«Venezuela debe dejar de ser rentista y pasar a un modelo productivo»
Ricardo Cussano Presidente de Fedecámaras (principal patronal de Venezuela) Reconoce que «en medio del desastre empresarial» que su país ha vivido «cada contracción es una oportunidad, porque es algo que se perdió y hay que reconstruir»
Si algo define a Ricardo Cusanno, presidente de Fedecámaras, la principal patronal de Venezuela, es su voluntad de contribuir al cambio. Aunque considera que el país atraviesa el momento «más crítico y oscuro de su historia empresarial», mira al futuro con esperanza: «Estamos decididos a cambiar la realidad venezolana, a convertir un Estado rentista en uno de ciudadanos propietarios donde los sueños se consigan a través del trabajo, la inversión y la asunción de riesgos». Cree que España es un gran aliado y por eso ha realizado recientemente una visita institucional a sus «hermanos mayores» de CEOE para fortalecer las relaciones entre ambos países. —¿Qué valoración hace de la situación actual de Venezuela?
— Es el momento más complejo de la historia republicana venezolana. Acumulamos seis años de contracción de casi un 60% del PIB, la pérdida del 60% de empresas en los últimos 20 años, con sectores tan dinamizadores de la economía como la construcción detenidos a un 95%. Es un momento donde el fundamento de la democracia está cuestionado y donde, además, una organización tan importante como la OIT, en la Comisión de Encuesta, genera un informe en el que dice que no hay separación de poderes, que el ejercicio de la gremialidad, de la defensa de los sindicatos patronales y laborales son oficios de alto riesgo. Y eso se concluye con algo tan paradójico como que en Venezuela hay empresarios promoviendo reivindicaciones sociales y trabajadores promoviendo empresa privada, inversión y libertades económicas.
—¿Cómo es el día a día de los empresarios en ese contexto que describe? — Es un día a día de emociones bipolares, donde intentas superar obstáculos estructurales y de servicios públicos. Hay zonas que están sin luz hasta 18 horas, tienes problemas de talento humano que o se fue o no hay gasolina en esa región. A esto se añaden todos los organismos del Estado hostigando el libre desarrollo y, en paralelo, tienes a los empresarios intentando innovar, producir, generar independencia ciudadana a través de la creación de empleo decente. En definitiva, es un día a día de defensa y de preocupación, pero a la vez de ocuparse en cambiar esas realidades y promover libertades plenas.
— ¿Cuáles cree que son las medidas más inmediatas que necesita el país?
gundo «es uno de los destinos más importantes para el negocio de cruceros en el mundo, con puertos como los de Málaga, Mallorca, Barcelona y Valencia, entre otros». Así, según las cifras de la CLIA, a nuestro país llegaron casi 10 millones de turistas a bordo de un crucero.
Preguntado sobre si las cifras de los cruceristas españoles volverán al nivel de las registradas antes de la recesión económica, el presidente de Pullmantur se muestra muy optimista y calcula que dentro de cinco años la industria debería llegar a un millón de pasajeros españoles. Así, la firma quiere liderar este cambio de rutina vacacional. « Actualmente operamos cuatro barcos y queremos enfocarnos al mercado español y latino. Confiamos en ese mercado», comenta Vogel. A su vez, la compañía española, según matiza, facilita la estancia de los pasajeros españoles al contar con tripulantes hispanohablantes y con detalles como retrasar la hora de los segundos turnos de las cenas. «Los hemos puesto a las diez menos cuarto porque sabemos que a los españoles les gusta comer tarde ahora. A esa hora los alemanes ya están en la cama», bromea Vogel. Además, explica que trabajan con las agencias de viajes para que informen a los pasajeros sobre las ventajas de viajar en crucero. «Esto lo hemos empezado ahora, ya que las prioridades de los españoles durante la recuperación era otra», sentencia.
Incertidumbres
Sin embargo, el presidente de Pullmantur reconoce que el objetivo de un millón de cruceristas españoles dependerá de la situación económica en el país, ahora que estamos en un periodo peligroso de desaceleración. Aunque Vogel no cree que estemos cerca de una crisis, matiza que si esta llega « España tardaría más tiempo en recuperarse que otros países, como ya pasó con la de 2008».
Así las cosas, sí habla de desafíos importantes a los que enfrentarse, como la posible parálisis gubernamental en España, la situación de Cataluña o la posibilidad de un Brexit duro. Sobre esta última cuestión cree que al apostar por el mercado español Pullmantur no se vería muy afectada, pero sí le preocupa los efectos en la economía en general. Mientras que por lo sucedido en Cataluña detalla que las protestas no le afectaron porque supieron reaccionar rápidamente con los dos barcos que iban a Barcelona.
Prevé que en cuatro años habrá un millón de cruceristas españoles