Cómo funciona la asignación fiscal
¿A qué destina la Iglesia los fondos del IRPF?
El 81% de los recursos que llegan a la Conferencia Episcopal a través de la Asignación Tributaria se envían directamente a las diócesis para su sostenimiento. Esos fondos rondaron los 256,21 millones de euros en 2017. El 19% restante se destina a pagar la Seguridad Social del clero, retribución de los obispos, proyectos de rehabilitación y construcción de templos en las distintas diócesis, actividades pastorales a nivel nacional, centros de formación como las facultades eclesiásticas, etc.
Los recursos que van a las diócesis, ¿para qué se usan?
El 25% se dedica a acciones pastorales y asistenciales; el 27% a conservación de edificios y gastos de funcionamiento; y el resto a la retribución del clero (20%); gastos extraordinarios (10%); a la retribución del personal seglar (12%) y el 6% restante a centros de formación, según la última Memoria de Actividades de la Iglesia correspondiente a 2015.
El IRPF ¿es su principal fuente de financiación?
No. Supone el 24% de todo su presupuesto. Las donaciones de los
fieles son la principal fuente de financiación de las diócesis, llegando a suponer más de un tercio de sus recursos.
El Estado, ¿financia la labor de la Iglesia?
No. Con el acuerdo alcanzado en el mes de diciembre del año 2006 con el Gobierno socialista, los fondos que recibe la Iglesia a través de la Asignación Tributaria dependen exclusivamente de la voluntad de los contribuyentes. No hay partidas presupuestarias a favor de la Iglesia con cargo al Estado. Si ningún contribuyente marcara la «X» en favor de esta institución en su declaración de la Renta, la Iglesia pasaría a recibir cero euros.