En silencio y por la puerta de atrás
La selección española llegó a Barajas sin hablar y sin conectar con los aficionados que esperaban
Doce jugadores se quedaron en Qatar para enlazar con otros destinos en unos días de vacaciones que van a tomarse
Decepción entre los hinchas que aguardaban en el aeropuerto con banderas españolas a los futbolistas
«Son momentos muy duros pero esto sigue, nos levantaremos, aprenderemos y seguiremos hacia delante»
Como en el Mundial, por la trasera. Los 14 internacionales que regresaban este miércoles a Madrid, con Luis Enrique a la cabeza, salieron por la Ejecutiva de la Terminal 4 del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, la zona privada, eludiendo el contacto tanto con los aficionados como con los medios de comunicación que les esperaban en el aeropuerto.
«Había muchos niños que les hacía ilusión, esperándoles con banderas, y qué menos que hubieran dado un poco la cara», comentaba a ABC Juan Luis, un joven aficionado andaluz que había venido a ver de cerca, esa era su intención, a los futbolistas de la Roja.
Una cristalera
Pero se tuvo que conformar con vislumbrarlos desde las alturas y a través de una cristalera, que es la que separa a los viajeros de a pie de los que vuelan por la parte privada. «No me gusta, deberían haber pasado por donde estaba la gente esperándoles», añadía Fernando, otro aficionado en espera. Mientras que Ana, madre de uno de esos niños que habían acudido con su bandera rojigualda, se declaraba muy decepcionada: «Los niños querían ver a sus ídolos. No creo que les hubiera costado tanto al menos salir y saludar».
Esto puede aplicarse para los 14 internacionales que regresaron ayer a España. Los otros 12 (Robert Sánchez, Carvajal, Eric García, Azpilicueta, Guillamón, Jordi Alba, Rodri, Koke, Llorente, Soler, Morata y Asensio) se quedaron en Qatar, ya que van a tomarse unos días de vacaciones en destinos cercanos a Doha. Así lo tenían pactado si no alcanzaban las rondas finales. Como también la Federación Española de Fútbol tenía ya previsto salir por la parte privada de la T4, lo que es su proceder habitual, al contrario que selecciones de otras disciplinas como baloncesto, balonmano...
Pasadas las cinco de la tarde y después de seis horas de vuelo, Ansu Fati, Alejandro Balde y el técnico Luis Enrique eran los primeros en aparecer por el parking privado de la terminal para que las decenas de medios de comunicación apostados en la cristalera pudieran captar sus primeras imágenes.
«No se les ve muy tristes», era el comentario de algunos de los aficionados que se habían trasladado hasta la cristalera, siguiendo a la prensa ante la falta de movimiento en la zona de llegadas convencional. De hecho, se pudo ver a Luis Enrique y a Luis Rubiales sonrientes, despidiéndose con efusivos abrazos del resto de miembros de la expedición. Comportamiento similar al de los futbolistas. Nada de caras largas, gestos serios o apesadumbrados. «Esto parece un funeral, todos los coches negros», decía Carmen refiriéndose a los VTC (único toque fúnebre del momento) que se llevaban a futbolistas como Unai Simón, Sarabia o Dani Olmo. El grueso del grupo del Barça (Busquets, Pedri, Gavi, Ferran Torres y los mencionados Fati y Balde) entraron en una sala contigua para esperar su siguiente vuelo rumbo a Barcelona.
Estudiantes de periodismo
Entre los aficionados, cuatro amigos estudiantes de periodismo, que confesaban que les habría gustado preguntarle a Luis Enrique si va a continuar. Opiniones para todos los gustos, aunque respaldo mayoritario al asturiano. «Ha hecho su selección y es una generación muy joven. Creo que en la Eurocopa 2024 y el Mundial 2026 tendrá un bloque más hecho y no veo ningún seleccionador mejor, ni Marcelino, ni De la Fuente», contaba Dani. En la misma línea opinaba Fernando, ataviado con un chándal del Barça: «Soy pro Luis Enrique, me cae bien, tiene genio. Y de los que suenan, ninguno me gusta más».
Otros, como Pepe, se mostraban bastante más críticos: «Ha tenido errores en el Mundial, él mismo lo ha reconocido. Se ha echado de menos un delantero centro puro, un Borja Iglesias. ¿A quién centramos balones? ¿A Ansu Fati? Se vio que no...».
Y mayoritariamente consideraron la eliminación a pies de Marruecos como un fracaso. «Los jugadores tienen que saberlo», aseguraba Juan Luis. «Pero ellos tienen la sensación de que han plasmado su idea, de que han hecho todo lo posible, que ha habido mala suerte, y que no ha sido un fracaso», replicaba Dani. Pero José Javier ponía la puntilla: «Ha faltado autocrítica. No ha habido plan B. Ayer también se veía a Luis Enrique sonriendo en las entrevistas. Está claro que lo viven menos que nosotros los aficionados».