Rebelión de las tiendas contra el viernes más largo
El dinámico centro comercial abierto de La Viñuela afronta el Black Friday dividido: la mayoría de las tiendas de cercanía rechazan estas rebajas y ofrecen una alternativa, mientras que las franquicias las mantienen
EL Black Friday, a pesar de su feo nombre que recuerda una quiebra bursátil, ha extendido sus tentáculos ya a todo el comercio, desde las grandes superficies comerciales hasta las tiendas más pequeñas, incluyendo a los negocios online. Casi nadie se libra de su influencia, ni siquiera quienes lo rechazan con denuedo. En Córdoba, un pequeño grupo de comerciantes, al modo de los irreductibles galos de la aldea de Astérix, trata de resistirse a las influencias exteriores, y de momento aguantan. Son los negocios de la Viñuela, el barrio comercial por excelencia de la ciudad.
Que nadie se llame a engaño. En la Viñuela se ven a menudo los carteles de ofertas del Black Friday desde días antes (siempre se celebra el cuarto viernes de noviembre), pero suelen corresponderse con franquicias o tiendas de marca, que tienen sus propias políticas comerciales. Otros no pueden hacerlo aunque quieran, porque tienen los precios tasados, como los estancos o las farmacias, en la mayor parte del género que venden. Y hay también quienes consideran un «mal invento» para el comercio de cercanía esto del Black Friday, costumbre importada de EE.UU. y que beneficia sobre todo a los grandes negocios, pero que a pesar de todo se ven obligados —o casi— a aplicar los descuentos justo antes de la campaña de Navidad.
Ése es el caso, por ejemplo, de Enrique Bermudo, propietario de una tienda de zapatos y bolsos en La Viñuela, que lleva desde el jueves de la semana pasada con ofertas de Black Friday (un 15 por ciento menos en mercancía que no esté ya rebajada), más de una semana antes de su inicio este viernes 25 de noviembre. «Los primeros tres días se vendió bien, pero esta semana está siendo muy floja. El Black Friday ha hundido las campañas de invierno y ahora la gente se ha acostumbrado a tener siempre descuentos», asegura. Entonces, ¿por qué lo aplica? «Lo hacemos porque si no no se vende nada. La gente espera a que llegue este día para gastar pero las facturas hay que pagarlas todos los días», se lamenta.
Oferta alternativa
Los comerciantes no están obligados a seguir los dictados del Black Friday. En La Viñuela, tienen incluso una alternativa, promovida desde el Centro Comercial Abierto. Este año, como en los seis anteriores, la mayor parte de las tiendas adheridas descontarán el IVA en las compras del próximo viernes y sábado. Ni antes ni después. Y no son pocas: casi medio centenar prefieren esta oferta antes que el Black Friday, por considerar que se adapta mucho mejor a los márgenes y condiciones del pequeño comercio.
El vicepresidente del Centro Comercial Abierto La Viñuela —propietario también de la tienda de moda La Verdad—, Manuel Rubio, explica que para gran parte de los comerciantes de la zona «el Black Friday es un problema porque genera descuentos que nosotros no estamos preparados para asumir. Esto nos rompe el esquema tradicional». Además, Rubio cree que esta moda importada de EE.UU. tampoco es buena para el consumidor. Algunas asociaciones como Facua ya han alertado de posibles fraudes. Los comerciantes de la Viñuela prefieren definirlo de otro modo: «El Black Friday esconde muchas cosas. Existe la picaresca de subir el precio antes», declara Rubio. Con el descuento del IVA, eso no ocurre porque el precio es el mismo hoy, toda la semana y en el Viernes Negro. La diferencia es que en esta última jornada cada tendero aplicará el descuento equivalente, que no es el mismo en todas las tiendas dependiendo del género. En el caso de los establecimientos de moda que tanto abundan en La Viñuela, es un 21 por ciento, pero también participan locales de estética e incluso de alimentación.
Una de las quejas recurrentes entre los comerciantes del barrio es la duración del Black Friday, que comenzó siendo un día y ya hay quien ofrece descuentos durante todo un mes. Mati Rodríguez, propietaria de Karamba Zapatería, se queja de que con esta iniciativa «cada uno se toma la justicia por su mano y hacen una semana
Sin opciones Hay tiendas que no pueden rebajar aunque quieran, porque tienen precios fijos, como estancos o farmacias
Quejas «El Black Friday ha hundido las campañas de invierno», dice un propietario
Experiencia «Yo soy de Córdoba, no de por ahí», dice una dependienta con 30 años de experiencia que lo rechaza
de rebajas o incluso un mes». Ella, por el contrario, no pondrá el cartel de las ofertas hasta el mismo viernes. Antes, reconoce, le puede hacer el mismo descuento a los clientes de toda la vida.
Paqui, que lleva más de 30 años regentando Cortinas Mafra, no piensa caer en la moda del Black Friday. «Yo soy de Córdoba, no de por ahí», dice con sorna. Su queja es la misma, que «cada año lo ponen antes y hay quien ya lleva dos semanas de ofertas». En lugar de eso, su tienda prefiere centrarse en las campañas de Navidad o Reyes.
Menos tiempo lleva en el barrio, aunque con experiencia anterior, Pilar, propietaria de la tienda de moda y complementos para mujer Sweet Queen, que ya tiene ofertas del 15% de descuento por el Black Friday hasta el sábado y hasta el domingo en web. «Otros años no me ha ido mal pero ahora está la cosa muy parada por la inflación», asegura.
Las franquicias
Las franquicias y tiendas de marca, que también tienen presencia en La Viñuela, sí que llevan días anunciando sus ofertas del Black Friday, que son de lo más variado y que en algunos casos aseguran que llegan hasta el 50 por ciento de rebajas; en otros puntos ofrecen tres productos por el precio de dos.
En OVS Kids, una tienda de ropa infantil desde bebés hasta los 15 años, tratan de captar clientes con descuentos que llegan al 30 por ciento para quienes posean la tarjeta del negocio. Tamara, su encargada, explica que se aplican las rebajas desde este miércoles y que funcionan bien como reclamo. «Claro que animan a la gente, animan hasta a un muerto, hablando claro y en andaluz», afirma con una sonrisa. En resumen, para esta tienda el Black Friday «se nota y le da vida a las tiendas».
A quien la da igual el Viernes Negro es a Leonel, un portugués que lleva 40 años afincado en Alemania casado con una cordobesa. De vacaciones en la ciudad, aprovecha para cargar las maletas de ropa y regalos para sus nietos alemanes, por una razón muy concreta: «Aquí vale todo mucho más barato». Con o sin Black Friday.