España, de nuevo en Florida
Durante 300 años el estado de Florida perteneció al Imperio español. De hecho, recibió su nombre cuando en 1513 Ponce de León avistó sus costas un día de Pascua Florida. Menos conocido es que desembarcó para encontrar la fuente de la eterna juventud. Jamás hubiera imaginado el descubridor español que cinco siglos después, España y Florida seguirían unidas por la misma razón que le llevó hasta allí: ser el mejor lugar del mundo para no envejecer.
Florida es un símbolo para los séniors americanos por su favorable clima y ventajas fiscales. Ha desarrollado una potente industria del ocio, pero también de los cuidados y la salud, lo que ha llevado a que en algunas ciudades la media de edad sea de más de 70 años y a que gran parte de la riqueza estatal provenga de este colectivo. Aunque Ponce de León no descubrió la fuente de la juventud, parece que los habitantes de Florida sí lo han logrado.
Ahora los descendientes españoles de aquel marino también podemos beneficiarnos de esa fuente de la juventud eterna. España tiene las mejores condiciones con una de las esperanzas de vida más altas del mundo, un excelente clima y mejor dieta, y unas infraestructuras a la altura del segundo destino turístico mundial. La resiliencia de nuestro sistema sociosanitario es el último elemento de esta fórmula mágica. Pero para convertirse en la nueva Florida del mundo, España debe tomar medidas en la dirección correcta, con un mayor apoyo público-privado a la llamada economía plateada o economía sénior. Los mayores de 55 años ya representan más del 30% de la población y contribuyen con al menos una cuarta parte de la riqueza nacional. Además, poseen la mayoría del patrimonio y son responsables de gran parte del consumo, precisamente por tener mayores ingresos que cualquier otra cohorte generacional.
No obstante, es imprescindible promover un nuevo sector económico a medio camino entre el turismo, los servicios de ocio y cuidados, y la construcción. Convirtiendo España en la nueva Florida, florecerían nuevos trabajos con nuevos bienes y servicios para los mayores en campos como el antienvejecimiento o las viviendas adaptadas. Enfocar un país en esta dirección exigirá un gran pacto por la economía plateada y medidas públicas de carácter impositivo –vacaciones fiscales–, al estilo de Portugal o Grecia, para atraer a mayores de cincuenta años. El derroche de talento sénior en España, con tasas de actividad 20 puntos por debajo de nuestros pares europeos, está lastrando nuestra riqueza y la moral de millones de ciudadanos. Habría que reducir a cero las cotizaciones sociales de los séniors o garantizar el 100% de la pensión si se sigue trabajando después de la jubilación.
Es necesario apoyar esta industria emergente con zonas francas para la economía plateada y fondos Next Generation para incentivar la migración de empresas de salud, turismo, ocio y construcción hacia este vertical. Igualmente, los cuidados deberían tener una deducción fiscal y un impulso en el sistema educativo como fuente de empleo seguro.
España y Florida son dos penínsulas, tienen un PIB muy parecido, pero nuestra superficie es el triple y los habitantes más del doble. Conseguir ser el lugar soñado para retirarse está ahora en nuestra mano; las consecuencias cambiarían el destino de España.