Los gibraltareños anteponen eliminar la Verja a la soberanía
▶Un sondeo de la radiotelevisión pública del Peñón sitúa la libertad de movimiento como lo que más preocupa ▶Siete de cada diez aceptarían hacer concesiones a España y el 57%, un uso conjunto del aeropuerto de Gibraltar
Los gibraltareños nunca han querido oír hablar de soberanía española, ni siquiera de cosoberanía entre Reino Unido y España. Gibraltar, situada en la provincia de Cádiz, con una superficie de menos de siete kilómetros cuadrados y unos 38.000 habitantes, rinde honores a su metrópolis, Reino Unido, y a la Corona británica. No quiso abandonar la Unión Europea (UE) y lo dejó bien claro en el referéndum celebrado en 2016: el 96% de los participantes votó contra el Brexit. Pese a ello, prefirieron seguir la estela de Reino Unido. Seguir siendo británicos ha sido siempre su prioridad y su máxima preocupación, hasta ahora.
Una encuesta elaborada por una consultora para la radiotelevisión pública de Gibraltar, GBC (Gibraltar Broadcasting Corporation por sus siglas en inglés), ha desvelado un cambio de tendencia entre los ‘llanitos’, que se juegan su futuro en las negociaciones emprendidas hace dos años por el Reino Unido y la UE para cerrar un tratado que posibilite su encaje en la Unión tras el Brexit. Es lo que en la zona se denomina ya ‘Gibrexit’. Si hay un acuerdo, la Verja será eliminada y se creará un área de prosperidad compartida a ambos lados.
Eso permitirá un tránsito fluido a ambos lados, sin las constantes retenciones que se producen a diario. Si dicho tratado no logra cerrarse, los controles en la Aduana se endurecerán. En Gibraltar se teme una debacle que comparan con el cierre de la Verja en 1969 por parte de Franco.
Los resultados de dicha encuesta, efectuada entre 2.100 residentes en Gibraltar, son sorprendentes por inéditos. Las prioridades han cambiado para los gibraltareños, temerosos de lo que se les puede venir encima. La eliminación de la Verja es ahora para ellos lo más importante del tratado que se está negociando y la mayoría está dispuesta incluso a hacer concesiones a España para conseguirlo.
Así, para el 85% de los encuestados, es «muy importante o importante» poder entrar y salir libremente de Gibraltar. Ya por detrás, priorizan salvaguardar la economía y la soberanía, ambas cuestiones empatadas en segundo lugar, con la seguridad en cuarta posición como principales inquietudes, según destacó ayer la GBC.
De hecho, para el 28% de los encuestados, la libertad de movimientos es lo que más le interesa de las negociaciones que se vienen manteniendo en Bruselas frente al 22%, que ha contestado que la soberanía. En el mismo porcentaje, la inquietud de que la economía local se resienta. Y
no es para menos. Gibraltar tiene la tercera renta per cápita del mundo. Los gibraltareños gozan de un elevado poder adquisitivo frente a los pésimos datos económicos de sus vecinos a este lado de la Verja, donde el desempleo y la exclusión social son incontestables pese a contar con uno de los puertos más importantes de Europa y el polo químico más potente de Andalucía. La seguridad figura en cuarta posición con un 19% de los gibraltareños consultados y por último, el medio ambiente.
El 51% de los participantes considera aceptable suprimir los controles fronterizos aunque les inquieta la seguridad. El 59% cree que una frontera dura afectaría de manera significativa al tránsito de personas y mercancías.
‘Gibrexit’ duro
El sondeo desvela que la mayoría están muy preocupados o preocupados por los riesgos asociados a un resultado no negociado y la perspectiva de una frontera dura. Por ello, siete de cada diez han respondido que aceptarían hacer algunas concesiones. Así, el 57% aceptaría un uso conjunto del aeropuerto de Gibraltar, algo sobre lo que parece que hay acuerdo entre Reino Unido y la UE.
El 75% de los sondeados, eso sí, se muestran preocupados o muy preocupados por el aumento de la influencia española en los asuntos de Gibral
Rechazan en su mayoría, eso sí, la presencia de agentes españoles en los controles fronterizos en el puerto y el aeródromo
tar. Si nos detenemos en el detalle del sondeo, hay otras cuestiones a destacar. A la pregunta ¿Cómo de aceptable sería que Gibraltar hiciera concesiones para el futuro tratado?, el 29% ha respondido que sólo concesiones menores frente al 26%, que ha respondido que haría concesiones «proporcionadas» a España. Un 17% haría mayores concesiones si fuera necesario y, en el mismo porcentaje, están los que no harían concesiones de ningún tipo.
Dos de cada tres no apoyarían la presencia de funcionarios españoles en el puerto y el aeropuerto de Gibraltar y creen que afectaría a la soberanía de Gibraltar. Es éste, precisamente uno de los escollos del tratado que se está negociando. Así, a la pregunta de si los controles en los puntos fronterizos por parte de España podrían afectar la soberanía del Peñón, el 44% considera que está completamente de acuerdo, frente al 22% que considera estar de acuerdo y el 18%, en desacuerdo o en total desacuerdo. El 66% cree que dichos controles afectarán a la soberanía.
El tratado sería positivo para las oportunidades económicas de Gibraltar para el 37% y muy positivo para el 28%. Sólo el 9% considera que sería negativo.
La segunda ronda de negociaciones al más alto nivel político que se celebró la semana pasada en Bruselas se cerró sin acuerdo tras seis horas de reunión. En la mesa negociadora: el vicepresidente de la Comisión Europea encargado de la relación con Reino Unido, Maros Sefcovic, el ministro de Asuntos Exteriores, su homólogo británico, David Cameron, y el ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo. Al cierre de esta edición aún no había fecha para un nuevo encuentro aunque los plazos apremian dadas las inminentes elecciones europeas del próximo 9 de junio.