FACEBOOK, UNA RED CON AGUJEROS
EL último escándalo que ha sacudido a Facebook demuestra la vulnerabilidad de internet y el desamparo y desprotección que afrontan sus usuarios, ya que navegar por la red conlleva riesgos que tanto los particulares como las autoridades deberían tener en cuenta para minimizar los daños. La consultora británica Cambridge Analytica, que trabajó para la campaña de Trump, se hizo en 2014 con la información personal de más de cincuenta millones de usuarios de esta red social en Estados Unidos y, posteriormente, la usó para influir en las decisiones de los votantes. Esta masiva filtración constituye una amenaza de primer orden a nivel empresarial y político. Prueba de ello es que, más allá de la investigación iniciada en EE.UU., los parlamentos del Reino Unido y la UE reclamaron ayer la comparecencia del fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, para ofrecer las explicaciones pertinentes. Es alarmante que un tercero pudiera acceder con tanta facilidad a los datos de usuarios sin su consentimiento cuando, en teoría, esta red social garantiza su protección. Y más aún que dicha información se emplease con fines políticos, ya que el objetivo último de la consultora consistía en orquestar campañas para influir en el voto final. Además, Facebook no hizo nada hasta dos años después de venderse la información y, de hecho, tan solo suspendió la cuenta de Cambridge Analytica cuando el escándalo salió a la luz. Los agujeros de estas plataformas y de la red en general son patentes, tal y como evidencian los masivos ataques de hackers, así como las habituales extorsiones y los sabotajes informáticos que sufren empresas y particulares. Garantizar la seguridad y la privacidad en internet es todavía una tarea pendiente.