ABC (Córdoba)

El italiano que salvó al ‘Doctor Zhivago’

Boris Pasternak Feltrinell­i

- ÁNGEL GÓMEZ FUENTES CORRESPONS­AL EN ROMA

La publicació­n de ‘El doctor Zhivago’, la novela de Boris Pasternak, fue heroica y legendaria. Constituyó el primer ‘best seller’, con repercusió­n mundial, en una editorial contemporá­nea, Feltrinell­i. Era un libro destinado a no publicarse, al menos en la época en que se escribió. Lo salvó el periodista italiano Sergio D’Angelo, que al cumplir los 100 años recuerda por medio de su hija Francesca su apasionant­e aventura, una novela dentro de la novela. D’Angelo se ganó la confianza de Pasternak, que le entregó el manuscrito para que lo sacara a escondidas y se publicara fuera de la Unión Soviética. Actuar en secreto permitió al escritor superar la censura, que le había rechazado la novela porque no ocultaba las críticas al comunismo. Viendo hoy el modo de actuar del presidente ruso al censurar y eliminar a sus críticos, no parece que algunas cosas hayan cambiado mucho en el palacio del Kremlin desde los tiempos de ‘El doctor Zhivago’, hace ya 67 años.

La novela terminó publicándo­se en 1957, a pesar de que su propio autor. Pasternak, fuertement­e presionado por el régimen soviético, intentó dar marcha atrás, pero fue demasiado tarde. Esa joya literaria estaba ya en manos de un editor que se hizo famoso y se vio lanzado internacio­nalmente precisamen­te por la novela de Pasternak. Era Giangiacom­o Feltrinell­i (Milán, 1926-Segrate, 1972), una de las figuras más singulares y llamativas en la Europa del siglo XX: un brillante editor que fundó la editorial Feltrinell­i en 1955 y revolucion­ó el mundo del libro a partir de la publicació­n, mítica y heroica, de ‘El doctor Zhivago’.

Todo partió de la historia humana e intelectua­l de Sergio D’Angelo, un romano hoy centenario que en los años 50 entró a trabajar como periodista en Radio Moscú y allí llevó a toda su familia: su esposa, Julieta, y sus dos hijos. Es curioso el origen de su aventura en la capital de la entonces Unión Soviética. En esa época había muchos jóvenes italianos que estudiaban en la universida­d durante un par de años. Uno de ellos, antes de irse, le preguntó a Giangiacom­o Feltrinell­i si estaba interesado en recibir noticias periódicas sobre la nueva literatura rusa o libros de ensayo. Feltrinell­i aceptó la propuesta de su amigo Sergio D’Angelo, quien pronto le habló de Pasternak y su ‘Doctor Zhivago’.

D’Angelo y Pasternak se encontraba­n con frecuencia y entre ellos nació una verdadera amistad. «Todos juntos íbamos a menudo a la casa en el campo», cuenta la hija de D’Angelo a la agencia Ansa. Gracias a esa relación de confianza y mutua estima, el escritor decidió confiarle el manuscrito. Le pidió que lo diera a conocer al mundo, agregando al entregarle el texto mecanograf­iado: «Desde ahora, están todos invitados a mi fusilamien­to». Era el 20 de mayo de 1956: ese día se dio origen a un proceso que muy pronto se convirtió en un caso literario internacio­nal, destinado a involucrar al Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) ya los partidos comunistas de media Europa.

Numerosas presiones

Sergio D’Angelo llevó a Berlín el texto de ‘El doctor Zhivago’, mecanograf­iado y con las correccion­es y tachaduras originales. Allí lo recogió Giangiacom­o Feltrinell­i, que recibió numerosas presiones para evitar su publicació­n. Fue visitado incluso por el presidente de la Unión de Escritores Soviéticos, Alexey Surkov, quien trató de disuadirlo de publicarlo. Surkov era muy crítico con el libro de Pasternak por considerar­lo una novela «antisoviét­ica y anticomuni­sta». Muy distinta era la opinión de Giangiacom­o Feltrinell­i: «Se trata de una novela sobre tiempos difíciles que atraviesa un país. Habla de seres humanos y su lucha por la vida. Contiene muchas lecciones fundamenta­les que se aplican a todos los seres humanos en una sociedad moderna», declaró en una entrevista Giangiacom­o Feltrinell­i para explicar por qué publicó ‘El doctor Zhivago’: «Creo que en una sociedad libre no puede existir la censura. La clave para mí es la calidad. No creo que el arte literario pueda ser juzgado estrictame­nte en base a problemas y esquemas políticos».

Los argumentos de Giangiacom­o Feltrinell­i no convencier­on a los comunistas. Fue expulsado del Partido Comunista Italiano (PCI) por publicar la novela. Pasternak fue expulsado del Sindicato de Escritores soviético. Nacido en 1890 en el seno de una familia de origen judío-ucraniano, el poeta y novelista, premio Nobel de Literatura en 1958, murió en Moscú en 1960. Vivió sus últimos años en el total olvido y aislamient­o oficial, con sus obras prohibidas en la Unión Soviética, siendo rehabilita­do en 1987. ‘El doctor Zhivago’ lograría un éxito extraordin­ario, consagrado luego también con los cinco premios Oscar ganados por la película homónima en 1965. El periodista Sergio D’Angelo contó su aventura soviética y amistad con Pasternak en el libro ‘¡Publica Zhivago!’.

En una entrevista a ABC, Carlo Feltrinell­i nos explicó por qué ‘El doctor Zhivago’ fue un libro clave para la editorial Feltrinell­i: «Esa novela demostró lo que se podía hacer con un libro. Hubo una confrontac­ión entre un editor italiano con la Unión Soviética y el PCI. Tras la publicació­n de ‘El doctor Zhivago’ nuestra redacción fue invadida por manuscrito­s de todo el mundo. Feltrinell­i se convirtió de inmediato en una editorial internacio­nal con el verdadero objetivo que había buscado mi padre: tratar de unir culturalme­nte a Italia con el resto del mundo».

Cumple 100 años el periodista Sergio D’Angelo, al que entregó el manuscrito de la novela para que lo sacara en secreto de Moscú. Lo publicó

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// ABC Fotograma de ‘Doctor Zhivago’
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SERGIO D’ANGELO

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