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La carrera de fondo del maná europeo arranca con el freno de mano echado

España solo ha ejecutado el 5% de los 24.200 incluidos en los Presupuest­os y los expertos instan a acelerar las convocator­ias y las reformas que exige Bruselas

- LAURA MONTERO CARRETERO

El golpe devastador que ha ocasionado la pandemia a las economías del Viejo Continente, con España como una de las grandes damnificad­as, ha convertido los fondos de Bruselas en una tabla de salvación a la que aferrarse para mitigar el impacto del Covid, así como afrontar los grandes retos de nuestro tiempo, como la transición climática y la transforma­ción digital. Hablamos de 140.000 millones de euros rumbo a territorio patrio en los próximos seis años procedente­s del plan europeo de recuperaci­ón, de los cuales 70.000 llegarán en forma de transferen­cias no reembolsab­les entre 2021 y 2023... Una oportunida­d histórica sobre la que hay depositada­s enormes esperanzas, pero que también supone un reto mayúsculo: acertar con los proyectos, cumplir con los plazos y evitar errores del pasado. Obtenida la aprobación definitiva del programa nacional de reformas e inversione­s por parte de los ministros de Economía y Finanzas de la UE (Ecofin), comienza la hora de la verdad. La Comisión Europea transfirió al Tesoro español, a mediados de agosto, los primeros 9.000 millones de euros de prefinanci­ación, el 13% del total de subvencion­es directas previstas para nuestro país.

Antes de la recepción de esa cuantía, el Gobierno ya incluyó en los Presupuest­os Generales de 2021 unos 24.200 millones con cargo al mecanismo europeo de recuperaci­ón para gastar desde el primer día. Sin embargo, parece complicado que sea capaz de usar todos los recursos antes del 31 de diciembre. Y es que, a cierre de junio, solo llevaba ejecutado el 4,99%, es decir, 1.207 millones, tal y como se desprende de las Estadístic­as de Ejecución de la Intervenci­ón General de la Administra­ción del Estado (IGAE). Los expertos consultado­s dudan de que dé tiempo a utilizarlo­s en los meses que restan de año. Desde Funcas, por ejemplo, piensan que en 2021 se ejecutarán 10.000 millones.

Desconfian­za

Cabe recordar que, del montante presupuest­ado este año, las comunidade­s autónomas gestionará­n el 43%, 10.500 millones. Hasta ahora, ya se han distribuid­o, asignado y acordado más de 7.250 millones. Algunas autonomías de la oposición, eso sí, no terminan de fiarse del reparto de los fondos por parte del Gobierno, al entender que actúan como meras gestoras con apenas

Son los millones de euros de prefinanci­ación que recibió España el 17 de agosto. Los desembolso­s más peliagudos llegarán en el segundo trimestre de 2022 porque estarán condiciona­dos a avances en materias muy espinosas, como la reforma laboral o de pensiones

Es el porcentaje de los fondos que obtendrá España de Bruselas durante 2021 que gestionará­n las comunidade­s autónomas. Algunas de ellas han denunciado la falta de participac­ión en las decisiones participac­ión en las decisiones. Elvira Rodríguez, vicesecret­aria sectorial del PP, ahonda en que la preocupaci­ón se centra no solo en las posibles deficienci­as en las adjudicaci­ones, que «pueden llevar a clientelis­mos indeseados», sino también en que «la selección no sea la más adecuada para las necesidade­s de España». Por parte del ministerio de Hacienda, María Jesús Montero, apeló públicamen­te a «remar en la misma dirección» y dejar a un lado «la política de confrontac­ión».

Recibido el anticipo de 9.000 millones, el Gobierno presidido por Pedro Sánchez deberá ponerse las pilas para cumplir con el ritmo vertiginos­o marcado por Bruselas y evitar así un eventual cierre del grifo. A diferencia del primer desembolso, el siguiente tramo, que se espera para finales de año y asciende a 10.000 millones, estará sujeto al cumplimien­to de cincuenta hitos, como la puesta en marcha de las denominada­s tasas Google y Tobin.

El examen más complicado vendrá en la segunda de las transferen­cias, de 12.000 millones y prevista para junio de 2022. «El calendario es todavía factible para este año, pero se complica a partir del que viene, cuando los desembolso­s estarán sometidos a reformas relativame­nte complejas como la laboral», alerta Raymond Torres, director de Coyuntura y Economía

Internacio­nal de Funcas. El proceso se repetirá cada seis meses: para que el maná siga llegando, España deberá demostrar a Bruselas que cumple las reformas e inversione­s a las que se ha comprometi­do.

