Asaja alerta de que la campaña del olivar 2023-24 peligra por la sequía
La cosecha prevista en la actual cae al 50% y las pérdidas se cifran en 500 millones
La organización agraria Asaja Córdoba informó de que se va generalizando en Córdoba la campaña de recolección de aceituna para aceite de oliva, sobre todo tras los últimos días de lluvia. En un comunicado, la patronal que preside Ignacio Fernández de Mesa apuntó que la mayoría de las cooperativas y almazaras de la provincia han abierto la recepción de aceituna para molino y, aunque todavía el ritmo de recogida no es muy alto, empiezan a entrar ya las primeras aceitunas de fincas y parcelas menos afectadas por la sequía. Y es precisamente la falta de lluvias la que está tras una de las peores campañas de la última década. Al respecto, Fernández de Mesa subrayó que «la sequía que atravesamos repercutirá en el tamaño de las aceitunas, dejando frutos muy pequeños» por lo que añadió que «es crucial que llueva en estos próximos días para que se mejore el estado del olivar». Añadió que la situación en estos momentos «es muy delicada debido a que el estado actual de sequía podría reducir la cosecha de la aceituna a la mitad», ocasionando unas pérdidas que podrían llegar a los 500 millones de euros en la provincia durante la actual campaña.
El presidente de Asaja indicó que, además, preocupa mucho ya no sólo esta cosecha, si no la siguiente 202324 porque la mala situación en que van a encontrarse los olivos por la falta de agua hará que, de no tener un otoño e invierno con precipitaciones más que suficientes, «los árboles no
sean capaces de cargar aceituna por su debilidad fisiológica». Precisamente, la fatal de agua provoca que los rendimientos de la aceitunaprevisto para esta temporada sean más bajos, pues el estrés hídrico de los olivos provocó que se parara la síntesis de aceite.
La incidencia de la sequía llega, además, en un momento crítico para los productores de aceite de oliva, sumamente afectados por el alza del precio de los suministros, como los abonos, fitosanitarios y el gasóleo, que se encuentran disparados y subiendo progresivamente.
De hecho, si se comparan los gastos de esta campaña con respecto a la situación de hace un año, el coste del gasóleo se ha incrementado, pasando de 56 céntimos el litro a 1,30 euros. También, el gasto en abonos es muy considerable, un 105% respecto al año anterior, pasando de unos 380 euros por tonelada a 780 euros.
A la baja rentabilidad y caída de la cosecha se suma el incremento del gasóleo de 56 céntimos a 1,30 euros y del abono en un 105 por ciento