No es país para el talento sénior
El sesgo negativo con los veteranos ▶ Un estudio confirma que España quedó entre 2008 y 2017 muy lejos de los líderes europeos en aumento de población activa en las franjas de mayor edad
Con una población cada vez más envejecida, las empresas españolas no han asimilado de forma generalizada que tendrán que extender la vida laboral de sus empleados, según confirma el informe «Los trabajadores seniors en las empresas europeas», presentado por Rafael Puyol, director del Observatorio de Demografía y Diversidad Generacional de la Fundación IE y coordinador del trabajo, que ha contado con la colaboración de PeopleMatters y Sagardoy Abogados. En 2017, un 14,17% de la población activa española estaba formada por trabajadores sénior (de más de 55 años). En países como Alemania, Finlandia y Suecia suponían más del 20%.
Entre 2008 y 2017, el número de trabajadores seniors en los 9 países europeos analizados en el informe ha crecido en 11,5 millones, con Italia registrando mayor incremento relativo, con un 70% más de trabajadores seniors. En España este incremento ha sido del 42% hasta alcanzar los 3,6 millones de trabajadores con más de 55 años. «En el análisis comparativo que establecemos entre España y los demás países, no nos situamos en el pelotón de cabeza de países que tienen más trabajadores seniors en distintas actividades, no somos los que tenemos las mejores legislaciones y no hay demasiadas empresas con prácticas para mantener a esos trabajadores en buenas condiciones», confirma a ABC Empresa Rafael Puyol.
El informe analiza variables demográficas, legislaciones laborales respecto a los trabajadores seniors y buenas prácticas empresariales en países del norte de Europa (Suecia y Finlandia), Europa Central (Francia, Alemania. Polonia y Reino Unido) y la Europa más meridional (España e Italia). «Hay otros países donde se están haciendo mejor las cosas», advierte Pujol. En su opinión, «en España hay una cultura de salida temprana de trabajo como se ha puesto de manifiesto en la importancia que ha tenido la prejubilación mientras que en otros países no ocurre lo mismo». Por eso cree que aunque se suba la edad media de la jubilación, «si luego la edad real no se modifica porque siguen prácticas de abandono temprano del trabajo, no habremos hecho nada». Entiende este informe como un aviso para que las autoridades, empresas y sindicatos se den cuenta de que con esta situación «no se puede continuar porque la base de la pirámide laboral va a estar cada vez menos abastecida por la fuerte caída de la natalidad».
Jubilación a los 62 años
Según el estudio, las tasas de actividad de los trabajadores seniors en España baja del 61% en la franja de edad de 55 a 59 años, hasta el 36,6% (60-64) o 6,2% (65-69). Los auto empleados entre 55 y 74 años pasaron de 18.000 en 2008 a unos 25.000 en 2017. Las tres cuartas partes de los empleos (76%) corresponden al sector de servicios seguido de lejos por el sector industrial (13%). Según la ocupación, el 20% pertenecen básicamente al sector vendedores y mantenimiento (20%) seguido por el de profesionales (17,4%) y el de ocupaciones elementales (13,4%). La temporalidad afecta al 13% de los trabajadores seniors, una cifra menor que la correspondiente a la franja 55-74 que es de 27%. La edad media a la que se recibe por primera vez una pensión se sitúa en el entorno de los 62 años, tanto para varones como para mujeres. Y la jubilación anticipada entre las personas que reciben una pensión alcanza valores altos, el 60%. Mientras que en España la duración media de la vida laboral es de 36 años en otros países como Suecia es de 43.
En lo referente al marco jurídico laboral, se ha llegado a la conclusión de que, en términos generales, la legislación española no dista significativamente de la regulación existente en distintos países de la UE en materia de contratación de trabajadores mayores de 55 años de edad o en edad próxima similar. Pero detalla también que en algunos países europeos prevén una regulación novedosa en algunas materias, o incluso más beneficiosa que la normativa española en ciertos aspectos. «Hay países donde el talento sénior está más protegido, sobre todo en los países nórdicos», señaló durante la presentación del informe Iñigo Sagardoy, presidente de Sagardoy Abogados.
Alfonso Jiménez, socio director de PeopleMatters, cree que «estamos ante un hecho interesante para las empresas que van a tener que innovar y es difícil encontrar algunas que ya hayan reflexionado al respecto». Desde PeopleMatters destacan acciones que se están poniendo en práctica en algunas compañías que giran en torno a la mejora de la salud laboral, nuevos entornos de organización y entorno del trabajo, desarrollo profesional, modelos flexibles de acceso a la jubilación, preparación para la salida del mercado laboral, beneficios por edad, sensibilización y conocimiento de la aportación de valor de los profesionales sénior, y reemplazo generacional y sucesión. «Iniciativas como éstas son necesarias para abordar con éxito una estrategia de gestión de talento sénior y el alargamiento de la vida laboral que necesitamos en nuestro país y que permitan hacer frente al cambio social en el que estamos envueltos», resaltó Jiménez.