Carlos Marín, clave en Riazor
ECórdoba CF fue fiel a su estilo ante el Deportivo de La Coruña en Riazor para arañar un valioso empate de tierras gallegas que el mantiene al frente de la clasificación durante una semana más. La clave del partido fueron las paradas de Carlos Marín en el tramo final de la primera parte, pero sobre todo la capacidad del equipo cordobesista para defenderse a través de la posesión del balón.
El cuadro blanquiverde volvió a dejar una jornada más la portería a cero, algo que le estaba costando en las últimas semanas. De hecho, venía de encajar dos dianas en contra frente al Badajoz. Era la primera vez que le pasaba en la liga. Sin embargo, el equipo cordobesista supo volver a la seguridad atrás.
Es la quinta vez que lo consigue esta temporada. Puso el cerrojo de nuevo a su portería como mejor fórmula para puntuar en Riazor. Además, el equipo blanquiverde llevaba tres partidos consecutivos en los que no era capaz de quedarse sin encajar.
Una de las piezas claves para mantener la portería a cero fue de nuevo el portero Carlos Marín. Se ha convertido, especialmente en los partidos a domicilio, en uno de los mejores jugadores del equipo blanquiverde. En Riazor no fue menos.
El guardameta cordobesista hizo al menos tres paradas de muchísimo mérito para mantener el marcador igualado en el tramo final de la primera mitad. Marín frenó por completo tres acciones deportivistas en las que pudo ver gol. Fueron paradas a Isi Gómez, Quiles y Mario Soriano de gran nivel.
Pero no sólo se salvó el Córdoba CF por la actuación de su portero. El Deportivo también se quedó a cero porque el árbitro señaló fuera de juego en un gol de Jorge Moreno. La posición incorrecta fue, cuanto menos, muy dudosa. Podría haberle dado la victoria.
Al final, el Córdoba también supo hacer lo que mejor sabe: defenderse con el balón. El equipo blanquiverde dominó el cuero en la segunda mitad con mucha tranquilidad para dar calma a su portería, que ya vivió con menos agobios que en el primer acto.