El AVE a La Meca: el faraónico contrato que creció sobre la marcha
Una década después de su primera licitación, este emblema del «made in Spain» cierra su travesía por el desierto con su inauguración y la puesta en marcha de su fase precomercial. En el camino, el contrato creció en más de 300 millones sobre lo previsto
El AVE a La Meca está a punto de finalizar su propia travesía del desierto. Diez años (y multitud de obstáculos) después de la primera licitación, la ruta enfila su última fase: la explotación comercial. Esta comenzará «en las próximas semanas», según fuentes del consorcio español encargado de las obras, y se irá intensificando hasta que dentro de un año alcance su pleno rendimiento. Un punto final a un proyecto valorado en casi 7.100 millones de euros.
Hay que recordar que el AVE a La Meca ya suponía, cuando fue adjudicado por 6.736 millones a un consorcio formado por doce empresas españolas ( Al Shoula), el mayor contrato de obra civil acometido por empresas nacionales en el extranjero. Pero es que además su cuantía ha crecido en 350 millones en el último año y medio.
El «settlement agreement» (acuerdo de colaboración), firmado entre el consorcio y las autoridades saudíes en octubre de 2017, recogió el abono de unos 45 millones de euros adicionales a los encargados del proyecto por los sobrecostes que estaba generando la obra. Además, también contempló el traspaso deunos 57 millones para que el consorcio adaptara las estaciones a nuevos diseños y un bonus de 35 millones de euros si las demostraciones de la línea se llevaban a cabo antes de enero de 2018, un plazo que finalmente se cumplió. En total, unos 140 millones adicionales para Al Shoula.
Es previsible que esta cuantía se amplíe en los próximos meses. Las autoridades saudíes y el consorcio español firmaron un nuevo acuerdo el pasado mes de mayo. En virtud del mismo, la puesta en marcha definitiva de la línea se retrasaba a septiembre de 2019. Para que la puesta a punto del servicio no se demorara tanto, se planteó que el consorcio desarrollara una fase preoperacional que se fuera intensificando paulatinamente. A cambio, se acordó que Arabia Saudí pagaría otros 210 millones de euros a Al Shoula.
¿Cómo se articulará esta fase preoperacional? Entre octubre y enero se ofrecerán servicios entre las estaciones de La Meca y Medina con paradas en Yeda y KAEC. La línea estará habilitada durante cuatro días a la semana ( jueves, viernes, sábado y domingo) y abarcará ocho frecuencias diarias, cuatro por sentido. Tras ello, se empezarán a ofrecer servicios comerciales diarios. Además, la duración media del viaje se irá reduciendo paulatinamente. Y será en septiembre del año que viene cuando entre en vigor definitivamente la operación comercial del AVE, que circulará a más de 300 kilómetros por hora.
El acuerdo firmado en mayo también recogía que el compromiso del consorcio de llevar las labores de mantenimiento de las estaciones de Medina y KAEC y la integración de la estación de KAIA (Aeropuerto Internacional Rey Abdulaziz) en la mencionada preoperación durante los cuatro primeros meses de 2019.
Con el abono de esta fase preopera- cional, la cuantía del contrato se establecerá en los 7.087 millones de euros. A los 350 millones obtenidos gracias a los acuerdos descritos (ambos alcanzados con Jorge Segrelles como presidente del consorcio) se unen los 6.736 millones recogidos en la adjudicación de la segunda fase del proyecto, producida hace ya siete años.
Según un documento al que ha accedido ABC, esta cifra se divide en tres grandes conceptos. Las vías, sistemas y suministro de trenes suponen cerca de 3.373 millones de euros. La operación y el mantenimiento representan 2.931 millones y los 432 millones restantes corresponden a una partida descrita como «importes opcionales».
Plagado de escollos
Si bien el valor del contrato firmado entre el consorcio y las autoridades saudíes ha engordado en los últimos meses, también es cierto que la construcción del AVE a La Meca ha estado plagada de escollos.
Para empezar, las autoridades saudíes y las empresas encargadas del consorcio vivieron un auténtico tira y afloja antes de que se firmaran los acuerdos antes mencionados. Tanto es así que Riad llegó incluso a amenazar con retirar el proyecto a las empresas encargadas del mismo si no aceleraban la construcción. Ocurrió en 2014, tras una reestructuración del gobierno saudí. Finalmente, la crisis se resolvió tras la intervención del Gobierno español de entonces.
Estas disputas quedan sin embargo en un segundo plano si se compa-