El Tribunal Supremo mantiene de momento a Rafael Mozo como presidente del CGPJ
La insistencia de los vocales progresistas en Bandrés atasca el acuerdo para el TC
Rafael Mozo seguirá de momento al frente del Consejo General del Poder Judicial en sustitución de Carlos Lesmes. Así lo acordó ayer la Sala Tercera del Tribunal Supremo, que rechazó la suspensión del acuerdo que le nombró el pasado 13 de octubre, una medida cautelar que habían solicitado tanto el vocal del CGPJ Wenceslao Olea como el secretario general del órgano, José Luis de Benito. Ambos pedían que ese acuerdo fuera anulado al considerar que es el presidente del Tribunal
Supremo, Francisco Marín Castán, quien tiene que presidir también el CGPJ pues la ley prohíbe la bicefalia en el órgano de gobierno de los jueces y en el Alto Tribunal.
Fuentes jurídicas recuerdan que la decisión de la Sección Sexta de lo Contencioso-Administrativo no supone un pronunciamiento todavía sobre el fondo de la cuestión, que tendrá que ser resuelta más adelante. Sin embargo, la Sala ya solo tendrá que decidir respecto al recurso de De Benito, pues tras conocer la desestimación de la medida cautelar, Olea desistió del suyo, lo que implica que no sigue adelante con la impugnación, según informaron fuentes del Tribunal Supremo.
Justo antes de abordar los recursos sobre la suspensión del nuevo presidente, la Sala Tercera había rechazado la abstención de José Manuel Bandrés en este asunto. Bandrés, miembro del tribunal, es el magistrado a quien el bloque progresista del CGPJ quiere proponer como candidato al Tribunal Constitucional, y uno de los recurrentes –De Benito– había pedido apartarle al apreciar un posible conflicto de intereses en la decisión que se iba a tomar respecto a la continuidad de Mozo. Uno de los magistrados que componen la sección que ha deliberado sobre este asunto, en concreto Celsa Pico, ha anunciado un voto particular favorable a la abstención de su compañero.
Pese a estar despejado ya el panorama de la presidencia del Consejo con la continuidad de Mozo –algo que los vocales consideraban de vital importancia de cara a la composición de los próximos plenos– si el Supremo hubiera suspendido provisionalmente el acuerdo que le nombró, Marín Castán tendría que presidir esos plenos.
El avance de las negociaciones para la renovación del TC está atascada. Y la propuesta de Bandrés como candidato del bloque progresista tiene mucho que ver en eso.
Los dos grupos negociadores se reunieron precisamente ayer, tal y como se habían emplazado el 16 de noviembre. Fuentes del bloque conservador señalaron que los progresistas insisten en proponer a Bandrés como único candidato, lo que implica que rechazan el cambio de metodología propuesto por los negociadores del grupo conservador: que cada grupo pueda evaluar o valorar la propuesta del otro sin tener que acatarla sin más. Se trata de consensuar los dos candidatos entre los dos bloques de forma que cada uno pueda valorar la idoneidad de los nombres propuestos. El acuerdo es necesario porque los dos magistrados (que, junto con los dos del Gobierno, revertirán las mayorías en el TC) tienen que salir adelante con mayoría de tres quintos, es decir con los votos de 11 de los 18 vocales que actualmente componen el CGPJ. No obstante, los negociadores se han emplazado a un nuevo encuentro el próximo miércoles.
Lo que sí se decidirá en el Pleno previsto para hoy es si el CGPJ responde a la decisión del Gobierno de no escucharles en la reforma de la sedición.