Córdoba bate récord de ocupados y la mejor tasa de paro desde 2008
El sector servicios tira de la contratación frente a las luces y sombras del resto
Córdoba ha batido en el último trimestre de 2023 el récord de personas ocupadas, que disfrutan de un puesto de trabajo en el momento en el que se le preguntó para la elaboración del cuestionario, en toda la serie estadística que maneja la Encuesta de Población Activa (EPA) que difunde el Instituto Nacional de Estadística (INE). El tramo final del año pasado concitó 311.700 personas ejerciendo un empleo, el dato más elevado que jamás ha registrado la provincia según este sondeo estadístico.
El dato supone una ganancia de 14.900 ocupados respecto a los datos que ofreció el mismo sondeo durante el tercer trimestre de 2023 y una subida de 9.400 frente al mismo periodo del año 2022. Son números que van en consonancia con los oficiales de las oficinas de Empleo y las propias altas de la Seguridad Social en diciembre pasado. La tasa de actividad se ha quedado en el 56,25%, buena cifra pero en el mismo año 2023 ya se consiguió una inferior.
El buen comportamiento reflejado por la EPA del mercado laboral de Córdoba tiene su incidencia en la tasa de paro, un guarismo que ha sido durante mucho tiempo la espada de Damocles en la provincia.
A finales de 2023 se sitúa en el 15,43% y hay que remontarse al primer trimestre de 2008 —casi cuando acababa de estallar la crisis financiera que duró una década— para encontrar un dato más bajo en Córdoba (12,25%). Esta tasa mejora en 1,4 puntos porcentuales la del cuarto trimestre de 2022 y en 2,4 la del verano pasado. El empleo ha sido inmune en este ciclo a avatares como el incremento del precio del dinero o algunos malos augurios que llegaban desde los estudios económicos. Tampoco se ha visto afectado, según el resultado que puede verse, por la sequía y los incrementos de precios de los productos agrarios, que en este último trimestre de la EPA son tan relvantes.
En el contexto nacional y regional, el dato de Córdoba gana enteros. Sigue alejado de la cifra de España, que ha registrado una tasa de paro del 11,76%, pero se sitúa por debajo de la media andaluza del 17,6%.
Al número de cordobeses que declaran estar en el paro le ocurre lo mismo. La EPA fija el desempleo en 56.900 personas (60.300 es el número registrado en las oficinas). Hay que retrotraerse al segundo trimestre de 2008 también para encontrar un dato inferior (56.200). La variación interanual y mensual sigue ese descenso pronunciado. Así, frente al final de 2022 hay 4.400 desempleados menos y en comparación al tercer trimestre de 2023, 7.800.
Por sectores de actividad, los servicios han protagonizado un comportamiento notable. Siendo el pilar básico de la contratación junto al campo (que está a mucha distancia), el nivel de ocupación en el tramo final del pasado ejercicio frente al mismo periodo de 2022 dejó 25.900 nuevos puestos de trabajo. La diferencia respecto al verano fue de 2.700, teniendo en cuenta el peso de la campaña navideña que arranca ya casi a finales del mes de noviembre.
El juego del campo fue desigual. Mejoró sus niveles de empleo frente al verano en 10.300 personas, si bien la campaña del olivar y el arranque del cultivo cítrico se llevan la palma en jornales aunque matizado por la tremenda sequía. Pero el dato interanual fue peor, y se produjo una caída de 8.100 ocupados.
A la industria y la construcción les sucedió lo mismo. En el caso del primer sector (que se quedó a cuatro mil empleados de la agricultura), ganó 2.300 empleos en el cuarto trimestre pero perdió casi 10.000 respecto al mismo tramo de 2022. En el caso de la construcción, cayó la ocupación en 300 personas en comparación al verano pero ganó 1.400 en la variación interanual.
Los sindicatos CCOO, UGT y CSIF han celebrado, con distintos matices, las cifras del cierre del año 2023 que achacan, entre otros factores, a las políticas legislativas que han apostado por reducir la contratación precaria e incrementar la estable. La caída del desempleo, cifrada en un diez por ciento en apenas doce meses, tiene, aseguran, algunas sombras. Es el caso de las mujeres, los jóvenes o los trabajadores del sector industrial han tenido un peor comportamiento interanual.
Hay que remontarse a los meses previos a la crisis financiera para poder encontrar cifras tan bajas de personas sin empleo