ABC (Córdoba)

Oblak comanda la épica

▶El Atlético remontó al Inter y el portero decidió la clasificac­ión con dos paradas en la tanda de penaltis

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de soldados comprometi­dos que presentan la mejor hoja de servicios de toda Europa. Hasta esta noche no sabían lo que era perder en 2024.

De hecho, fueron ellos quienes dieron más sensación de control en la primera mitad. Cómodos en defensa y saliendo rápido y bien al contragolp­e, apoyados siempre en la verticalid­ad y el buen criterio de un inspirado Barella.

No era el partido soñado por el Atlético para una remontada épica, ni mucho menos. Había precipitac­ión por mandar el balón al área y poca jugada elaborada. Una de esas la enganchó con precisión Morata para cabecear con peligro ante Sommer. Poco bagaje. En ese momento daba la impresión de que en cuanto el Inter se pusiese a jugar un poco podía sentenciar la eliminator­ia, y a la siguiente contra llegó su gol. Una buena triangulac­ión entre Mkhitaryan, Barella y Dimarco acabó con el balón en la red. Un jarro de agua fría.

El Atlético pudo haberse hundido, pero un grosero error de Bastoni en la siguiente jugada les volvió a dar oxígeno. El mal despeje del central lo aprovechó Griezmann. No podía ser otro. Ande mejor o peor es un lujo.

A los de Simeone se les había concedido una segunda oportunida­d, y estaba en su mano aprovechar­la. Griezmann tuvo la primera del segundo acto cuando por fin el Atlético consiguió elaborar por la derecha. De nuevo apareció Sommer. Tan bien salió la acción que insistió Llorente una vez más por ese costado. En la segunda, Morata le quitó al francés la posibilida­d de remate.

Había señales, pero faltaba que el partido entrase en su punto de ebullición. Para eso salieron al campo Correa, Riquelme y Memphis. Los tres consiguier­on que los últimos minutos tuvieran la emoción de la que careció el resto del partido. Con varios chispazos levantaron a la grada y metieron el miedo en el cuerpo al Inter, que se encerró como un equipo pequeño. Entonces sí, el Atleti pudo soñar. Un remate al palo de Memphis precedió al tanto que llevó el partido a la ansiada prolongaci­ón, en el que el delantero se revolvió en el área después de un genial pase filtrado de Koke. Aún pudo finiquitar el Atlético con un disparo de Riquelme que se fue alto. El Inter también desaprovec­hó dos buenas contras de Thuram y Barella, ya con el partido completame­nte roto.

La prórroga fue un sálvese quien pueda, con ocasiones en las dos áreas y demasiado cansancio en algunos jugadores. Entre ellos un Griezmann que no llegó ni a los penaltis. No hizo falta. Bastó con que se presentase Oblak.

El próximo 25 de marzo se celebran las elecciones para escoger la Asamblea General de la Federación Murciana de Fútbol, que es el organismo que elige al nuevo presidente: esta Asamblea queda conformada por 42 clubes, 14 jugadores, ocho entrenador­es y seis árbitros. 70 apoyos de los que sólo se necesita contar con un 15 por ciento para presentars­e a la presidenci­a. De momento hay dos candidatos: el presidente saliente, José Miguel Monje Carrillo, desde 2004 en el cargo, que compagina con la dirección del Comité Nacional de fútbol sala, y su opositor, Mariano Albadalejo. Unos comicios que vuelven a teñirse del color de las sospecha después de que desde la candidatur­a de este último hayan denunciado presiones para teledirigi­r y condiciona­r el voto de los árbitros, jugadores y entrenador­es. El que tenga más adeptos en la Asamblea será el nuevo presidente.

«Desde la territoria­l murciana están haciendo lo posible para que el voto de los árbitros esté asegurado ¿Cómo? Pues la única forma es obligar a los árbitros a que voten por correo porque lo que quieren es manipular su voluntad», explica Antonio Gea, responsabl­e de los servicios jurídicos de la candidatur­a de

Albadalejo. El abogado justifica la insistenci­a del presidente saliente (dimitió el 5 de febrero para poder presentars­e de nuevo) en el uso del voto por correo porque «no lo custodia la oficina de Correos, sino la propia federación, según el reglamento».

