La Agencia de Cooperación llama a unir lazos con la universidad
▶ Loyola Andalucía clausura el IV Congreso Internacional de Estudios del Desarrollo
La directora de Cooperación con América Latina y el Caribe de la Agencia Española por la Cooperación Internacional y el Desarrollo ( AECID), Carmen Castiella, considera que se ha acabado el tiempo de las colaboraciones puntuales con la universidad. Es el momento de que las instituciones se unen y establezcan una agenda común, reforzando sus alianzas, para avanzar en Cooperación. Así lo afirmó ayer en la clausura del IV Congreso Internacional de Estudios del Desarrollo organizado por la Universidad Loyola Andalucía y la Red Española de Estudios del Desarrollo (Reedes) en Córdoba, en el marco de una conferencia en el que propuso que la AECID y las universidades de España hagan un trabajo conjunto para «repensar la cooperación».
Castiella desgranó durante su intervención los retos que supone la aplicación de la conocida como Agenda 2030, una serie de medidas basadas en 17 objetivos de aplicación universal que, desde el 1 de enero de 2016, deben regir los esfuerzos de los países que conforman el sistema de las Naciones Unidas para lograr un mundo más sostenible. España no se queda atrás y debe hacer de la cooperación una «línea central de la acción de gobierno», siguiendo los dictámenes de esta agenda «transformadora», que llama a un nuevo reparto de responsabilidades y a un nuevo paradigma, que es también «universal porque nos interpela a todos y hace obsoleto el reparto tradicional de roles entre norte y sur». El papel que adopte el país con respecto a los retos de la Agenda 2030 «tiene que ver con la imagen que damos los españoles en el exterior pero también hacia nosotros mismos cuando nos miramos al espejo», afirmó.
Además, Castiella apuntó que la Agenda 2030 empuja a la sociedad a articular un nuevo marco estratégico con todos los actores de la cooperación: desde la sociedad civil hasta la universidad, pasando por los sindicatos. Pero también a impulsar cambios a nivel territorial, «sacando la Agencia de Madrid» y dándole presencia a su actividad en todas las provincias. En este sentido, apuntó además a la necesidad de repensar la AECID de puertas hacia adentro, modernizando su estructura y también dignificando las condiciones laborales del personal que trabaja en la agencia y que, a su juicio, no reflejan el compromiso que tienen con la cooperación.
Uno de los retos a los que se enfrenta la Unión Europea en general y España en particular es el de la inmigarción. Castiella llamó ayer a entender la migraciones como una oportunidad y no como un problema, aunque sin obviar una realidad: «el desafío global que suponen». Esa fue una de las claves a las que aludió para trazar un dibujo del contexto en el que los países tienen que aplicar los mandatos de esta agenda, que se resumen en «recuperar la centralidad de los derechos humanos» mediante acciones integrales y no puntuales ni sectorializadas.
La conferencia de Carmen Castiella puso ayer fin a un congreso que tuvo lugar en el Auditorio del Real Jardín Botánico de Córdoba durante los últimos tres días, en los que la investigación sobre el desarrollo frente a los límites de la globalización fue la temática vertebradora de las sesiones. En la cita se han estudiado la capacidad y las vías por las que la investigación, en el marco de los estudios del desarrollo, puede contribuir a enfrentar los límites de la globalización y su amplia problemática —carencias de gobernanza global, aumento de las desigualdades, cambio climático, devastación del medio ambiente y movilidades humanas—, en un contexto donde la sostenibilidad y la convivencia están amenazadas. El rector de la Universidad Loyola, Gabriel Pérez Alcalá, ha cerrado el acto con un mensaje de agradecimiento a los voluntarios de la institución académica que hicieron posible la celebración del congreso.
Carmen Castiella afima que la Agenda 2030 invita a hacer de la sostenibilidad línea de acción de gobierno