La subida de las pensiones y del sueldo de los funcionarios costará 6.200 millones en 2019
Este sobrecoste tendrá impacto directo en el déficit, que se agravará si no hay PGE y se fuerza la prórroga presupuestaria
La revalorización de las pensiones y la subida del sueldo a los funcionarios le supondrán al Estado un gasto extra de 6.222 millones de euros el próximo año. Será como consecuencia de los incrementos pactados en las últimas semanas de gobierno del PP en materia de retribuciones del sector público y mejora de las pensiones, a las que ahora se añade la paga compensatoria que cobrarán los pensionistas por la desviación del IPC. Es una gruesa factura que tendrá un impacto directo en términos de déficit. Solo la búsqueda de ingresos extra para compensar ese sobrecoste evitará que éste acabe engordando los números rojos del Estado. Pero el panorama se complicará seriamente si el Ejecutivo de Pedro Sánchez no consigue aprobar los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2019 y se resigna a seguir gobernando con España sumida en la prórroga presupuestaria.
Ese incierto futuro agrava el espinoso escenario del abultado sobrecoste que dejarán la revalorización de las pensiones y las subidas salariales comprometidas para los empleados públicos. Es uno de los aspectos que tiene en cuenta Bruselas a la hora de evaluar el futuro inmediato al que se enfrentan las cuentas públicas de España: es uno de los puntos débiles que vigilan las autoridades europeas.
En octubre, cuando el Gobierno de Sánchez presentó a la Comisión Europea su pretendido cuadro presupuestario para 2019, lo aderezó con previsiones optimistas en el apartado de los ingresos. Pero Bruselas ve la cifra de gastos con preocupación y la de ingresos con desconfianza. El impacto de la revalorización de las pensiones y de la subida salarial a los empleados públicos es una de las indigestas facturas que preocupan. Más aún con el precario horizonte presupuestario, que limita las medidas contempladas por el Gobierno para mejorar los ingresos y contrarrestar esos abultados sobrecostes a los que tendrá que hacer frente el Estado.
Cálculos oficiales
De hecho, el propio Ejecutivo de Sánchez reconoce que esas mismas subidas de pensiones y de salarios públicos ya han empeorado el déficit del Estado durante el presente año, porque conllevaron un gasto extra que no estaba previsto en los PGE y, además, ha habido menos ingresos de los que había previsto el anterior Gobierno.
Según datos oficiales del propio Ministerio de Hacienda, la revalorización de las pensiones y el incremento salarial de los empleados públicos han generado este año un sobrecoste de 1.740 millones que no estaba recogido en los presupuestos. En 2019, esos mismos compromisos de revalorización de las pensiones y de subida de sueldo a funcionarios tendrán un coste adicional de 5.450 millones de euros. Y, además, a ello habrá que sumar el gasto derivado de saldar con los pensionistas la diferencia entre la subida que se les ha aplicado este 2018 (1,6%) y el IPC real con el que cierre el año, que el Gobierno estima que será del 1,9%. Esas tres décimas de diferencia generarán una paga compensatoria que los pensionistas cobrarán a principios de 2019 y que, en total, le costará al Estado 386 millones de euros, según las estimaciones que maneja el Ejecutivo. Si, además, ese diferencial se les consolida en las pensiones que cobrarán mes a mes a partir de enero, el sobrecoste adicional será de otros 386 millones de euros para todo 2019. Esta semana, el secretario de Estado de la Seguridad Social decía que consolidar esa subida de tres décimas para ajustar las pensiones al IPC real sería «lo lógico».
Respecto a los 5.450 millones de euros de sobrecoste por la subida de los sueldos de los funcionarios y por la revisión al alza de las pensiones que ya dejó pactada el anterior Gobierno del