La economía verde será la llave para combatir el cambio climático
▶ La electrificación o el reciclaje son algunas de las claves para lograr un futuro mejor
Al inicio del debate, su moderador, el periodista Ángel Expósito, se preguntó por qué, para una parte de la sociedad, estaba siendo tan difícil asimilar el cambio climático. Yolanda Fernández Montes, directora de Ambiente, Sostenibilidad, Innovación y Cambio Climático de EDP España, respondió: «Reconocerlo implica aceptar muchos cambios en nuestras vidas […] pero el cambio climático está aquí en forma de fenómenos meteorológicos extremos, sequía… y ha llegado para quedarse, por eso estamos trabajando para adaptarnos a una realidad que ya existe. Tenemos que combatir el negacionismo». A esto, Elena Méndez Bértolo, gerente de Sostenibilidad de Acciona, añadió: «Hay empresas más pioneras que han visto en la sostenibilidad una oportunidad de negocio y prosperidad, pero creo que la dinámica general de la sociedad es de resistencia y las compañías son el reflejo, hasta que no le tiran de las orejas no se ponen las pilas. Creo que es la Administración Pública quien debe liderar el proceso […] Hay un marco común desde los últimos años, es quizás el gran salto; hay un lenguaje común muy extendido e independiente de color político».
.No obstante, hay sectores del tejido empresarial a los que les cuesta más avanzar en el ámbito de la sostenibilidad, es el caso de la industria juguetera. Javier Martín Martín, director comercial de Simba Toys España, explicó: «Somos una industria muy vistosa pero pequeña. Existe una falta de normativa que nos regule y se crea confusión con el uso, muchas veces torticero, de términos ‘bio’ o ‘eco’… el foco se está poniendo más en el tema del género, pero no en esto; hay un desconocimiento total de qué es reciclable, qué es el bioplástico. El problema es que es una industria tan pequeña que está siendo complicado encontrar que a alguien le importe».
Mirando al futuro
Por su parte, Jesús Escudero, director del Hub Empleo Verde de la Fundación Konecta, puso el acento en la necesidad de generar puestos de trabajo para jóvenes vulnerables, como se está haciendo en el proyecto en que trabaja: «Hemos convertido a jóvenes no cualificados, que no eran candidatos a ocupar oportunidades directas de empleo, en cualificados. Con el apoyo de los ayuntamientos, la Administración, los centros de formación… sensibilizamos a los jóvenes, que están concienciados con el reciclaje, pero no con el empleo verde, de las oportunidades que hay fuera del circuito de la educación normativa; les formamos de manera específica con prácticas reales, de modo que logren subirse al tren de la economía circular y el empleo verde».
Fernández también habló de los proyectos que se están desarrollando en EDP: «Somos una empresa energética y estamos trabajando centrales de carbón que van a ser sustituidas por plantas de hidrogeno y energías renovables, que den soluciones a esos territorios para que no desaparezca la actividad empresarial. Siete de los proyectos considerados estratégicos para la Unión Europea son de EDP y uno de ellos está en Los Barrios (Cádiz). Estamos muy cerca del territorio para saber cuáles son sus necesidades e intentar adaptarnos».
Consciente de que el sector de la construcción tiene un gran impacto, Méndez destacó: «Necesitamos emplear las máquinas que utilizamos para levantar todas las infraestructuras que se necesitan para cumplir los objetivos de sostenibilidad […] Hay que dar pasos hacia la electrificación muy rápidos, en una década, y es un cambio profundo […] Para trazarlo, hay que elevar las buenas prácticas e introducirlas en el sistema de gestión, hacer que se conviertan en la norma».
Por último, Martín también contó las iniciativas que se están llevando a cabo en Simba Toys: «Tenemos una docena de marcas y debemos comunicar lo que hacen, primero a los clientes y, luego, al consumidor. Reutilizamos los restos -las rebabas- de plástico para fabricar productos reciclados; además, marcamos las piezas, ya que no todo el plástico se recicla igual […] Aparte, hemos añadido peluches cien por cien reciclados». Todo ello lo hacen a pesar de que «producir sostenible es más caro, no solo por el proceso productivo, sino porque hay que obtener certificados»; pero son conscientes de que marcan la diferencia e un sector en le que además China es tan grande.