Planas pide a la UE evitar que el sobrecoste de los fertilizantes dispare más los alimentos
Bruselas estima un alza del precio del 149% de los nitrogenados entre septiembre de 2021 y el mismo mes de 2022
Los fertilizantes son un punto habitual en las reuniones de los ministros de Agricultura de la Unión Europea (UE) desde que Rusia (responsable del 15% de las exportaciones de fertilizantes a nivel global) invadió Ucrania en febrero. Ayer fue el punto estrella del Consejo de Ministros de Agricultura celebrado en Bruselas, en el que España presentó, junto a otros 15 países, una propuesta para que la Unión garantice su acceso a precios asequibles para los agricultores, a medio y largo plazo, fomente un uso eficiente y sostenible además de impulsar la búsqueda de alternativas al gas (bioestimulantes, biorresiduos,..). Si no, advirtió el ministro de Agricultura, Luis Planas, tendrá «graves consecuencias para el precio final de los alimentos» (la cesta de la compra se disparó en octubre un 15%, una cifra no vista desde 1994) ya que las cosechas disminuirán al no poder los agricultores adquirir las dosis deseables. Sumen a lo anterior, las consecuencias de la sequía, a un sector productor ahogado por los desbocados costes de producción y una Política Agraria Común (PAC) con nuevas exigencias medioambientales.
Según el documento que presentó la Comisión Europea a los ministros del ramo, publicado el pasado 9 de noviembre, el precio de los fertilizantes nitrogenados (aquellos que usan gas) escaló un 149% entre septiembre de 2021 y el mismo mes de 2022 en los mercados internacionales. Esto ha impactado directamente sobre la industria
europea que, en agosto de este año, redujo su capacidad para producir amoniaco en un 70%. Ahora la merma sería del 50%. ¿Consecuencias? Menores exportaciones de fertilizantes a terceros países y, por lo tanto, más importaciones. Es decir, mayor dependencia del exterior. En concreto, las importaciones del bloque comunitario acumulan ya una subida de un 19% en los ocho primeros meses del año. Mientras que las ventas al exterior de la industria europea se incrementaron solo un 9%. Pero el colectivo que pasa por ser el más damnificado en esta situación es el de los agricultores.
Los agricultores españoles pagaban en julio un 129,77% más por los fertilizantes nitrogenados que un año antes
«Creo que hay margen para que bajara el precio, especialmente de la materia prima, a pesar de que tienen un coste de energía importante», apunta convencido el presidente de la principal organización española (Asaja), Pedro Barato, en declaraciones a ABC.
Si tomamos los datos de los ‘Índices de precios pagados por los agricultores’, que elabora el Ministerio de Agricultura, en julio (la versión más reciente) por los fertlizantes los productores primarios pagaban un 92,28% más respecto al mismo mes del año anterior. Ahora bien, los incrementos variaban desde ‘solo’ el 31,52% de los fertilizantes fosfatados hasta el 129,77% de subida de los fertilizantes nitrogenados, que tienen en el gas una de sus materias primas. Por ejemplo, en verano de este año, el gas representó el 90% del coste de producción del amoniaco (necesario para fabricar este tipo de fertilizantes). Todo ello, con el Índice TTF de futuros del gas (la referencia internacional) que acumula en el último año una revalorización del 32,58% tras los fuertes repuntes de agosto.
Búsqueda de alternativas
España y otros 15 países europeos proponen que la UE mantenga la autonomía estratégica en la producción y abastecimiento de fertilizantes. Además de hacer más transparente este mercado e incentivar un uso más eficiente por parte de los productores primarios junto a la promoción del cultivo de leguminosas (alfalfa, soja...) para aumentar la fijación de nitrógeno.
También este grupo de países apuesta por buscar «fuentes alternativas de nutrientes y energía» apuntando hacia los biorresiduos y subproductos animales (purines, estiércol...), entre otros. «En Asaja estamos trabajando con una parte del sector industrial para intentar abaratar y apostar por otro tipo de abonos, para una menor dependencia del amoniaco», apunta Barato.