El complejo viaje hacia una marca personal que deje huella
Σ Una enseña propia puede ser clave para apuntalar una carrera profesional... pero también una fuente continua de problemas s
De toda la vida, tener contactos y una na buena reputación siempre ha abierto to muchas puertas. Pero eso ya no es suuficiente en el entorno online en el que ue se mueven los actores del mercado laaboral. En la era digital, la marca persoonal, es decir, la huella que dejamos enen los demás, es ahora la mejor carta de presentación para lograr el primer emmpleo, ascender, cambiar de trabajo oo ampliar nuestro propio negocio. Saber er gestionar y fabricar nuestra propia ennseña (lo que en inglés se conoce como mo «personal branding») es todo un arte. te. Otras veces bastan ciertas habilidades es y dedicación, ya que existen técnicass y estrategias que están al alcance de cualalquier tipo de profesional.
Este escaparate donde proyectar ar nuestro talento resulta ya de tal trasscendencia que es el valor que diferenncia a un candidato de otro. «La marca ca personal amplia el horizonte y ofrece ce una gran proyección profesional. Lleegará un momento en que será necesaaria», afirma Franc Carreras, profesor or de Marketing de ESADE. «Ya no es tan an competitivo el que no está en las redes es —continua—. El ermitaño digital, esa sa persona celosa de su intimidad que borra todas sus huellas, también es sospechoso de ocultar».
De hecho, ya es rara la empresa que no incluye en algún momento de su proceso de selección chequear la Red para consultar la imagen que transmite un candidato. En el ámbito de los Recursos Humanos, «la marca personal es la huella que dejamos en la mente de los demás, y que no deja de ser los atributos, las ideas, las características con las que los demás nos relacionan cuando piensan en nosotros», explica Álvaro Ceballos, director de Randstad Professionals de Andalucía y Extremadura.
Opiniones, comentarios, videos, fotografías, post, tweets... La marca se construye día a día, al detalle, con un objetivo: «Que te elijan —dice Ceballos— . El objetivo es resaltar o destacar sobre el resto, es decir conseguir que nos recuerden y que nos reconozcan cuando alguien piense en un especialista de un determinado ámbito o profesión. Se trata de ser el referente». Es lo que le ocurrió a Fátima MartíMartínez, docente de marketing digitadigital en Google Actívate y coautoratora del libro «Tres damas con marcmarca». Su ejemplo es un buen expoexponente de la utilidad que suponepone trabajar una marca propia.pia. GGracias a ello el gran gigantete tecnológicote contactó con ella hace tres años. «Vieron mis videodeos, mi blog, mi web... Yo encajacajaba en el perfil que buscabanban como docente para dos progragramas que querían impimplantar», recuerda. Ahora es su ttrabajo, y también colaborara ccon otras marcas. «Internet —dice—d es un escaparate brutaltal y gratuito. Una pantalla que te proyectap a todo el mundo». No se trata de venderse uno mimismo, como muchos creen. SinSino de «vender lo que haces y ccómo lo haces. Es decir, yo sosoy mis proyectos. Tenemos quque descubrir qué hacemos bibien y venderlo para vender nnuestra marca » , explica el pprofesor de ESADE. Al fin y aal cabo, « internet nos deja ddemostrar la virtud que no ttiene el otro, nos deja destaccar nuestros méritos, poner een valor lo que tú puedes ddarle a los demás y lo que ppuedes aportar a una perssona o una compañía » , cuenta Fátima Martínez. Pero esas ventajas también pueden acarrear un elelevado coste. La exposición a las críticas es mucho mayor. «Es un arma de doble filo: si dices algo incorrecto queda constancia y eso no te lo puede quitar nadie. Las nuevas tecnologías también magnifican lo malo», cuenta el profesor de ESADE. Por eso, tener una marca personal im-
plica mucha responsabilidad. «Tenemos que controlar nuestra marca — continua— y ser consciente de la imagen que estamos dando. Elegir lo que queremos proyectar».
Son los riesgos que se corren: exponerse a las malas críticas y a la mala reputación y perder privacidad, pues la presencia en redes de forma intensa, aunque sea por motivos profesionales, siempre conecta la vida laboral y personal. «Hay que controlar al máximo tu privacidad. Existen líneas rojas que no se tienen que pasar», dice Fátima Martínez. Una de las normas, por ejemplo, que sigue esta consultora al pie de la letra es no hacer comentarios sobre política, fútbol, religión y sexo. Eso sí, cree que siempre «se puede pedir disculpas» por un desacertado comentario.
Crear la marca personal requiere, además, mucho tiempo y trabajo. «Hay gente que tiene tiempo, ingenio y mucha ambición para ello. Pero no todo el mundo es así. Los demás lo que tenemos que hacer es aprovechar al máximo las tecnologías para tener mayor visibilidad, y que no sea necesario invertir tanto tiempo», dice Carreras.
Qué estrategia seguir
Hoy día las TIC prestan recursos gratuitos más que suficientes para ello. «Hay miles de herramientas gratuitas que nos dan datos de todo: evolución, crecimiento, cuándo comunicar... Los que trabajamos en social media dedicamos todo nuestro tiempo a ello. Pero los que pertenecen a otros ámbitos, tienen herramientas que permiten programar semanalmente tweet e imágenes, por ejemplo. Yo estoy siempre en directo, pero otros pueden hacer un calendario de publicaciones», cuenta Fátima.
Para crear una marca propia, los expertos ofrecen algunos consejos: Ser coherente con uno mismo y honesto, no proyectar una imagen ficticia. Cuidar el lenguaje (la ortografía), las imágenes y los videos... Pensar los comentarios antes de publicarlos. «Proyectar los propios valores hará que la marca personal tenga un efecto diferenciador», recomienda Álvaro Ceballos, de Randstad.
Pero lo principal es pensar a largo plazo y diseñar una estrategia. « Primero hay que fijarse una meta —expone Ceballos—. Y para ello debemos plantearnos las siguientes preguntas: ¿qué quiero ser? ¿en quién me quiero convertir? ¿de qué quiero ser experto? ¿dónde me gustaría verme en el futuro? Y hacer un análisis DAFO para tomar conciencia y detectar nuestras debilidades y fortalezas personales y las amenazas y oportunidades del entorno. Tras este análisis hay que identificar las características que nos diferencian y, sobre todo, comunicarlas de manera efectiva».