Exhibición inflada
Estos días solo la política de comunicación de la Casa Real británica ha sido peor que la de MAR
Nvivimos en la zarzuela ‘Luisa Fernanda’. Y mucho menos en la ‘Mazurca de la sombrilla’. Vivimos en un país donde Óscar Puente y Miguel Ángel Rodríguez son hombres relevantes de la política. Dice Ayuso de los mensajes de su jefe de gabinete que a ver si ya no nos vamos a poder enfadar. De la ‘Mazurca’: «Yo soy un caballero español». «Yo no soy extranjera». «Abra usted el quitasol para que no se muera de celos el sol». De la conversación entre MAR y Esther Palomera, de ‘elDiario.es’: «Os vamos a triturar. Vais a tener que cerrar. Idiotas. Que os den». «¿Es una amenaza?». «Es un anuncio». El mensaje fue a las 22.51. Si me quieren amenazar sepan ustedes que yo a esa hora estoy durmiendo. Estos días solo la política de comunicación de la Casa Real británica es peor que la de MAR.
Pero cómo no se va a utilizar algo así. De algunas actuaciones de políticos nos hemos enterado mucho después. Seymour M. Hersh contó aquella vez que al presidente Lyndon B. Johnson no le gustó un artículo y en su rancho de Texas se llevó al periodista en coche, bajaron, él también se bajó los pantalones, hizo caca en el suelo delante del autor y volvieron en el coche al sitio donde estaban. Así mostró su descontento. Es fascinante porque eso no se hace cuando quieres. Digamos que Johnson no era tampoco un caballero español. De Gerald Ford dijo que era tan tonto que no sabría tirarse un pedo y mascar chicle a la vez. Y una vez que le preguntaron por qué Estados Unidos seguía en Vietnam se cogió lo que tenía en la entrepierna, como Javier Bardem en el cartel de ‘Huevos de oro’, y contestó: «Por esto». Y sobre sus capacidades sexuales, el sucesor de Kennedy decía que se había acostado con más mujeres sin querer que JFK queriendo.
Hay veces en que Isabel Díaz Ayuso y Vinicius me parecen la misma persona con distintos disfraces. Esa persona a la que tantos odian. Esa persona que se adorna en el enfrentamiento (Vini yéndose a la grada más ultra del Sadar a celebrar su gol). Dice Jaime Miquel en el ‘Confi’ que Ayuso y Monasterio son intercambiables, que la fuerza está en el PP. Que Rueda tuvo el mismo porcentaje de voto y nadie dice que es un ‘crack’. No sé, él es el experto.
En ‘La política de los chimpancés’, Frans de Waal escribió que trataba de evitar las comparaciones directas de los simios con la política humana. No le pareció gracioso que la edición francesa pusiera en la cubierta a Mitterrand y Chirac dando la mano a un chimpancé. «… lo que en realidad estamos diciendo es que no hay que tomarlos en serio, lo cual es lo contrario al mensaje que intento dar en este libro». Me va a perdonar don Frans, que en gloria esté, pero cuando nos cuenta lo de la «exhibición inflada», que consiste en una carga corta con la que un individuo muestra su seguridad en sí mismo, no puedo evitar pensar en un individuo humano con barba.