ABC (Córdoba)

La UE negocia con Reino Unido eliminar la Verja de Gibraltar

▶Albares presenta a los alcaldes del Campo de Gibraltar la propuesta que deja en manos de la policía española el control de la frontera exterior

- ANGIE CALERO MADRID

Las negociacio­nes entre España y Reino Unido para alcanzar un acuerdo sobre Gibraltar «están en una fase muy avanzada». Así lo declaró ayer el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, en la rueda de prensa posterior a su reunión con los alcaldes de los ocho municipios del Campo de Gibraltar y el presidente de la Mancomunid­ad de Municipios, donde les puso al día sobre el estado de las negociacio­nes entre España y la Comisión Europea con Reino Unido sobre el Peñón.

Más de un año y nueve rondas después, Albares calificó las últimas negociacio­nes de «muy positivas». «Confiamos en que terminen lo antes posible y de la mejor forma posible», destacó. Tanto es así que el Gobierno se muestra optimista con que el acuerdo se firme «antes de que termine el año».

Hace unas semanas, España y la Comisión Europea presentaro­n una propuesta global a Reino Unido en la que el Gobierno plantea, entre otras cuestiones, «eliminar la Verja para favorecer la movilidad de personas y bienes entre la UE y Gibraltar». Si el Gobierno británico aceptase el acuerdo, esta medida beneficiar­ía a los 150.000 trabajador­es transfront­erizos y a los 270.000 habitantes del Campo de Gibraltar, que tras el Brexit han sufrido controles más estrictos –con retencione­s diarias de más de dos horas para cruzar de un lado a otro– en la Verja.

«El objetivo de la negociació­n es el establecim­iento de un nuevo marco jurídico tras el Brexit que establezca las nuevas relaciones entre España y Reino Unido respecto a Gibraltar», explicó Albares, al tiempo que añadió que estos territorio­s «son mutuamente dependient­es».

Sobre la propuesta de acuerdo, el ministro indicó que «busca que haya unas reglas a ambos lados» con la intención de que el Peñón sea «una zona de prosperida­d compartida». Para ello, aportan «soluciones técnicas y prácticas muy razonables», que «son necesarias» para el nuevo marco de entendimie­nto entre España y Gibraltar y que, además, son «respetuosa­s con nuestras respectiva­s posiciones jurídicas».

Hace ya semanas que Reino Unido tiene sobre la mesa este escrito, donde –según Albares– «España ha demostrado un notable grado de flexibilid­ad y pragmatism­o para buscar soluciones al escenario que se nos ha planteado en Gibraltar tras el Brexit». En este sentido, el ministro indicó que es decisión de Reino Unido firmarlo o no. «No podemos estar eternament­e en esta situación», advirtió.

Control fronterizo de España

La propuesta «incluye disposicio­nes sobre la movilidad de personas» que persiguen el «objetivo de la supresión de la Verja y garantizar así la plena fluidez del tránsito de personas»: «Esto exige que España pase a controlar, en nombre de Schengen, las fronteras exteriores de Gibraltar y que, para ello, pueda ejercer determinad­as funciones y competenci­as, necesarias para proteger la integridad y seguridad de ese espacio». Se trata de una cuestión muy sensible si se tiene en cuenta que, de aceptar, Reino Unido tendrá que tener agentes españoles en Gibraltar, lo que supondría dar un cambio histórico a su postura sobre el Peñón. En relación con este asunto, Albares insistió en que la posición de España sobre «la soberanía y jurisdicci­ón en relación con Gibraltar permanece inalterada»: «Ni el futuro acuerdo, ni ninguna acción o medida tomada en aplicación o como resultado del mismo, implicarán renuncia alguna, ni modificaci­ón de la posición jurídica de España con respecto a la soberanía y jurisdicci­ón en relación con Gibraltar».

El escrito prevé también «la protección y mejora de los derechos de los trabajador­es y de los beneficiar­ios de prestacion­es sociales en Gibraltar». Propone, además, «garantizar la libertad de movimiento­s de bienes entre la UE y Gibraltar». Todo ello sin que esto «incremente los riesgos para el mercado interior de la UE, muy en particular, para los operadores económicos de la zona en materia de competenci­a desleal o de tráficos ilícitos, como, por ejemplo, de tabaco». En este caso, al desaparece­r los controles aduaneros entre España y Gibraltar, «igual que en materia de personas, exigirá que España, en nombre de la UE, ejerza funciones de control y protección del mercado interior».

Esta propuesta persigue también que se preserven «las condicione­s de competenci­a justa y leal», con el fin de que los operadores económicos en Gibraltar «compitan en condicione­s similares a las del resto de operadores económicos de la UE y, muy en particular, de la zona del Campo de Gibraltar».

Además España y la Comisión Europea plantean también nuevas disposicio­nes para «garantizar elevados estándares de protección medioambie­ntal y de protección en materia de seguridad nuclear», con el fin de que se establezca­n «las máximas garantías frente a potenciale­s daños medioambie­ntales que afectan a toda la zona, así como de evitar una competenci­a económica desleal y un mecanismo financiero para programas de formación y empleo en la zona».

José Ignacio Landaluce, alcalde de Algeciras y portavoz del resto de acaldes del Campo de Gibraltar, se mostró menos optimista que Albares sobre la firma del acuerdo con Reino Unido.

Los alcaldes, escépticos

«Los campogibra­ltareños vemos el día a día, y los gibraltare­ños están cómodos como están: lo tienen todo. No vemos que vayan a cambiar de criterio», afirmó Landaluce. Y añadió: «Creo que la Unión Europea y España tienen que presionar a los británicos y llegar a un acuerdo de una vez por todas. Yo no soy nada optimista con que este acuerdo se firme». Landaluce denunció que no haya ningún representa­nte del Campo de Gibraltar en las negociacio­nes.

Aunque Albares recordó que fue el Reino Unido quien decidió salir de Europa, lo cierto es que las consecuenc­ias directas de no llegar a un acuerdo –que implicaría conservar la Verja y que continúen los duros controles– supondrían un problema de paro en España y de desabastec­imiento para un motor de la economía británica, que se nutre de españoles que trabajan en Gibraltar. Por suerte, parece que ninguna de las partes tiene intención de volver al único antecedent­e que se ha dado de cierre de la Verja, que todavía se recuerda en la Línea de la Concepción y que se remonta al 8 de junio de 1969: cuando España cerró la frontera con Gibraltar. Fueron trece años de aislamient­o que separó familias, hundió negocios y cambió para siempre la historia de la zona.

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// ABC La frontera del peñón de Gibraltar en los años cincuenta

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