El autor del milagro
Un clásico del fútbol de selecciones, héroe en Zambia y Costa de Marfil, el francés ha vuelto a hacer historia
Alto y rubio, el rostro de Hervé Renard es más propio de un maduro galán de Hollywood de los años 30 que de un entrenador de fútbol. Habla francés, inglés y castellano, y a sus 54 años se mantiene en forma, gracias en parte a las sesiones de gimnasio, en las que participa junto a sus jugadores. Renard es un obseso de la preparación física, rasgo que caracteriza a todos sus equipos. El partido de su actual selección, Arabia Saudí, ante Argentina fue una buena prueba de ello. Los halcones verdes dieron una auténtica exhibición física, resistiendo las acometidas argentinas durante más de cien minutos, con una línea defensiva muy adelantada, asumiendo el desgaste que ello supone.
El histórico triunfo sirve para reconocer la figura de su entrenador, un desconocido para el gran público, pues su carrera como futbolista y como técnico en clubes ha sido más bien discreta. Llegó a ser compañero de Zidane en el Cannes, una experiencia que le marcó. Ver a Zizou le hizo darse cuenta de que no valía como futbolista. En el rol de entrenador, su trabajo en equipos se reduce a dos experiencias en su país, el Sochaux y el Lille, y en ambas su rendimiento fue decepcionante. En el fútbol de selecciones, sin embargo, su labor ha sido excepcional.
Su mentor fue Claude Le-Roy, otro francés seleccionador de varios países africanos. Fue quien llevó a Renard a África por primera vez, como asistente en la selección de Ghana. Inició su carrera en solitario en Zambia (tercer puesto en la Copa África de 2009). Tras dos nuevas aventuras, regresó a Zambia en 2011 y un año después logró la proeza, campeón del continente tras derrotar en la final a la Costa de Marfil de Drogba y Yaya Touré. Aquella selección mostró sus credenciales, un bloque escaso de talento, pero que lograba compensar sus carencias con un físico excepcional y un gran rigor táctico.
Tras su infructuosa aventura en el Sochaux, Renard volvió al África, a Costa de Marfil, y alzó su segunda Copa, primer técnico en lograrlo con dos países diferentes. De nuevo volvió a Francia y de nuevo su trabajo no estuvo a la altura, por lo que una vez más, Renard regresó a su hogar: con Marruecos logró la clasificación para el Mundial 20 años después.
De ahí llegó a Arabia Saudí, con la que ya ha logrado provocar el gran batacazo del Mundial, su histórico triunfo ante la albiceleste de Messi.