Los Bomberos fueron a sofocar un fuego y hallaron a los niños, de 13 y 8 años, quemados en su dormitorio
Investigan si un hombre mató a sus dos hijos antes de arrojarse al tren
La Policía Nacional investiga las extrañas circunstancias de la muerte de dos hermanos de 13 y 8 años, cuyos cadáveres fueron hallados carbonizados en su domicilio de Getafe por los Bomberos de la Comunidad de Madrid que acudieron a sofocar un incendio. Se da la circunstancia de que poco después, un hombre de 46 años se arrojaba a las vías del tren en la estación de Cercanías de Getafe Industrial, situada a escasos 1,7 kilómetros, a unos siete minutos en coche. Pereció en el acto, según indicaron fuentes de Emergencias 112 y policiales.
Cuando se cruzaron los datos, se descubrieron las dimensiones de la tragedia: se trataba del progenitor –José Alberto Gálvez López– de las víctimas, los dos pequeños. Las primeras pesquisas policiales apuntan a un doble filicidio y a un suicidio posteriorparricidio, según fuentes consultadas.
El dramático episodio se descubrió a las 20.30 horas. Todo sucedió en el número 8 de una vivienda situada en la plaza de Benjamín Palencia, tras recibir el 112 una llamada alertando de un fuego a las 20.15 horas. El siniestro no era muy grande, ya que solo afectaba a una parte del piso, un bajo, por lo que fue apagado enseguida.
La sorpresa llegó cuando los efectivos de los bomberos se toparon con los cadáveres: el de un niño de 13 años y el de su hermana, de 8. Estaban en su dormitorio, en donde se originaron las llamas, sobre un colchón y totalmente abrasados, por lo que los sanitarios del Summa no pudieron hacer nada por ellos. La carga de fuego no parecía corresponder, a priori, con el estado de los cuerpos.
A las 20.20 horas, entró el segundo aviso, el de un hombre arrollado en la estación de Getafe Industrial. Se suicidó tirándose a las vías. La Policía investiga si, antes, acabó primero con la vida de los pequeños y luego provocó el incendio para borrar pruebas y/o retrasar el hallazgo de los cadáveres o fueron otras las causas. Se da la circunstancia de que los Bomberos y los sanitarios accedieron al inmueble con las llaves de la madre –R. M. M.–, que no se encontraba en el piso. Esta acudió de inmediato y, tras conocer el trágico desenlace, fue atendida al sufrir una fuerte crisis de ansiedad, y trasladada al hospital de Getafe.
Según algunas fuentes, fue su marido, con el que estaba en trámites de separación, el que tras prender las llamas se marchó de casa. La conmoción en el vecindario no se hizo esperar. «El niño tenía una discapacidad psíquica. Su padre estaba siempre paseando por la plaza con él. Estaba deprimido, era la tristeza andante. Daba mucha pena», indicaba una residente en la finca.
«¡Qué horror! No me lo puedo creer. Es espantoso. No puede ser cierto. –decían otros vecinos–. La cría era encantadora, muy alegre y vivaracha, y el hermano, ¡pobre!. La madre es profesora de idiomas en un colegio cercano; él no sabemos si trabajaba ahora».
«El niño era discapacitado; y su padre, la tristeza andante», comentan los vecinos, apenados