Qatar pasa factura
Cinco seleccionadores y un director general han asumido el fracaso renunciando tras el adiós de sus países
Mientras la afición española está pendiente del futuro de Luis Enrique en el banquillo de España tras el fiasco en Qatar, cinco seleccionadores que acudieron a la cita mundialista han desistido de sus cargos tras no alcanzar los objetivos con sus equipos: Otto Addo, Roberto Martínez, Paulo Bento, Carlos Queiroz y Gerardo Martino.
Otto Addo renunció al banquillo de Ghana con dos derrotas (Portugal, 3-2, y Uruguay, 2-0) y una victoria ante Corea del Sur (3-2) que no sirvió para superar la fase de grupos. Un balance negativo para la sorpresa de Sudáfrica 2010 (cuartos), aunque era algo previsto, pues aseguró antes de la competición que no continuaría pasara lo que pasara. «Fui claro, me marcharía tras la Copa del Mundo, incluso si salíamos campeones», decidió Addo, que llegó casi de carambola al banco ghanés, pero lo que realmente quiere es seguir con su papel en el Dortmund. Carlos Queiroz también era de los que tenía escrito su futuro, con contrato hasta diciembre, aunque eligió adelantar la marcha tras no clasificar a Irán para octavos. Fue el héroe al ganar a Gales (2-0), pero se llevó una goleada de Inglaterra y terminó su periplo ante Estados Unidos (1-0). «No existen las victorias morales, y tampoco hay nada de inmoral cuando no se alcanzan los sueños, siempre que se haya dado lo mejor de sí con todas las ganas y valiente mentalidad ganadora», se despidió.
Más sonado fue el adiós de Roberto Martínez, aun con contrato hasta diciembre, pues llevaba las riendas de Bélgica, habitante en el mundo de las candidatas. Problemas en el vestuario se unieron, o ayudaron, en la derrota ante Marruecos (2-0) y el empate contra Croacia, que dejó inútil el triunfo inaugural sobre Canadá (1-0). México venció a Arabia Saudí (2-1), perdió con Argentina (20) y empató a todo con Polonia: un 0-0 en el partido, puntos, goles, diferencia de goles, pero un mayor número de tarjetas condenó a Gerardo ‘Tata’ Martino, increpado e insultado a su llegada a Ciudad de México por romper una racha de jugar los octavos que comenzó en Argentina 78. A octavos llegó Corea del Sur, pero la goleada de Brasil (4-1) empujó al portugués Paulo Bento a renunciar: «Agradecido y orgulloso después de cuatro años, ahora toca descansar».
Más lío se ha producido en Alemania, por el peso de las cuatro estrellas en el pecho y los dos resbalones consecutivos en la fase de grupos. Hace cuatro años en Rusia, ahora en Qatar: derrota ante Japón (2-1), empate con España (00) y triunfo estéril con Costa Rica (4-2). Un balance por el que Hansi Flick estuvo en entredicho estos últimos días, pero ayer salió ratificado tras la reunión de la Federación Alemana (DBF). No consideran pertinente cambiar el rumbo con una Eurocopa en casa en 2024. «Tenemos plena confianza en Hansi Flick para asumir este reto», indicó Bernd Neuendorf, presidente de la DFB. Quien sí dimitió al día siguiente de la eliminación fue Oliver Bierhoff, director deportivo de la selección y amigo personal de Flick, tras 22 años en el cargo. Mismos malos resultados, decisiones distintas.