ABC (Córdoba)

La obra maestra de Xabi Alonso en el Leverkusen

▶El técnico español pone fin a once años de hegemonía del Bayern Munich y da al Leverkusen su primera Bundesliga ▶Su equipo, sin derrotas a lo largo del curso, es finalista de Copa y acaricia las semifinale­s de la Europa League

- SERGI FONT

Han tenido que pasar 120 años para que el Bayer Leverkusen, que ayer ponía fin a la tiránica hegemonía del Bayern de Múnich durante las últimas once temporadas, celebrara su primera Bundesliga. Más de un siglo en el que el club alemán solo había ganado una Copa de la UEFA (ante el Espanyol, en 1988) y una Pokal (Copa de Alemania), cinco años después. Un milagro bajo la pizarra de Xabi Alonso que puede magnificar­se si conquista un triplete impensable hace año y medio. El Leverkusen, campeón a falta de cinco jornadas para el final de la liga germana, disputará la final de la Pokal el próximo 25 de mayo y tiene pie y medio en semifinale­s de la Europa League tras vencer en la ida de los cuartos al West Ham (2-0).

La trayectori­a del equipo de la aspirina es tan espectacul­ar, regular y contundent­e que poco le importó a su hinchada que las victorias de Bayern y Stuttgart el sábado aplazasen el anhelado alirón. El Leverkusen necesitaba ayer los tres puntos ante el Werder Bremen, un equipo que no ganaba desde hace dos meses y que acudía al BayArena habiendo sumado dos puntos de los últimos 18 posibles. Los de Xabi no fallaron, golearon a su rival (5-0) y la fiesta acabó imponiéndo­se. El triplete de Wirtz, junto a los tantos de Boniface de penalti y Txaka desataron la euforia y provocaron la invasión de campo.

La trayectori­a del Leverkusen ha convertido a Xabi Alonso en el entrenador del momento, la revelación de los banquillos en este curso. Un técnico venerado y querido por los aficionado­s, como demostraro­n ayer miles de ellos luciendo en las gradas caretas con el rostro del español.

La llegada del tolosarra al equipo fue una apuesta personal del español Fernando Carro, CEO del club, y de su director deportivo, Simon Rolfes, que no tuvieron en cuenta ni les importó su nula experienci­a en los banquillos de élite (solo había entrenado en la cantera del Real Madrid y al filial de la Real Sociedad, al que ascendió a Segunda en dos años). Sustituyó a Gerardo Seoane en octubre de 2022 después de que, tras una contundent­e derrota ante el Bayern (4-0), el equipo tocara fondo y cayera a la penúltima posición de la tabla. Año y medio después ha pasado de la zona de descenso a ganar la Bundesliga y soñar con un triplete.

Xabi Alonso le cambió la cara al equipo desde el primer día. En su primer partido goleó 4-0 y empezó a dar pinceladas de su estilo: juego de posesión, defensa de tres con dos carrileros largos, presión en bloque alto, campo muy abierto, combinacio­nes constantes y fútbol de ataque. Esa temporada el Leverkusen acabó sexto, clasificán­dose para la Liga Europa.

Objetivo, acabar invicto

Más allá de los títulos, Alonso sueña con un récord histórico: la posibilida­d de acabar la temporada sin perder ningún partido. Esta temporada ha dirigido 43 encuentros (29 de Bundesliga, 5 de Pokal y 9 de Europa League), con 38 victorias (25-5-8), cinco empates (4-0-1) y ninguna derrota. La diferencia de goles también es espectacul­ar, con 123 goles a favor y 31 en contra.

Discípulo de entrenador­es como Rafa Benítez, Carlo Ancelotti, José Mourinho o Pep Guardiola, Xabi Alonso ya ha superado en el Leverkusen a entrenador­es míticos como Erich Ribbeck (ganó la UEFA de 1988), Christoph Daum (fue tres veces subcampeón de la Bundesliga entre 1996 y 2000) y Klaus Toppmöller (en la temporada 2001-02 peleó la Bundesliga, alcanzó la final de Copa y perdió la final de la Champions ante el Real Madrid).

La pequeña ciudad de Leverkusen, en la ribera oriental del Rin (ubicada en el estado de Renania del Norte-Westfa

El técnico guipuzcoan­o cogió al equipo el pasado curso cuando estaba en zona de descenso y lo acabó clasifican­do para Europa

lia, a medio camino entre Colonia y Düsseldorf) idolatra a Xabi Alonso. Las bufandas con el mensaje ‘Danke Xabi’ (gracias, Xabi) se venden cada jornada por cientos y la afición sueña, vibra y disfruta recordando los episodios más épicos de un equipo que no descarta nada. «No es suerte, es trabajo», asegura Granit Xhaka, la prolongaci­ón de Alonso en el campo, cuando rememora victorias épicas vividas este curso a las órdenes del español, como la remontadas ante el Qarabag en la Europa League (del 0-2 en el minuto 71 se pasó al 32). También fueron memorables, por ejemplo, el triunfo ante el Augsburgo (0-1 en el 94) y las dos remontadas ante el Leipzig (2-3 en el 91) y el Stuttgart (32 en el 90), esta última en la Copa de Alemania.

Ya no es el ‘Neverkusen’

Xabi Alonso ha conseguido desterrar el apodo despectivo ‘Neverkusen’ (juego de palabras entre never –nunca en inglés– y Leverkusen) con el que se han referido durante años al Bayer las hinchadas rivales por haberse quedado a las puertas de todos los grandes títulos y no ganar ninguno. Hasta ayer, la primera Bundesliga de su centenaria historia. «Tomamos muchas decisiones correctas y, como hemos visto, el equipo se ha unido muy bien. Hemos podido progresar para crear una mentalidad, un estilo de fútbol y se está volviendo no solo un buen fútbol sino muy competitiv­o», explicaba el técnico español.

Con la ilusión de firmar un triplete y la Champions como objetivo la próxima temporada, el vestuario celebra la decisión de Xabi Alonso de quedarse una temporada más en el Leverkusen. De hecho, Frimpong desveló que los jugadores «aplaudiero­n mucho» cuando anunció en marzo que permanecer­ía en el club un año más. «Desde que llegó aquí, ha cambiado al Leverkusen. A todos les encanta trabajar con el entrenador. En el campo se ve que estamos contentos. Tenemos una conexión juntos y eso es lo que hace al equipo», detalló el futbolista.

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// AFP La afición del Leverkusen invadió el campo tras conquistar la Bundesliga

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