El cartón electrónico resucita el negocio de los bingos
Hasta 2020 la mitad de los establecimientos cerraron, aunque ahora se recuperan
En 2012 había 58 salas de bingo en Andalucía. Un año después, habían cerrado cuatro. Dos más en 2014. Fue el inicio de una sangría que, en solo ocho años clausuró casi la mitad de este tipo de salas de juego en la comunidad. Pasaron de casi 60 a a solo 34. El sector encontró la salvación gracias al bingo electrónico, algo que se aprobó en 2019. De hecho, de 2020 a 2021 se produjo el milagro: se abrieron seis nuevo bingos en Andalucía. Ahora, según datos de la Consejería de Economía, Hacienda y Fondos Europeos, hay 40 salas.
La pandemia golpeó duramente al este sector. De hecho, señalan desde la Junta, en el 2020 su facturación en cartón físico se hundió. Es lógico, había restricciones y cierres. Pero lo curioso es que, en 2021, se agravó aun cuando ya no había medidas que limitaran su actividad. Sin embargo, el formato digital no ha parado de crecer. El bingo, en Andalucía, se ha pasado a las pantallas.
Gracias a ese nuevo modelo de cartones electrónicos, señalan en el sector, han recuperado mucho de lo perdido antes y durante la pandemia. Están, señalan, solo a un 16 por ciento por debajo de la facturación preCovid «y eso con la inflación y el aumento del precio de la energía, que se nota mucho en nuestros locales», señalan. La patronal destaca que mueven «miles de empleos en Andalucía, unos 1.500 directos y otros 3.000 indirectos».
«Al bingo nadie va a hacerse rico», reconoce Fernando Henar, presidente de la Asociación Andaluza de Empresarios de Bingo (Asaebin). «Se acude a pasar el rato, lo que se compra con el cartón es un rato de ocio», añade. Jugar a cantar línea o bingo no va a quitarte de trabajar ni lo pretende. «Lo que ofreceremos es un espacio de ocio, un rato con los amigos, un entretenimiento después de cenar con tu pareja», indican desde la patronal.
El sector, que vive un momento de recuperación gracias a lo digital, señala que su público es, al 50 por ciento, hombres y mujeres. Y aunque las edades suelen estar «en la franja media», notan más juventud en las salas últimamente. Por eso se han modernizado. Además, señalan que se juega al bingo, sobre todo, en Málaga, Sevilla y Cádiz.