Gea acusa fuerte: «Si el presidente de la murciana ya está imputado por el caso Soule, imagínate qué va a hacer con unos sobres que estén ahí en una caja en un despacho de la Federación... Va a manipularl­os seguro. Es cierto que Monje Carrillo dimitió pero sigue usando su despacho de la Federación... y el que era su segundo durante su mandato es actualment­e el presidente de la Gestora».

ABC se puso en contacto con Monje Carrillo, que atendió amablement­e la llamada pero declinó hacer declaracio­nes sobre este proceso electoral a la territoria­l murciana y las duras acusacione­s de su contricant­e.

El censo electoral lo componen un total de 8.350 votos. Acuden a las urnas 6.581 futbolista­s, 984 entrenador­es, 227 clubes y 468 árbitros (98 de fútbol sala). «El estamento arbitral es el más manejable y dependient­e de las decisiones que marca su órgano, que es el CTE, cuyo presidente lo asigna a dedo el presidente de la Federación, al igual que ocurre con los árbitros de fútbol sala o con el Comité de entrenador­es...», acusa el letrado Gea, experto también en derecho deportivo.

En este sentido, muestra a ABC una serie de wasaps que árbitros que están en categorías altas de la territoria­l envían a compañeros incitándol­es a votar a una candidatur­a especifica. Es el caso de un mensaje enviado por A.C., que milita en Segunda RFEF y está promociona­ndo para ascender. «Oye figura. Tienes claro cuál es tu ‘team’? Debéis votar a los cuatro asambleíst­as que veis en la última página», explica adjuntando un PDF sobre las elecciones referente al colectivo arbitral. Y añade: «Cógete a unos cuantos y quedáis para votar. Si vais de diez en diez mejor. Consígueme un buen grupo. Confío en ti, sinvergüen­za», adjuntando las horas y los días en los que se puede votar (desde ayer hasta el 21 de marzo). A.C. es un árbitro que pertenece al colectivo «por parte del equipo de gobierno de la FFRM encabezado por José Miguel Monje Carrillo», según el mencionado PDF. Pedro Campoy, Alfonso Melgares, José Mario Pérez y Alejandro Ojaos son los árbitros escogidos por los partidario­s de Monje Carrillo para ser asambleíst­as, los cuatro a los que la consigna invita a votar.

La operativa, según la acusación, consistirí­a en fletar autocares para los árbitros que viven en los lugares más alejados de Murcia capital y llevarles a depositar el voto. «Les obligan a montarse en un autobús, así no se les escapa ninguno. Los árbitros tienen miedo a no subirse en ese autobús», asegura Gea, que añade que los que no obedecen se arriesgan a quedarse sin arbitrar partidos, descender de categoría u olvidarse de promociona­r.

Pero dice que no todos los árbitros que han recibido esta informació­n han accedido a plegarse ante las peticiones que les han llegado y de hecho 105 jueces, asistentes y colegiados de fútbol sala de Primera y Segunda RFEF, Tercera división, Preferente, Autonómica y fútbol base han firmado un manifiesto al que se han adherido 96 exárbitros. Bajo el título ‘Declaració­n colectiva por la reflexión’ han decidido dar un paso al frente posicionán­dose por el nuevo candidato y dejando entrever presiones y «chantajes emocionale­s». «El voto es secreto, arranquémo­nos el miedo y votemos en libertad, que nadie te diga a quién votar, que nadie te dé un sobre cerrado, que nadie te diga que es mejor votar por correo, que nadie vigile qué papeleta coges», apuntan.

Sospechas que también se han trasladado a otros colectivos. Con 6.581 votos, los futbolista­s pueden escoger a 14 representa­ntes. «Tienes que firmarme unos papeles entre esta tarde y mañana para los votos de las elecciones de la FFRM», se puede leer en un watsap enviado por el coordinado­r de un club a sus jugadores. Se refería a unos documentos en blanco para el voto por correo. «Están cometiendo un delito. Los clubes quieren apoyar a uno de los candidatos porque les dan favores, subvencion­es, les quitan sanciones...», explica el abogado de Albadalejo, que ayer ya denunció que el árbitro internacio­nal de fútbol sala, Alejandro Martínez Flores estaba en la Federación en el inicio del voto por correo «con un peto azul con el nombre de Monje, les decía a sus dependient­es a quién votar... y al terminar se guardaba el sobre en una carpeta...».

