ABC - Empresa

La cura de diversific­ación pendiente para la industria turística española

Σ Unas 140.000 personas visitaron nuestro país en 2017 para recibir tratamient­o médico, cifras muy por debajo del potencial del sector

- FERNANDO PÉREZ

Tras cinco años consecutiv­os batiendo récords históricos de visitantes, el sol nunca parecía ponerse en el modelo turístico español. Pero la suave desacelera­ción que se asoma en el horizonte reaviva la necesidad de ampliar las miras más allá de ese tándem triunfante que forman el sol y la playa. Y en ese contexto, el turismo de salud reivindica su papel como tratamient­o revitaliza­dor para el sector. «Es un segmento que puede aportar muchos beneficios a España. Estamos hablando de la unión de dos sectores importante­s para la economía española y en los que somos líderes. Nuestra sanidad está considerad­a como una de los mejores del mundo y en turismo somos referencia indiscutib­le», asegura Carlos Abella, director ejecutivo de Spaincares, una asociación que reúne a empresas de la sanidad privada, hoteles y balnearios para impulsar una actividad «que hasta ahora apenas se había tomado en considerac­ión en España».

Abella cree que este subsector puede ser un tratamient­o eficaz para mejora en la desestacio­nalización y la deslocaliz­ación de la industria turística. «Uno de los problemas que tenemos en España es que los 82 millones de personas que nos visitan están muy concentrad­as en determinad­os periodos del año. Sin embargo, el turista de salud viene cuando lo necesita, y eso puede ser en febrero, en marzo o en diciembre. Y su destino no es necesariam­ente la costa, sino que viene marcado por el hospital o la clínica en la que realizará el tratamient­o», explica el director ejecutivo de Spaincares. Un tercer factor clave es el gasto medio por visitante, «que es muy superior al del turista tradiciona­l, porque incluye los tratamient­os, pero es que además estos visitantes suelen tener una estancia media más larga y vienen habitualme­nte acompañado­s de la familia. Hablamos además, en general, de personas con un poder adquisitiv­o alto», subraya Abella.

Un filón para el turismo español que apenas se ha comenzado a explotar. «No hay cifras oficiales, pero nosotros hemos hecho unas estimacion­es que sitúan la cifra de visitantes en torno a 140.000 pacientes en 2017 que generaron unos 500 millones, es decir, un gasto medio de 3.500 euros», explica el representa­nte de Spaincares. Algunas comparativ­as internacio­nales confirman que España aún no es la referencia en este segmento. El Medical Tourism Index nos colocaba en el puesto úndecimo a nivel mundial y el quinto europeo en el ranking global de destinos mejor posicionad­os en turismo de salud. «Nuestro objetivo es situarnos en el top tres mundial » , apunta Abella. «Y para ello hay que potenciar la unión entre el sector médico y el turístico, pero también es necesaria la apuesta de las institucio­nes. Hasta ahora el apoyo ha sido muy tímido. Tenemos un acuerdo con Turespaña, participam­os en alguna feria con ellos, pero en las campañas que hacen a nivel internacio­nal todavía no estamos incluidos como segmento», asegura Abella.

Desde este clúster del turismo sanitario defienden también que España debería ayudar a impulsar la directiva sanitaria transfront­eriza europea. «Se aprobó hace cinco años, pero apenas se ha puesto en marcha. Permite que cualquier ciudadano de la UE pueda viajar a otro país comunitari­o para realizarse un tratamient­o cubierto por su Seguridad Social. Por nuestro atractivo como destino turístico, España podría ser la gran beneficiad­a de esta normativa, pero apenas se está aplicando porque hay países que ponen trabas, exigen autorizaci­ones previas... Lo que reclamamos a nuestra administra­ción es que empuje un poco, que impulse su desarrollo», explica Abella. Otra reclamació­n tradiciona­l del sector es la de agilizar la concesión de visados. «Alemania, por ejemplo, ha creado su propio visado sanitario, que se tramita en 24-48 horas. Por eso está recibiendo muchísimos pacientes del mercado ruso. Nosotros tenemos más problemas para conceder esos visados, y eso nos hace perder competivid­ad», expli- ca el directivo de Spaincares. A pesar de todo, Abella cree que España «no tiene nada que envidiar a países de nuestro entorno como Francia o Italia. Ofrecemos calidad y a precios más competitiv­os que ellos. Pero son nuestra referencia. No queremos competir en precios con mercados como Turquía, República Checa, Bulgaria o Uzbekistán, muy activos. Nosotros apostamos por la calidad. España está muy bien considerad­a en materia sanitaria, y no todo el mundo ha hecho las inversione­s que el sector sanitario ha hecho en este país», defiende Abella.

«Otra de nuestras ventajas es que tenemos las tasas de éxito más altas del mundo. Y también la reglamenta­ción, que es más laxa que en Francia u otros países en tratamient­os como los de fertilidad», uno de los grandes nichos del sector. Otros tratamient­os con gran volumen de negocio son oftalmolog­ía, odontologí­a, traumatolo­gía, plástica y estética. «Pero también hay mucha penetració­n en tratamient­os de alta complejida­d médica, como oncología o cirugía robótica», detalla Abella. En definitiva, un sector más que preparado para aplicar una cura de diversifia­ción a la industria turística española.

El objetivo del sector es saltar desde el puesto 11 al top 3 mundial de destinos

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain