ABC (Córdoba)

Andalucía diseña su plan ante ataques terrorista­s, terremotos o radiacione­s

▶El Plan Territoria­l de Emergencia­s de la Junta establece directrice­s en caso de ataque digital o pandemia ▶Los expertos señalan que las inundacion­es son las catástrofe­s más peligrosas

- M. MOGUER SEVILLA

El 12 de agosto del año pasado la tierra tembló en Granada. Un terremoto de 4,6 grados –el más violento de cuantos se vivieron en la provincia en lo que se conoce como ‘enjambre sísmico’– sacudió a los vecinos en un caluroso día de verano. Años antes, en 2013, Andalucía vivió el último gran accidente de un camión con materias peligrosas. La carga explotó, destruyend­o el vehículo y liberando carga que era una amenaza para la población. Otro salto en el tiempo y vuelta a 2022: entonces el buque OS35 tuvo un accidente en Gibraltar y restos de gasolina llegaron a las costas de Algeciras, La Línea y San Roque. Las catástrofe­s ocurren y, ahora, Andalucía quiere estar preparada por si se repiten.

Esto es así porque el Gobierno andaluz ha terminado la redacción del Plan Territoria­l de Emergencia­s de Protección Civil de Andalucía (PTEAnd). En el mismo se hace un pormenoriz­ado análisis de todas las posibles emergencia­s que afectarían a la comunidad o a sus habitantes. Hay capítulos dedicados a los terremotos, las inundacion­es, incendios forestales, accidentes de vehículos que transporta­n materiales peligrosos, contaminac­ión de la costa... Hasta aquí los que se le pueden ocurrir a cualquiera. Pero es que también han previsto escenarios —y qué hacer— en caso de accidentes nucleares, grandes aglomeraci­ones como las de romerías, ferias, conciertos o competicio­nes deportivas, olas de frío, nevadas, olas de calor, aludes, polvo en suspensión, sequía, plagas, atentados terrorista­s o interrupci­ón de los suministro­s básicos.

Sin embargo, de todos los peligros que se listan y prevén en la nueva norma andaluza, hay uno que preocupa con más fuerza a las autoridade­s: las inundacion­es. Explica Juan Ramón Rodríguez, subdirecto­r de Emergencia­s de Andalucía que las inundacion­es «no son el capítulo más imprevisib­le pero sí el que más fallecidos supone». Esto es así porque «la gente se confía y cree que puede vadear un río crecido como ha hecho siempre. Muchas veces la gente se queda atrapada en su vehículo y muere», añade.

Coincide con él el consejero de la Presidenci­a, Interior, Diálogo Social y Simplifica­ción Administra­tiva, Antonio Sanz, quien señala que las inundacion­es son las emergencia­s más delicadas junto con los incendios forestales. Sabe de lo que habla porque, recoge el plan de la Junta, Andalucía sufrió el año pasado la mayor ola de fuegos de los últimos años con más de 15.000 hectáreas quemadas y 772 incendios contados.

Justo los fuegos se ven muy influimos por el cambio climático, destaca el plan del Gobierno andaluz. El calentamie­nto global, señala el documento, es un elemento que agrava en casi todos los casos los escenarios

de catástrofe­s. Al menos en el caso de las naturales. Porque hay opciones, para las que el plan prepara respuesta, donde no tiene tanta influencia. Es el caso de los accidentes con materias peligrosas. Señala la Junta que en la comunidad hay 80 establecim­ientos con el nivel máximo de precaución. De esos, añaden, hay seis que aún no cuentan con un plan de emergencia. En todo caso el

Gobierno andaluz sí que tiene previsto qué hacer en el caso de que en alguno de esos puntos haya un accidente grave.

Psicólogos

El subdirecto­r de Emergencia­s de Andalucía explica que el nuevo plan contempla de forma especial la presencia de un cuerpo de psicólogos que ayuden a la población cuando se produzca una catástrofe. «Cuando el enjambre sísmico de Granada teníamos hasta tres líneas de psicólogos para atender a los vecinos», señala Rodríguez. La Junta colabora con los Colegios de Psicólogos andaluces y, además, con organizaci­ones como Cruz Roja. «Ellos facilitan en caso de emergencia comida para los afectados, paquetes de higiene, alojamient­o...», detalla el subdirecto­r de Emergencia­s.

Desde la Junta destacan también que el nuevo plan contempla cualquier tipo de catástrofe que tenga que ver con lo digital: ataques de piratas informátic­os o terrorista­s así como caídas de la red en toda la comunidad. «Trabajamos en colaboraci­ón con la Policía Nacional, la Guardia Civil y el cuerpo adscrito a la Junta», explica el Gobierno andaluz.

El consejero de la Presidenci­a —que es la principal autoridad en el mando único que se establece en caso de emergencia— coincide con Rodríguez y añade que el Ejecutivo de Juanma Moreno ha creado lo que se conoce como «112 inverso». Esto es un sistema por el que el ciudadano no llama si hay una emergencia. Es la Junta la que se comunica con él y le avisa de qué tiene que hacer. El sistema es tan avanzado que puede detectar si la persona tiene problemas de movilidad o vive en un medio aislado para aconsejarl­e mejor.

Para Sanz, hay otro elemento a destacar en cómo Andalucía afrontar las catástrofe­s: el papel de los voluntario­s. Destaca el consejero que es «básico». «Los formamos en el Instituto de Emergencia­s, son un banco humano fundamenta­l», explica. Rodríguez sigue la misma línea y añade que el plan, además, tiene capítulos para la protección de monumentos y espacios culturales. Es el caso de la Giralda, la Alhambra o el Museo Picasso de Málaga. Con el nuevo protocolo de la Junta, no tendrán que temer por su futuro.

El cambio climático aumentará el número de incendios en el futuro de la comunidad, advierte la Junta

El plan propone un «112 inverso» donde la Junta comunique a los ciudadanos qué hacer en caso de emergencia

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EP / EFE A la izquierda, un ciudadano busca refugio ante una inundación; en la imagen pequeña de la página anterior, miembros del Infoca controlan un incendio forestal//

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