Mazón garantizará la libertad para estudiar en castellano o en valenciano
▶La nueva ley impulsada por el PP y Vox prevé que se consulte a las familias para decidir la lengua vehicular de sus hijos en el aula
La nueva Ley de Libertad Educativa impulsada por el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, ha comenzado su periplo con su registro en forma de proposición en el Parlamento autonómico con el objetivo de que a partir del curso 25-26 el alumnado (tanto de nueva incorporación como el ya matriculado) pueda estudiar mayoritariamente en la lengua elegida por las familias.
La norma deroga al modelo del anterior Gobierno de izquierdas que ya había suprimido la enseñanza en castellano en más de doscientos colegios de la Comunidad Valenciana a través de programas experimentales en Infantil y se alinea con el informe aprobado por el Parlamento Europeo que aboga por el fin de la inmersión lingüística y exige proteger el castellano y a las familias que lo reclamen.
El articulado de la proposición de ley, que saldrá adelante con la mayoría del PP y Vox, garantiza la «libertad de las familias para elegir la lengua de la enseñanza» para lo que se recuperan las líneas en castellano y en valenciano. Así, cuando se acceda a un nuevo centro en Educación Infantil, en el proceso de admisión se preguntará cuál es la lengua base que se prefiere. Para los hijos ya matriculados, se realizará una consulta telemática.
Una vez se conozca el porcentaje de familias que opta por cada lengua base por curso y centro escolar, se determinará cuántos grupos se ofertan por línea. Ese porcentaje se actualizará anualmente al inicio de la escolarización en Infantil, en primer curso de Educación Secundaria Obligatoria y en primer curso de Bachillerato. La ley, que comenzará a aplicarse parcialmente a partir del curso 24-25 y en su totalidad en el 25-26, consagra la «garantía del conocimiento de ambas lenguas cooficiales y del inglés».
Durante el curso 24-25, se hará una consulta a todas las familias con hijos ya escolarizados (en Infantil, Primaria y ESO). Con el resultado, al inicio del curso 25-26 se configurará en cada centro la lengua vehicular por grupos. Para los niños que se vayan a escolarizar por primera vez en Infantil en 25-26, las familias podrán elegir en el momento de pedir plaza.
El PP y Vox, socios de gobierno en la Generalitat, han optado por la fórmula de la proposición de ley para acelerar la tramitación y acortar los plazos. Así, una vez pase por la Mesa de las Cortes Valencianas se trasladará al Ejecutivo para su validación junto al resto de paquete legislativo con reformas, que incluye las leyes relativas a la radiotelevisión autonómica À Punt, la de Concordia (que sustituye a la de Memoria Democrática), la de Transparencia y la de la de la Agencia de Prevención y Lucha contra el Fraude.
La norma, que da cumplimiento al programa electoral con el que Mazón concurrió a las elecciones, sigue lo establecido en la Ley de Uso y Enseñanza del Valenciano, de manera que en las primeras etapas educativas (Infantil y Primero y Segundo de Primaria), hasta que el alumno ha aprendido a leer y escribir se respete su lengua habitual la mayor parte del tiempo posible, siempre que la familia la hubiese elegido como base.
Para respetar dicho derecho, la nueva ley también prevé que en caso de traslado del alumno de un centro a otro donde no pueda tener continuidad en la misma lengua base, se tenga que realizar una adaptación de la lengua vehicular y los materiales, lo que supondrá una adecuación lingüística individual. En la zona castellanohablante, se garantiza que todo el alumnado cursará la asignatura de valenciano.
La solicitud de exención tendrá efectos en la evaluación y calificación únicamente, pero los alumnos deberán asistir y participar activamente. Se elimina la obligatoriedad de impartir un 25% del tiempo lectivo y asignaturas troncales en valenciano.
Equilibrio entre las lenguas
En la zona valencianohablante, que incluye a la mayor parte de la población escolar, la lengua base siempre tendrá mayor peso. En las primeras enseñanzas, la otra lengua cooficial se cursará durante un 25% del tiempo lectivo, en cumplimiento de la jurisprudencia. A partir de Tercero de Primaria, habrá un mayor equilibrio entre las dos lenguas cooficiales, con una diferencia máxima del 20% del tiempo entre ellas. Esto supone, en la práctica, que desde ese curso aproximadamente la mitad del tiempo lectivo se impartirá en la lengua base y el resto se repartirá entre la otra lengua cooficial y el inglés.
De esta forma, se pretende seguir la línea de las sentencias contra proyectos lingüísticos aprobados por el anterior Gobierno de Ximo Puig, en los que había un gran desequilibrio entre ambas lenguas oficiales.
La nueva norma también asegura el derecho del alumnado a examinarse en valenciano o castellano en las asignaturas no lingüísticas.
El articulado extingue los programas experimentales de la izquierda por los que más de 200 colegios habían suprimido ya el español