El G-20 estrecha el cerco sobre la ingeniería fiscal de las multinacionales
Las empresas dejan de pagar entre el 4 y el 10% de los ingresos correspondientes al impuesto de sociedades en todo el mundo La Comisión Europea lucha desde hace años contra el «dumping» fiscal entre los países europeos, pero con escaso éxito
Hasta el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha tenido que entrar en la polémica sobre la ingeniería fiscal que llevan a cabo algunas multinacionales y que, al final, les supone pagar muy poco o casi nada de impuestos pese a que sus ventas acumulan miles de millones de euros y de dólares.
El escenario era solemne, ya que estas declaraciones se produjeron en el marco de la cumbre de los 20 países más industrializados del mundo, el conocido como G-20. Otra de las novedades fue que en las conclusiones de la reunión, que se celebró el pasado fin de semana en China, se dedicó todo un punto a la hoja de ruta que deben seguir todos los países industrializados para evitar la fuga de impuestos, con especial atención de la erosión de las bases imponibles, una técnica por la que las empresas aplican deducciones y trasladan beneficios entre países, de tal modo que al final prácticamente no tienen beneficios por los que tributar.
En concreto, el presidente de Estados Unidos aseguró que «mi país aumentará la cooperación con otros países para evitar la evasión fiscal, aunque hay algunos aliados que están empezando la carrera por detrás en materia de política fiscal», en clara referencia a Irlanda, que tiene el tipo del impuesto de sociedades más bajo de toda la Unión Europea, un 12,5% nominal que, en muchos casos, ni siquiera se paga porque las compañías basadas allí se benefician de numerosas deducciones. La Comsión Europea con- sidera que Apple ha pagado un tipo real impositivo de solo el 1% en el año 2003 y que, de manera progresiva, ha ido bajando hasta situarse en el 0,005% en 2014. La iniciativa de luchar contra la erosión de las bases imponibles de las empresas se está llevando a cabo desde el G-20 en colaboración con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos ( OCDE). La cuestión es que aún quedan muchos países y jurisdicciones que no se han sumado a esta iniciativa, conocida por la siglas BEPS en inglés. Esta cuestión no es baladí porque en este asunto es capital una actuación coordinada porque, de lo contrario, las empresas «huirán» a aquellos países y jurisdicciones que no se han sumado a los acuerdos de lucha contra la evasión fiscal de las empresas.
Irlanda tiene el tipo del impuesto de sociedades más bajo de la UE