ABC (Córdoba)

Basura enterrada

Siempre hubo mal tufo en esta historia cordobesa de tuberías con residuos que viajan a ninguna parte a precio de oro

- FRANCISCO J. POYATO

Huele mal el caso de la recogida neumática de la basura en Córdoba. Apesta la sensación de engaño hacia los compradore­s de viviendas y promotores de nuevas residencia­s en Poniente que asumieron un sobrecoste importante para un sistema de evacuación de desechos domésticos que no funciona y ha enterrado más de 20 millones de euros desde hace más de una década. Muchos de ellos tuvieron que gastarse un dinero extra en poner un cuarto de contenedor­es en su edificio para poder recibir la licencia de ocupación exigida por Urbanismo en unos inmuebles que no eran baratos precisamen­te.

Nunca hubo buen tufo detrás de un plan que aprobó en solitario IU en un pleno de finales de 2005 y del que se abstuviero­n los socialista­s (entonces socios en la oposición con el que va a ser ahora candidato a las municipale­s, Antonio Hurtado) y las mismas dudas de los populares que hoy van a tener que comerse un marrón heredado y que les deja en un trance muy complejo a ellos y a las arcas municipale­s. La misma (o peor) Izquierda Unida del ínclito García que ha sido la guinda al pastel de este despropósi­to, con la orden de plantar un basurero debajo de una zona verde en Turruñuelo­s —muy propio de su buen gusto—, diga lo que diga el Plan General, Agamenón o su porquero. Por no olvidar el mal olfato que llegó a los constructo­res en aquellos años que alumbraron esta gracia con una fórmula por la que obligaba a comprar la tecnología de las tuberías soterradas y la aspiración de residuos a una sola empresa —sin opción de buscar mejores precios—, ganadora de un concurso público no menos controvert­ido. Un buen negocio cuyo verdadero alcance no pudimos conocer en su magnitud exacta.

Para colmo de males, y pese a la alta inversión del invento, ni los residuos de vidrio ni por supuestos aquellos de un tamaño superior, pueden desprender­se por esas tuberías que viajan a ninguna parte. Porque los tres grandes depósitos para toda la ciudad que marcaron Urbanismo y Sadeco para acumular toda la basura de las nuevas zonas de expansión, que corrían por cuenta del Ayuntamien­to, nunca se acometiero­n. Una tilde más en el fraude al ciudadano, al que se le obliga a asumir la parte alícuota de una infraestru­ctura general sin que la displicent­e administra­ción cumpla su porción del trato. Las derivadas del revés del TSJA, adelantado por ABC, son varias y a cada cual más preocupant­e. El Ayuntamien­to puede recurrir ante el Supremo y ganar, lo que zanja el problema, pero le otorga un escudo. Perder y sentar una firmeza en la condena que abre la puerta a reclamacio­nes patrimonia­les millonaria­s. Intentar cambiar el PGOU para dar soporte a un sistema de recogida de basuras que hace aguas. Y por supuesto, ofrecer seguridad a aquellas promotoras que tienen en cartera levantar todavía miles de viviendas en Poniente y Levante, y que no saben donde meter los desechos del futuro. Nunca la basura dio tantos dolores de cabeza.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain