De Guindos y De Cos avisan de «tiempos complejos» a las puertas de una recesión
▶El Banco de España exige al Gobierno que ataje la deuda y el déficit en 2023 para mandar un mensaje contra el desequilibrio de las finanzas públicas ▶El BCE reclama a los países del euro una política fiscal «prudente» «Las ayudas públicas deben ser foca
Con una diferencia de cuatro horas, el Banco de España y el Banco Central Europeo (BCE) se pronunciaron ayer en un tono muy similar –nada halagüeño– sobre las curvas que vienen para la economía. No atisban signos para el optimismo en los próximos trimestres, más allá de la tranquilidad de que los bancos llegan a esta crisis energética y de inflación, con amenaza de recesión, en una posición de fortaleza para superar los baches.
A las 9.30 horas fue el turno de Luis de Guindos, vicepresidente del BCE, en la apertura de la segunda jornada del XXIX Encuentro del Sector Financiero
‘Retos y Oportunidades de un sector en transformación’, que organizan Deloitte y ABC con la colaboración de Sociedad de Tasación. «Nos tocan tiempos complejos, con menor crecimiento económico y con la posibilidad de una recesión técnica en Europa. Hace simplemente seis meses ningún organismo o analista preveía una situación de recesión en Europa. Eso está combinado con alta inflación», destacó en su intervención.
Ve «muy posible» caídas del PIB en el cuarto trimestre de 2022 y el primero de 2023. Una preocupación a la que suma otra más grande, la de la inflación, que vaticinó que podría permanecer aún anclada en el 6-7% el año que viene, tres veces más del objetivo. Así, confirmó que el BCE seguirá subiendo tipos para domar la inflación, y lanzó un aviso a los gobiernos de la zona del euro: «Hay que evitar el conflicto entre la política fiscal y la monetaria. Lo que ha pasado en Reino Unido es un aviso de lo que podría pasar en otras zonas del mundo».
Consolidación fiscal
A las 13.30 horas intervino Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España. «Estamos en una situación muy compleja», arrancó. En su caso se centró casi plenamente en nuestro país en su discurso, con advertencias al Gobierno de Pedro Sánchez: «La economía española mantiene un déficit público, estructural, elevado, igual que el endeudamiento público. Esto constituye una de las principales vulnerabilidades de la economía española, que deja sin margen fiscal a las autoridades para afrontar circunstancias adversas».
Por ello, De Cos elevó el tono en esta ocasión sobre lo que debe hacer ya el Ejecutivo. «El proceso de consolidación fiscal debe iniciarse ya en 2023, para mandar un mensaje muy potente sobre el desequilibrio de las finanzas públicas», dijo. Actualmente,
la previsión del Gobierno es que el déficit acabe en 2022 en el 5% del PIB y la deuda por encima del 115%.
En busca de no seguir engordando el déficit estructural, el gobernador reclamó que «la política fiscal tiene que tener un papel distinto al que jugó en la pandemia. Las ayudas deben ser focalizadas y de carácter puramente temporal para no aumentar el déficit estructural», algo similar a lo que planteaba De Guindos, que añadió por su parte que era necesaria una política fiscal «prudente».
De Cos utilizó en varias ocasiones la palabra «incertidumbre», como fue habitual en las dos jornadas del foro financiero ABC-Deloitte. Julián Quirós, director de ABC, hizo también suyo el término para referirse a la situación de la economía española antes de dar paso al gobernador, aunque teniendo confianza en que la economía española pueda mostrar fortaleza.
Más allá de ello, los dirigentes del Banco de España y el BCE incidieron en que hay sectores y colectivos que se pueden ver más afectados por esta crisis: las pymes y las rentas bajas. Por el especial impacto que tiene en su solidez financiera y en su capacidad de pago, lo cual acaba influyendo negativamente en el sector financiero. Por ello, De Cos reclamó a la banca española, a modo de protección, usar los beneficios actuales para aumentar su fortaleza a futuro, y no relajarse sino aumentar las provisiones.
En esta segunda jornada también se advirtió sobre el efecto de las crisis sobre el mercado inmobiliario, íntimamente ligado al gremio financiero como canalizador de la financiación. Juan Fernández-Aceytuno, consejero delegado de Sociedad de Tasación, fue claro respecto a una de las señales que hacen presagiar que la situación también se traslada a este ámbito: «Lo que sí parece que se ha parado algo es la parte de inversores, que se han puesto en un ‘wait and see’
«No se deben infraestimar las tensiones inflacionistas y su persistencia. Es muy importante fijarse en la inflación subyacente y los efectos de segunda ronda»
para los próximos meses». Con todo, señaló que todavía, en cuanto a precios, se muestra estabilidad, aunque sí se verán, en obra nueva, cambios de aquí a dos años.
Educación financiera
Más allá de ello, también hubo lugar para debatir sobre asuntos como la educación financiera. José María Méndez, director general de la patronal CECA, puso en valor su importancia en la sociedad actual, más aún con la revolución tecnológica que se está produciendo. «Todo el sector tiene una gran sensibilidad con la educación financiera. Esta promueve la inclusión social y también favorece la igualdad de oportunidades», señaló.
Todo ello se produce en plena transición energética y digital, lo cual fue destacado por los consejeros delegados de Abanca e Ibercaja, Francisco Botas y Francisco Serrano, respectivamente. El primero de ellos, dijo que «la cercanía de los bancos es fundamental» para el desarrollo social y que dentro de todo ello es fundamental potenciar la colaboración público-privada. El segundo de ellos indicó la importancia de «crear un entorno en que las empresas se puedan desarrollar y crecer».
Asimismo, en otra de las mesas se dio cuenta de la importancia de que los consejos de administración sean ‘vehículos tractores’ en la transformación económica. Así lo pusieron de manifiesto María José García Beato, consejera de Banco Sabadell, y Germán de la Fuente, consejero de Banco Santander, que coincidieron en que los bancos y las empresas en general han avanzado mucho en temas de gobierno corporativo pero que todavía queda camino por recorrer. Sobre el rol del consejo de administración se refirió, además, Edouard FernándezBollo, miembro del Consejo de Supervisión del BCE, quien señaló que «la gobernanza es clave para todas las prioridades de supervisión del BCE».
Otra de las mesas de esta segunda jornada se desarrolló en torno al asesoramiento como vía de diferenciación entre entidades. El trato cercano y especializado con el cliente para fidelizarle, en una charla en la que participaron Javier Marín, CEO de Singular Bank: Íñigo Martos, CEO de Deutsche Bank España; Ignacio Juliá, CEO de ING España, y Javier Hernani, CEO de BME.
Y, por último, en el coloquio final participaron Alberto Ríos, director general de Conducta Financiera y Billetes del Banco de España, quien alabó el actual sistema de resolución de reclamaciones contra la banca, que cambiará radicalmente con el nuevo supervisor que sacará adelante el Gobierno; José Carlos García de Quevedo, presidente del Instituto de Crédito Oficial, que hizo hincapié en la necesidad de los avales ICO Ucrania, además de en el papel de su institución en la transición verde; y José Manuel González-Páramo, consejero de Abanca, quien se refirió más a la mala reputación del sector, algo que consideró muy difícil de cambiar.