La opinión de los expertos
Torrella apunta que una empresa del Mercado Alternativo Bursátil sería algo similar a estar a medio camino entre el «private equity» y una cotizada líquida. Se trataría de una empresa en la que alguien invierte porque se cree su proyecto y sus expectativas, pero sin una gran exigencia de liquidez y asumiendo en ocasiones un riesgo muy relevante, dado que en muchos casos se trata de negocios incipientes. El número de personas dispuestas a colocar su dinero en estas condiciones no es muy amplio. Y ello tiene consecuencias para las empresas, a las que, por todo ello, es más fácil levantar capitales desde un mercado principal.
Pero el estreno de Grenergy en el Mercado Continuo, a primera vista, no fue muy afortunado, puesto que la acción se dejó un 14%, después de la caída del 9% con que se había saldado la sesión de la colocación acelerada de sus accionistas: ello, quizás, porque esta última operación que tenía por objetivo incrementar la liquidez se hizo a 12,5 euros por acción, es decir, con descuento, lo que pudo ser interpretado por los inversores como un mensaje de que quizás había que recoger beneficios. Pero al día siguiente el valor rebotó con fuerza. Y en el año aún acumula una rentabilidad de alrededor de un 140%.
El buen tono del sector de las energías renovables (Solaria gana un 68% en el año y Audax, un 53%, por ejemplo), junto a la expectativa de su estreno en el Mercado Continuo, mucho más seguido por analistas y más invertido por gestores e inversores particulares, contribuyeron a hinchar su cotización. Aunque su fuerza bursátil venía de atrás: comenzó a cotizar a 1,38 euros por acción en julio de 2015, lo que supone que su valor en Bolsa en estos cinco años se ha multiplicado por diez. Capitaliza alrededor de 350 millones de euros.
Gonzalo Sánchez tiene a Grenergy en cartera y confía en su potencial desde los niveles actuales. También Nicolás López, de MG Valores, cree que puede seguir creciendo y añade que a su
NICOLÁS
LÓPEZ
MG VALORES sector, que requiere inversiones, le favorece un contexto de bajos tipos de interés. Ignacio Cantos, de Atl Capital, apunta que le parece que ya no está barata, pero que a 12,5 euros le pareció una buena oportunidad de compra. Al tiempo, reconoce que este entorno, de tantos movimientos en las energías verdes, con creciente conciencia medioambiental es muy favorable para su sector.
Precedentes opuestos
Pero Grenergy no es la primera empresa del MAB que salta al Continuo. Hay dos precedentes: MásMóvil y Carbures (actual Airtificial). La primera es la que Cantos considera «paradigma de compañía de éxito dentro del MAB». Y es que su secuencia es la que los compo
nentes del Mercado Alternativo desearían replicar: en marzo de 2012 entró en el MAB, en julio de 2017 se incorporó al Mercado Continuo y el pasado mes de junio entró en el Ibex 35. Y ello con una evolución alcista ininterrumpida en la que ha pasado, de acuerdo con precios ajustados a las operaciones realizadas en los últimos años, desde los 0,7646 euros a los cerca de 20 actuales. Ello implica que su capitalización ha saltado desde los 13 hasta los 2.600 millones de euros en este periodo. Las subidas fueron especialmente intensas en los primeros años: fueron ganancias de tres dígitos. Pero en 2018 ganó un 34% y es este ejercicio, el de su incorporación en el selectivo, el que registra un comportamiento más pobre: está prácticamente plano. Nicolás López comenta, con vistas a la próxima evolución de Grenergy, que podría parecerse a la de MásMóvil, aunque reconoce que el suyo es un ritmo difícil de reproducir. De todas formas, no hay que pasar por alto que la compañía «verde» ha pasado de una capitalización de 47 millones a valer cerca de 400 millones en los últimos cuatro años y medio.
Respecto la su futura evolución de MásMóvil, los analistas no se ponen de acuerdo en si está ya cara (sobre todo si se comparan sus múltiplos con los de Telefónica, como apunta Cantos) o en si conserva potencial, dado que ha podido haber entendido cómo han de ser las compañías de telecomunicaciones en un contexto como éste (como señala Sánchez). Sea como sea, por el momento, es el gran caso de éxito del MAB como plataforma para el crecimiento empresarial.
El caso contrario lo protagoniza Carbures. El fabricante de fibra de carbono siempre ambicionó cotizar en el primer mercado. Pero su evolución bursátil muestra que no fue ajeno a los problemas financieros: su primer día en el MAB, en marzo de 2012, cerró cotizando a 0,2811 euros, marcó máximos cerca de los 10 euros dos años después y volvió sobre sus pasos para caer por debajo de los 0,30 euros en su última sesión en el MAB, en noviembre de 2018. Al final, llegó al Continuo, sí, pero no por el camino más directo. Lo hizo gracias a su fusión con (o a su absorción por parte de) Inypsa en el otoño de 2018 que dio lugar a Airtificial. Fue una operación que acometieron «dos empresas que se necesitaban», en palabras de Torrella, y que acabó salvándole la vida a Carbures.
La corrección sufrida por ésta desde sus máximos tuvo su continuidad en la evolución de los títulos del resultado de su integración con Inypsa: desde el estreno de Airtificial en el Continuo sus acciones pierden un 40% y su capitalización bursátil ha quedado reducida hasta los 76 millones de euros. Nicolás López considera que Airtificial es una inversión de alto riesgo y con un elevado nivel de incertidumbre. Que una empresa haya pasado del MAB al Continuo no es sinónimo de inversión segura.