Violentando su «bachillerato», ha sido capaz de referirse al Grupo Cántico, que dará nombre al templo y debe de parecerle un coro parroquial. Encantado de su metáfora, Iceta ha insistido para la historia del arte: «Las bibliotecas públicas que estamos realizando son verdaderos templos». Muy necesitado de votos debe de andar el PSOE para tener que recurrir a imágenes religiosas. Aunque si se trata de un templo, lo más adecuado es inaugurarlo en Navidad, para que el propio Iceta oficie la misa civil del gallo Sánchez, que le ha cantado tres veces al pobrecito hablador del PP. La Junta de Andalucía, que por ser de derechas carece de fe, considera precipitado el anuncio inaugural del párroco Iceta. No cree que los fieles cordobeses puedan disfrutar de su templo en diciembre, pues antes hay que colocar los libros en las estanterías. Ocho años después de la primera piedra, la primera en la frente, el interés por la lectura ha caído mucho en Córdoba. Ahora nos llaman más la atención los patos que los libros, sin que tampoco lleguemos a sentirnos cómodos con los patos, porque son inexpresivos y tienen una inquietante mirada lateral, como Oriol Junqueras. Si la Biblioteca de los Patos es un templo, iremos al templo, al final es media hora los domingos, y eso se le da a un pobre. Pero la lectura, con el teléfono móvil, con sus monigotes de colores y los mensajes mutilados con faltas de ortografía. Que lea libros el ministro, que no va al templo.