Las lágrimas de Badosa no dejan de caer
Una pequeña rotura en el aductor la obliga a otra retirada, tercera en 2024, ante Sabalenka
Vive Paula Badosa la cara más oscura del deporte. La que se obvia cuando se levantan los títulos, pero que convive cada día con los deportistas. La tenista volvió a caer ayer ante el peor de los rivales: las lesiones, y no pudo esconder la frustración que le supone vivir inmersa en una temporada aciaga de dolores y poca continuidad.
Fue en el torneo de Stuttgart, en la ronda de octavos, cuando la española volvió a ser atacada por el dolor. Una pequeña rotura en el aductor, confirmaría después. Después de un inicio de partido estupendo, gran nivel y de igual a igual ante Aryna Sabalenka (76 (4), 4-6 y 3-3), la española acabó entre lágrimas al anunciar su retirada. Apoyada en el hombro de su amiga, soltó la decepción que le suponía un nuevo traspié en su intento por recuperar la continuidad en el circuito. «Me
siento tan mal por ella. Quiero a esta chica... De verdad, yo también he estado a punto de llorar. Espero que de verdad se recupere lo antes posible y pueda estar lista para jugar en Madrid. No tengo ninguna emoción en este momento. No estoy feliz ni estoy triste. Solo quiero agradecer a las personas que se quedaron hasta el final», comentó Sabalenka tras esta victoria agridulce.
Ya son demasiados meses en esta incertidumbre constante de si las lesiones le permitirán, al menos, terminar los partidos. Esta es la retirada número 33 en su carrera, la mayoría de ellas en esta última etapa. Solo en este 2024, no pudo finalizar el encuentro ante Diana Schnaider en Tailandia en enero y tampoco su estreno en el WTA 1.000 de Dubái en febrero ante Lulu Sun. Ayer era la ronda de octavos. Son catorce los partidos jugados, con seis victorias y ocho derrotas.
Comenzó 2023 con un problema muscular en el muslo que la dejó sin Abierto de Australia, y en primavera la fractura por estrés de la vértebra l4 le ha impedido jugar cuando, cuanto y como ha querido. «El dolor no me deja avanzar», confesaba cuando tuvo que retirarse de Wimbledon por esta circunstancia. Aprendió que no podía acortar plazos de recuperación con este problema, pero, a pesar de ser paciente, el camino espinoso continúa. Esta vez, una rotura en aductor.
Tenía muchas ganas de comenzar 2024, de recuperar aquel nivel que la llevó al número 2 del mundo en 2022, tres títulos de los grandes en su raquetero (Sídney, Belgrado, Indian Wells), pero son demasiadas las trampas que le impone su propio cuerpo.
Aunque ahora sea lo de menos, Badosa pulula por el puesto 93 del ranking, y espera tener buenas noticias en las pruebas médicas para saber si puede participar en el Mutua Madrid Open que comienza el próximo lunes 22. Defiende los octavos del año pasado y los cuartos del torneo de Roma, antes de París, que no jugó el año pasado por esa lesión en la espalda.