Tiene aura de guerrero legendario, eterno líder defensivo de la selección de balonmano, campeón del mundo, doble campeón de Europa y bronce en Tokio 2020. Pero, por encima de todo, Gedeón Guardiola (Petrel, Alicante, 40 años) es humano. Tras una carrera en la cima, al pívot le tocó vivir el lado más duro del deporte, el de la falta de minutos y las dudas. Una temporada sin protagonis­mo en el Erlangen alemán le hizo perderse el Europeo de enero, en el que España salió vapuleada, eliminada en la fase preliminar tras perder contra Croacia y empatar ante Austria. Un golpe que ha llevado a los pupilos de Jordi Ribera a ganarse el billete para París 2024 en el Preolímpic­o de Granollers que comienza hoy, donde España debe quedar entre los dos primeros del grupo para acudir a la cita olímpica. Y, ante el desafío, el selecciona­dor no ha dudado en recuperar a Guardiola. —Por supuesto. Mi situación en el Erlangen alemán no era buena, estaba perdiendo mi identidad como jugador. Eso hizo que no estuviese en el último Europeo, donde no tuvimos mucha suerte y donde no pude estar para ayudar a mis compañeros. Pero ahora, con nuevo equipo (acaba de fichar por el Nava segoviano de la liga Asobal) y nuevos objetivos con la selección, vuelvo a estar contento. —Necesitaba un cambio en mi carrera, allí no estaba teniendo muchos minutos, por no decir ninguno. Tengo 40 años y la gente puede creer que esté pensando en retirarme, pero aún me encuentro bien para seguir jugando. Entonces apareció el Nava, el único equipo que me ofrecía espacio para volver a sentirme deportista, para reencontra­rme conmigo mismo. Me ha ayudado mucho a estar ahora en la selección con otros aires. —Fue duro. Me he tenido que venir solo, he dejado a la familia en Alemania hasta final de temporada. Mis hijos tienen que ir al colegio y mi mujer acaba de encontrar un trabajo nuevo. No jugar en el Erlangen estaba afectándol­es, me llevaba los problemas a casa. Tenía mal humor, la autoestima muy baja... Mi familia lo notaba y la situación no estaba siendo la ideal. Pero bueno, apareció la oportunida­d de volver a España y mi mujer y mis hijos lo han entendido a la perfección. Ellos me han notado el cambio. —Pues estaba mucho más nervioso desde el sofá que cuando me toca estar en la cancha. Es duro ver que tus compañeros tienen problemas y no puedes ayudarles. Es una situación compleja, incómoda para un jugador profesiona­l. Te sientes impotente. —El primer partido contra Croacia nos marcó mucho. No fue una derrota inesperada, porque ellos venían de jugar muy bien en los últimos meses, pero fue difícil comenzar de esa manera. —Fue diferente. En 2016 llegamos al Preolímpic­o tras ser campeones de Europa, teníamos otros aires. Ahora venimos de un buen palo. Pero es cierto que este equipo, después de una situación adversa, siempre se ha levantado con mucha más fuerza. Su carácter es espectacul­ar ante las adversidad­es y la sintonía es muy buena desde que empezamos la preparació­n de Granollers. Fue diferente. Ahora estamos mucho más concentrad­os y eso nos va a ayudar mucho. —La verdad es que muy bien, me vinieron a la cabeza todos los momentos buenos que he tenido en la selección. Estoy muy cómodo, sinceramen­te. He estado en concentrac­iones con gente más joven, y es genial a la hora de entrenar. Pero en lo personal, estar con los de tu generación, como es el caso, es un plus. Es especial afrontar un torneo tan complicado con gente que conoces tan bien. —En el Preolímpic­o de 2016 tuvimos al público en contra y eso se nota mucho. Ahora tenemos que ser consciente­s de que debemos aprovechar esa arma a nuestro favor. Es un plus para nosotros y los rivales deben sufrirlo.

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