Vuelve a caer la cifra de jóvenes agricultores
Desde 2017 ha vuelto a retroceder la incorporación de jóvenes al sector agropecuario español, después de unos años en los que la crisis económica animó a probar suerte profesional en el campo. En 2005 había dados de alta en la agricultura unos 6.000 autónomos menores de 25 años de edad. Tras años en continuo retroceso, la cifra se desplomó hasta caer por debajo de los 2.900 en el año 2011. Desde entonces y hasta 2017 se produjo un repunte significativo. La crisis económica desplomó el mercado laboral y aumentó el número de jóvenes que decidieron incorporarse a la agricultura. Pero esa positiva tendencia se quebró en 2017.
Los menores de 25 años representan menos del 2% de todos los autónomos que hay en la agricultura y en la ganadería. Y la cifra no remonta, pese a las subvenciones con las que la Administración trata de incentivar la incorporación de jóvenes a la agricultura –es una de las líneas de ayuda de la Política Agraria Común (PAC)–.
«La gente joven entró en el sector agropecuario cuando la crisis económica y el paro apretaban, pero si no salen las cuentas el joven que un día se incorporó a la agricultura acaba por abandonarla», explica el secretario general de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA), Lorenzo Ramos. Y es que, para mantener el censo de explotaciones agrarias y ganaderas, no solo hace falta que haya jóvenes que releven a quienes se jubilan; también es esencial que quienes llegan puedan mantenerse en el sector.