El Banco de España alerta de que el alza del SMI impactará en el empleo
▶ La entidad recorta en tres décimas el incremento de la ocupación en 2019, hasta el 1,6%
El Banco de España se ha sumado a los críticos contra la subida del salario mínimo hasta 900 euros el año próximo, entre ellos Octavio Granado, secretario de Estado de la Seguridad Social. El organismo que preside Pablo Hernández de Cos sostiene que su incremento en un 22,3% afectará de forma directa a un 6,2% de los trabajadores en activo, «una proporción considerable dada la importante cuantía». «Sin embargo, el impacto de la medida sobre la remuneración de los asalariados, en su conjunto, será prácticamente nulo, ya que, en términos porcentuales, los efectos al alza sobre el salario medio se verán compensados aproximadamente por una pérdida de empleo de similar magnitud», afirma el Banco de España en un documento sobre las previsiones económicas de España hasta 2021.
En su comparecencia ante el Congreso a principios de noviembre, Hernández de Cos reclamó que las alzas de salario mínimo «deberían diseñarse teniendo en cuenta la productividad de los trabajadores afectados y su grado de empleabilidad si se quieren evitar efectos no deseados, en forma de pérdida de empleo y aumento de la desigualdad». Su previsión es que se dejaran de crear unos 150.000 puestos de trabajo. «Tenemos pocas experiencias de subidas de un 22%. No vayamos a lograr lo contrario de lo que pretendíamos y reduzcamos el empleo de aquellos a los que se quería ayudar, los jóvenes», aseguró entonces el gobernador. Críticas similares a las realizadas por la Autoridad Fiscal, que cifró la pérdida de empleo en unos 40.000 en el primer año y unos 20.000 en el segundo. El coste de subir el salario mínimo hasta 900 euros supondrá 70.000 trabajos menos para la Comisión Europea.
La desaceleración de la ocupación será patente en 2019 según el Banco de España. El retroceso será de tres décimas, hasta el 1,6%, idéntico porcentaje de aumento que en 2020, aunque supone una décima menos que las previsiones iniciales. Pese al freno, la creación neta de puestos de trabajo «propiciará descensos adicionales de la tasa de paro», hasta situarse, a finales de 2021, «ligeramente por encima del 12%».
Menos empleo en 2019 y menor crecimiento este año. El Banco de España espera que el PIB modere su avance hasta el 2,5% en 2018, una décima por debajo del 2,6% que anticipó en septiembre. En 2019 prevé un crecimiento del 2,2% (sin cambio) y en 2020, del 1,9% frente al 2% anterior (previsiones de septiembre).
Avisa el Banco de España de que la caída del precio del petróleo influirá en el crecimiento. El organismo espera una «desaceleración» del índice armonizado de precios de consumo en los próximos trimestres, «ligada a una menor contribución del componente energético». Según sus previsiones el índice armonizado de precios al consumo crecerá un 1,8% este ejercicio, y su avance se moderaría hasta el 1,6% en 2019 y 2020. En 2021, se situaría en el 1,7%.
El supervisor considera que las revisiones de las proyecciones de inflación «son modestas» –una décima a la baja el año que viene y otra al alza en 2020–, como reflejo principalmente de la «nueva senda esperada del precio del crudo a partir de los futuros de esta materia prima».
En cuanto al déficit público, augura que acabe el año en el 2,7% del PIB, tal y como prevé el Gobierno. Sin embargo, critica que el déficit solo se reduzca por efecto de la recuperación económica. «Aunque el crecimiento nominal del producto explica una senda ligeramente descendente de la ratio de deuda pública, su nivel en 2021 seguiría siendo excesivamente elevado», advierte el banco.
Varios serán los riesgos para el crecimiento a los que tendrá que hacer frente la economía española. El organismo cita factores externos como «un posible resurgimiento de tensiones financieras asociadas a la combinación de políticas económicas en Estados Unidos» con los efectos potenciales que podrían tener sobre las economías emergentes. Como segundo factor, el Banco de España se refiere a la «hipotética escalada en la adopción de medidas proteccionistas, que podría afectar al dinamismo del comercio y la actividad globales». En Europa, «las vicisitudes de la política presupuestaria en Italia y la incertidumbre sobre el desenlace del Brexit suponen fuentes adicionales de riesgo».
PIB
España crecerá una décima menos este año, un 2,5%, y el previsto 2,2% en 2019
Tasa de paro
Pese al freno del empleo la tasa de paro se situará «ligeramente por encima del 12%» a finales de 2021
Debilidad del Gobierno
Sobre España alerta de que «la actual fragmentación parlamentaria podría dificultar la aplicación de reformas estructurales y ralentizar el proceso de consolidación fiscal», con los consiguientes «efectos adversos» sobre la confianza de los agentes. Además, «no puede excluirse un hipotético repunte de la incertidumbre relacionada con la situación política en Cataluña», explica.