La fórmula del éxito de la industria química se pone a prueba en un entorno más complejo
ñala el incremento de la presión fiscal sobre las empresas como uno de los principales elementos de incertidumbre. «Nos preocupan dos cosas: posibles medidas sobre impuestos de sociedades y que las cotizaciones sociales dejen de tener un tope», reconoció Carles Navarro.
Según apuntó el presidente de Feique, una mayor base de cotización para la Seguridad Social podría repercutir en «menores beneficios» para las empresas y una «menor capacidad para generar puestos de trabajo». Navarro llegó a asegurar que se podrían ver «correcciones» en las plantillas debido a un mayor coste salarial para las empresas del sector.
Buena salud
En todo caso, el sector sigue gozando de buena salud en España. En lo que se refiere a la producción, «esperamos un 2,6% más. Es el triple del crecimiento que se estima para la industria química en Europa», resaltó el presidente de Feique. Esta subida se debe tanto a la evolución del mercado interno y de los sectores demandantes como al comportamiento de la demanda internacional. Un año después, se espera que la producción descienda ligeramente, con un crecimiento del 1,7%, en función de la evolución del precio del petróleo, de las medidas comerciales proteccionistas y de la propia evolución de la economía española, donde los precios energéticos perjudican la competitividad de las actividades productivas. «No nos ha ayudado nada el precio del barril del petróleo. En el 2017 el sector ha pagado más de 100 millones de euros al día por el petróleo y el gas. Cualquier modificación que se produzca en el precio repercute mucho», subraya Navarro. «Necesitamos tener precios más parecidos a EE.UU. que llegan a ser una tercera parte más bajos», añadió. La actividad exportadora crecerá este año un 3,6%, llegando a los 37.000 millones de euros de facturación, lo cual demuestra que las empresas españolas « han sabido ser competitivas en otros mercados » . El ritmo de las exportaciones bajará teniendo en cuenta los riesgos de eventuales medidas proteccionistas y las consecuencias del Brexit donde «se calcula que si no se llega a ningún acuerdo el efecto directo en el sector sería de 300 millones de euros » , indicó el responsable de la patronal. En cuanto al destino de estas exportaciones, aunque Europa representa el 58,9% del total, la industria química ha mejorado su presencia en los mercados extracomunitarios donde hna ganado peso países como China, EE.UU. O Canadá. También los datos del empleo son muy optimis- tas ya que esta industria se consolida como una de las más dinámicas en la generación de puestos de trabajo estable y de calidad. El año pasado se llegó a los 193.500 asalariados directos y el 3,5% de la población activa ocupada depende de este sector. «El salario medio por empleado es de casi 39.000 euros anuales, un 40% más alto que la media industrial. La industria nacional se sitúa con una media de 22.807 euros anuales», informó Carles Navarro en la presentación que tuvo lugar justo después de su nombramiento.
Agenda sectorial
Por su parte, la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, presente en la Asamblea General de Feique, afirmó que su Departamento presentará en las próximas semanas la agenda sectorial de la industria. Una agenda que va a incluir la revisión hecha por el Gobierno en las principales líneas de actuación de la misma, como la inversión, la energía, la logística, el marco climático y el marco regulatorio.