ABC (Córdoba)

«No hay país, salvo uno de fantasía, en el que no exista riesgo de una guerra civil»

Alex Garland dirige ‘Civil War’, un filme sobre la polarizaci­ón protagoniz­ado por Kirsten Dunst

- FERNANDO MUÑOZ

«No hay país, salvo uno de fantasía, en el que no exista riesgo de una guerra civil». Quien habla con esa rotundidad es el escritor Alex Garland, que con ‘28 días después’ se convirtió en guionista para acabar como lo que es ahora, uno de los directores de cine con más personalid­ad. Lo demostró con ‘Aniquilaci­ón’ y con ‘Men’. Ahora ha ido más allá con ‘Civil War’, una película donde se atreve a llevar una guerra civil a las puertas de la Casa Blanca y el Capitolio.

No es la primera vez que Washington o Nueva York arden en la pantalla. O que sus ciudadanos son bombardead­os, o que el presidente recibe un disparo... Pero casi nadie se había atrevido a llevar al presente, un presente tan realista como factible –él la define como «ficción especulati­va»–, un conflicto entre hermanos en la primera potencia mundial. Al fin y al cabo, el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021 lo provocaron americanos contra americanos enfermos de polarizaci­ón. «Yo la escribí antes, y antes del asalto ya la tenía financiada», asegura el director de ‘Civil War’, que visitó este martes Madrid en plena gira triunfal tras debutar en EE.UU. como la película más vista del fin de semana y de la historia de su productora, A24. «Lo que recuerdo de aquel 6 de enero es que lo que pasó ya se nos había advertido: había un lenguaje violento previo

y ese lenguaje solo desencaden­a en violencia. La amenaza del 6 de enero ya estaba ahí. Cuando ocurrió, me impactó pero no me sorprendió».

En la ‘Civil War’ de Garland no hay aliens con ganas de destruir la Gran Manzana ni rusos o coreanos capaces de asaltar el Pentágono. Lo que hay, y solo lo escuchamos por la radio, en conversaci­ones entre periodista­s o en las pantallas de los móviles, es un presidente que se ha enrocado en un tercer mandato (algo inconstitu­cional allí) y una coalición de estados rebeldes (con alianzas tan «antinatura­les» en esta era de crispación como la muy liberal California con la conservado­ra Texas) que se levanta en armas contra el «okupa» de la Casa Blanca. Y levantarse en armas en la nación más armada del mundo es ver cazas, tanques y soldados de élite matándose en el ‘parking’ de un centro comercial abandonado.

Mundo polarizado

Y aunque ese conflicto político solo se aparece en un segundo plano, como en aquel ‘Ruido de fondo’ de DeLillo, toda el metraje está dominado por la política. «Al observar los problemas que han surgido en Reino Unido, en EE.UU. o en otros países europeos, todo está relacionad­o con la polarizaci­ón. Se vende que es una división de derecha contra izquierda, pero no es así: el problema es que los extremista­s se han adueñado de los partidos. Antes era una cosa de posiciones ideológica­s, de impuestos bajos versus redistribu­ción de la riqueza... pero ahora no, porque ahora ponerse o no una mascarilla se utiliza como ideología, pero no lo es», reflexiona el cineasta como respuesta a por qué no quiso

aclarar las posiciones políticas de unos y otros en el filme y el motivo por el que unió en el bando rebelde a estados «rivales». «Yo soy de centro izquierda, pero tal y como está la política de polarizada, mi pensammien­to político no es si soy de izquierdas o de derechas, sino de centro contra extremismo. A mí la derecha no me preocupa, tengo grandes amigos en la derecha, pero el extremismo... no tengo amigos extremista­s. Y ahora la política se centra en eso, centro contra extremista­s, da igual que sean derechas o izquierdas. Y cuando en algunos sitios dicen que la película es apolítica es claramente una respuesta de un mundo polarizado», remata.

Volviendo a ‘Civil War’, Garland centra su cámara en tres periodista­s, dos veteranos, interpreta­dos por Kirsten Dunst y Wagner Moura, y una joven aspirante a fotógrafa. A través de ellos y de su objetivo de alcanzar la Casa Blanca antes de que lleguen los primeros rebeldes a deponer al presidente sitúa al espectador en primera línea de fuego. Más allá de la fantasía de esos reporteros disparando flashes como quien dispara un fusil, Garland ha hecho una película que pone en valor al cuarto poder como lo hiciera, en su estilo y distancia sideral, ‘Todos los hombres del presidente’.

Película antibélica

Lo hace a través de una protagonis­ta que bien podría ser la mítica fotógrafa de guerra Lee Miller. Aunque Kirsten Dunst, que habló con ABC a través de un encuentro virtual con medios extranjero­s, dice que su gran inspiració­n fue María Colvin después de verla en el documental ‘Under the wire’. «Lo increíble de esta película es que no sabes quién está haciendo lo correcto y quién no, lo importante es la polarizaci­ón que lleva al conflicto y cómo se cuenta a través de unos periodista­s. El modo en el que Alex lo escribió me hizo aterroriza­rme. Y esto es lo que creo que es esta película, una advertenci­a por lo que está pasando, un filme de guerra antibélico», sentencia.

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// EFE El cineasta y escritor Alex Garland ya dirigió la película ‘Ex Machina’
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// ABC Cailee Spaeny y Kirsten Dunst

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