Asaja insiste en que se permitan balsas para almacenar el agua de la lluvia
El presidente de Asaja Córdoba, Ignacio Fernández de Mesa, afirmó ayer que las lluvias de los últimos días han sido «muy positivas» para todos los sectores agrícolas y ganaderos y «suponen un gran alivio para el campo», pero sería «fundamental que las administraciones eliminaran las trabas actuales a la construcción de balsas y pequeños microembalses que aprovecharan las escorrentías en tiempo de lluvias y así aliviar los periodos de sequía».
Fernández de Mesa explicó que «se puede comprobar cómo sigue yendo mucha agua al mar en estos periodos de intensas lluvias» y estas balsas y microembalses «solo traen beneficios para el campo y el medio ambiente, pues evitan desbordamientos de los cauces, almacenan agua en invierno para usarse en verano y ahorran agua al conjunto de la cuenca, pues no tienen que captar de los ríos en verano».
Por ello, agregó, «también deberían permitirse bombeos directos a balsas de aguas de escorrentía invernales», que «no perjudican a nadie y son muy beneficiosos para la economía de las zonas rurales».
El caso de Jauja
«Un claro ejemplo de ello son los riegos de Jauja, a los que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir les deniega la posibilidad de hacer una balsa con medios propios y bombear aguas de escorrentía del Genil, aguas que se pierden al mar, lo cual es un sinsentido», dijo.
Asaja también consideró importante continuar el impulso del uso de aguas regeneradas para riego, «lo cual, de no hacerse, frena la inversión y la generación de riqueza». Además, insistió en la necesidad de mantener todas las inversiones previstas en la mejora de las instalaciones hidráulicas previstas en sequía para que, cuando lleguen periodos de escasez, «estemos mejor preparados que hasta ahora para cuando vengan periodos de sequía como el que hemos pasado».
Por otro lado, Fernández de Mesa señaló que «no puede olvidarse que Córdoba tiene una infradotación de regadío muy notable frente a otras provincias». Como detalló, «es la provincia de la cuenca del Guadalquivir que más agua almacena (un 49,55%) y la que menos riegos tiene (sólo un 16,83%). Por ejemplo, Córdoba es la provincia que menos porcentaje de olivar en riego tiene en esta cuenca (sólo un 14,39%) a pesar de ser la segunda en superficie».