La semilla de la rivalidad del futuro
▶Arbeloa y Fernando Torres, iconos de Madrid y Atlético entre los que ya saltan chispas, apuntan a los banquillos de los clubes de sus vidas en próximos cursos
Álvaro Arbeloa, de 40 años, y Fernando Torres, de 39, fueron compañeros dos temporadas en el vestuario del Liverpool y compartieron celebraciones durante la etapa dorada de la selección española, en la que se sucedieron los abrazos con las conquistas de las Eurocopas de 2008 y 2012, y el Mundial de Sudáfrica 2010. Días en los que se reunían para tomar un café con conversaciones de fondo girando siempre alrededor de balones y fútbol, su mundo, al que continúan ligados como entrenadores tras colgar las botas. Estandarte del madridismo como jugador, el uno, y emblema colchonero, el otro, ambos protagonizaron el pasado fin de semana un feo y tenso enfrentamiento en un partido entre los juveniles de División de Honor de Real y Atlético, a los que han dirigido esta temporada. El preludio de una explosiva rivalidad que muchos vaticinan tendrá continuidad en un futuro no muy lejano en los primeros equipos de ambas entidades. En el Bernabéu y en el Metropolitano ya se preparan para lo que parece avecinarse.
En sus inicios como entrenadores Arbeloa y Fernando Torres vuelven a pisar sendas paralelas. El exdefensa dio su primer gran salto en los banquillos el pasado verano al tomar el mando del juvenil blanco. El icono colchonero fue anunciado con pocos días de diferencias como responsable del conjunto rojiblanco en esa misma categoría, en la que el curso anterior había ejercido ya como asistente. El pasado fin de semana llegaba el primer choque de trenes entre dos figuras valoradas en sus clubes, en la zona noble y en la grada.
Criado en la fábrica blanca, Arbeloa cuenta con el respaldo de Florentino Pérez y el fervor incondicional de parte de una afición que no olvida su espíritu guerrillero en momentos de máxima dificultad. Él se convirtió en unos de los soldados incondicionales de Mourinho, uno de los estiletes del portugués en las guerras de aquella época contra el Barcelona. «En la historia de nuestro club habrán muchos de los mejores jugadores del mundo. Arbeloa no tiene ese perfil, pero sin duda es uno de los que le ha dado al Real Madrid, a su afición, a todos sus entrenadores, a su equipo y a sus compañeros todo lo que tenía y lo que no tenía», llegó a alabar el técnico en la hora del adiós de Arbeloa
al Real Madrid. Un defensa siempre con el cuchillo entre los dientes. Un personaje más acostumbrado al barro que Fernando Torres, un eterno niño convertido ahora en gigante musculado. El cariño en el Atlético por su ídolo es más sentimental, un canterano elevado a icono a base de goles y declaraciones de fidelidad a la filosofía colchonera.
La tensión entre los antiguos compañeros estalló hace una semana en Valdebebas en la vuelta de los cuartos de final de la Copa de Campeones, conquistada ayer por los blancos al vencer en la final al Betis (3-1). Insultos y celebraciones fuera de tono por parte de Arbeloa; empujones, algún comentario ofensivo y expulsión de un Fernando Torres que acabó por encararse con los aficionados del Real Madrid que le insultaban. Una reacción inusual durante su carrera como futbolista. «No hay que olvidar que no solo Álvaro tuvo como entrenador a Mourinho, también Fernando en el Chelsea. El portugués enseña a sacar y a afilar el colmillo a sus futbolistas», advierte a ABC un técnico que ha coincidido con ambos esta temporada en la División de Honor de juveniles.
La trastienda
En el partido de la bronca, según fuentes consultadas por este periódico, quizá pudo haber algo más que un calentón por un lance y pudieron acabar apareciendo viejas rencillas de trastienda. Arbeloa es un personaje ‘enfilado’ en el Atlético, y no solo por parte de su hinchada. Lo fue en su etapa como futbolista por sus maneras de defensa a ultranza del madridismo y también lo es ahora en sus primeros pasos como técnico... y quizá algo más. Según desveló la Ser, el antiguo defensa habría sido el artífice de que el pacto de no agresión entre ambas canteras saltara por los aires el pasado verano. Las llamadas que realizó a cadetes rojiblancos para convencerles de que dejaran el Atlético se enrolaran en el Real Madrid habrían sido determinantes en alguna dolorosa fuga, según esa misma fuente. Arbeloa y Torres, dos entrenadores de futuro para sus clubes protagonistas de un incidente que no cuadra para nada a algunos compañeros de profesión. «Cuando jugamos contra ellos no tuvimos ningún problema, ni con uno ni con otro. Ambos se comportaron muy bien con nosotros», explica Antonio Vera, segundo entrenador del juvenil de La Cruz Villanovense, uno de los equipos rivales de Madrid y Atlético en la liga de juveniles.
Un calentón muy poco edificante en el fútbol formativo y que Torres intentó enfriar el pasado viernes, aunque soltando chinitas en declaraciones a la web del club. «Veo las imágenes y no me gusta lo que veo, no me reconozco. No es mi manera habitual de actuar, reconozco que me equivoqué, fue un error entrar en esas provocaciones continuas que veníamos teniendo desde partidos atrás». «No es lo que intento transmitir, pero tengo claro que defenderé siempre a los míos, contra todo y contra todos», añadió Torres.
«Desde el punto de vista pedagógico, me sorprendió porque ambos han sido compañeros de selección, tuvo que haber algo en la trastienda del partido para que el ánimo estuviera tan caldeado», indica Andrés París, pedagogo deportivo. «Conozco bien el fútbol de cantera y sé que tanto el Madrid como el Atlético cuidan mucho que sus entrenadores mantengan la educación deportiva. Quiero entender que ha sido un episodio puntual porque, insisto, son dos clubes que intentan evitar ese tipo de situaciones en sus técnicos», añade. «Los entrenadores, además de liderazgo, debemos tener una responsabilidad con los chavales», finaliza.
Los antiguos compañeros en la selección mantuvieron un tenso enfrentamiento en un partido de juveniles
En sus entidades consideran que tienen proyección para poder llegar a dirigir a las primeras plantillas