Balance laboral de una legislatura
Ha pasado casi una década – el tiempo corre rápidodesde el inicio de la peor crisis que ha atravesado nuestro país en la historia reciente y, quizás, en estas breves líneas se pudiera hacer una reflexión general de lo acontecido en nuestro mercado de trabajo. Van a cumplirse casi cuatro años de la aprobación de la llamada Reforma Laboral, que sin duda alguna fue uno de los cambios más significativos que ha sufrido nuestra legislación en el ámbito del trabajo desde el inicio de la democracia. En aquéllos momentos, mientras en otros países de nuestro entorno, con indicadores económicos no mucho mejores que los españoles, aguantaban su posición en materia de empleo, en España aumentaba el paro como en ningún otro país de Europa, destruyéndose 1.500 empleos al día, con crecimientos del desempleo a un ritmo del 12%. Un mal mercado laboral hacía que se destruyeran casi tres millones de puestos de trabajo en un escasísimo período de tiempo; que para crear empleo, España tuviera que crecer por encima del 2,5% y que se postergara el crecimiento del empleo indefinido hasta bien entrada una fase de recuperación económica.
Frente a otras soluciones a la europea, donde las empresas podían optar por reducción de jornada y salarios para enfrentarse a las dificultades económicas, en nuestro país la opción preferente y preferida era l a extinción de contratos temporales, primero, y el despido de trabajadores fijos, después.
Todo ello propició la necesidad urgente de contar con una nueva ley laboral que en el corto plazo contuviera la destrucción de empleo y, en el medio y largo, consiguiera recuperar de forma rápida los niveles de empleo que teníamos antes de la crisis. Y así se hizo. Se apostó por un nuevo modelo de relaciones laborales, un dinamismo en la negociación colectiva y, en definitiva, la posible generación de una cultura de trabajo distinta a la que ya teníamos con anterioridad, adaptada a una realidad empresarial moderna, globalizada y mucho más cercana a los países de nuestro entorno.
Hay consenso en que el cambio de ciclo del mercado de trabajo se ha producido y se ha consolidado sobre todo en este último año 2016. España, en primer lugar, ha comenzado a crear empleo con tasas de crecimiento incluso inferiores al 1%. Hay 725.000 parados menos que hace cuatro años. El desempleo se reduce al 11% en tasa interanual y frente a una caída del 30% de la contratación indefinida en el 2011, ahora crece al 31%. Conviene recordar que casi el 75% de los trabajadores en España tienen un contrato indefinido. En definitiva, datos objetivos que avalan que la Reforma aprobada va por buen camino y se ha corregido el triste rumbo de años pasados. Evidentemente no todo se debe a los cambios en la legislación laboral. Los acuerdos de moderación salarial firmados por los agentes social es, todo tipo de medidas variadas en el ámbito económico, el crecimiento del consumo privado, el incremento del turismo y los vientos de cola que provienen del exterior han ayudado – y mucho- a que nuestro país sea hoy por hoy el país que más empleo crea en toda la eurozona.
Ahora bien, todavía hay muchos desequilibrios en nuestro mercado de trabajo que convendrá seguir corrigiendo. La tasa de paro sigue siendo muy elevada, inaceptable para una economía como la nuestra, de nuestro tamaño y de nuestro tejido empresarial; todavía el paro juvenil es una lacra, y muchas personas siguen sin encontrar el empleo deseado y con las condiciones que preferirían. Por ello, hay que seguir con reformas que activen de forma más rápida el empleo, creen más estabilidad en el mismo y consigan hacer más empleables a los trabajadores que vuelven al trabajo.
Esos pilares de políticas activas, formación y acabar con la dualidad, deberían ser los ejes en los que se debe trabajar en la siguiente legislatura – si comienza alguna vez-. Todo ello podrá hacer que por fin tengamos un mercado de trabajo saneado en España y que así sea disfrutado por todos.
Avances «Hay consenso en que el cambio de ciclo del mercado de trabajo se ha consolidado, sobre todo en 2016» Objetivos «Políticas activas, formación y acabar con la dualidad deben ser los ejes sobre los que trabajar»