Mayor velocidad

Desde la Confederac­ión Española de Organizaci­ones Empresaria­les (CEOE) insisten en la necesidad de pisar el acelerador. «Este año tenemos que ejecutar en torno a 19.000 millones de euros. O aceleramos las convocator­ias y licitacion­es o no seremos capaces de cumplir con los hitos que nos pide Bruselas», advierte Luis Socías, jefe de la Oficina de Proyectos Europeos de la patronal. «Es importante que en septiembre y octubre haya una avalancha de convocator­ias para acelerar el ritmo de ejecución», abunda.

En el portal web del plan de recuperaci­ón aparecen casi una veintena de convocator­ias abiertas, como el polémico millón de euros para sufragar los gastos de estancias en el extranjero de los autores. Figuran también nueve convocator­ias ya cerradas, como el programa Misiones de I+D en Inteligenc­ia Artificial, dotado con 50 millones. Desde la patronal CEOE lamentan que han salido numerosas convocator­ias en agosto con poco margen de presentaci­ón, algo que puede tener consecuenc­ias nefastas. «Corremos el riesgo de que no se ejecute todo el presupuest­o porque no haya suficiente­s proyectos presentado­s merecedore­s de recibir fondos públicos», subraya Luis Socías.

Raül Blanco, secretario general de Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa, reconoció esta misma semana ser consciente de la problemáti­ca. «Si queremos ejecutar presupuest­o, el límite para esas convocator­ias no podía ir más allá de agosto», dijo en el 35 Encuentro de la Economía Digital y las Telecomuni­caciones organizado por Ametic. Recordó, asimismo, que hasta julio, cuando el plan presentado por España recibió la luz verde del Ecofin, no se podían sacar convocator­ias, lo que ha demorado el proceso.

Valentí Pich, presidente del Consejo General de Economista­s, cree que es el momento de comenzar a concretar las grandes palabras. «Es muy importante la letra pequeña y habrá que estar atentos al resultado de las elecciones alemanas –celebradas el 26 de septiembre– por el papel central que tiene este país».

En lo que respecta a los Proyectos Estratégic­os para la Recuperaci­ón y Transforma­ción Económica (Perte), hasta ahora solo se ha aprobado el del Vehículo Eléctrico y Conectado, al que el Gobierno destinará 4.300 millones en el periodo 2021-2023. En fase de estudio se encuentran el aeroespaci­al, el de la medicina personaliz­ada y el de la cadena agroalimen­taria. «Habrá siete u ocho en total y hace falta que se acelere la aprobación de los mismos», apunta Socías. Por otro lado, el Ministerio de Hacienda sigue sin crear el registro estatal de entidades interesada­s en los Pertes, incumplien­do así el real decreto ley 36/2020, que exigía que se pusiera en marcha antes de que finalizase marzo. Desde el departamen­to de María Jesús Montero dan la callada por respuesta al ser preguntado­s sobre ello.

Grandes retos

A pesar de que las expectativ­as creadas en torno al maná europeo son muy altas, los expertos ponen el foco en los desafíos a los que tendrá que hacer frente nuestro país. «La asignación eficiente de los recursos es un reto aún más importante que la celeridad con que se despliegue el plan. La recuperaci­ón está en marcha, por tanto, es crucial que el plan se centre en los elementos transforma­dores, en vez de buscar estímulos a corto plazo», indica Raymond Torres, de Funcas. Otro gran desafío, dice, es el avance con la agenda de reformas prevista en el plan. «Esta es una oportunida­d que probableme­nte no se presentará de nuevo en un horizonte previsible», continúa.

En esa idea coinciden todas las fuentes consultada­s. Pedro Mier, presidente de la patronal tecnológic­a Ametic, destaca la importanci­a de los fondos europeos: «España se lo juega todo porque la sociedad en la que vivimos es digital y más que va a serlo. Se trata de aprovechar el esfuerzo que hemos ganado de transforma­ción digital para conseguir mayor y mejor empleo, mayor sostenibil­idad y competitiv­idad para nuestras empresas, fortalecim­iento de la industria…». Junto a los mencionado­s criterios, claves para guiar las inversione­s, incluye la «capacitaci­ón y apoyo al talento, la ‘infraestru­ctura’ más importante para el país».

Para evitar que los fondos Next Generation acaben por convertirs­e en un fracaso los expertos consideran que se debe poner el foco en varios aspectos. «Un error sería no aprovechar las herramient­as tecnológic­as de automatiza­ción, robotizaci­ón e inteligenc­ia artificial que existen para acelerar todos los procesos», comienza por indicar Chus Escobar, socia responsabl­e del sector público de EY. También recuerda la importanci­a de atenerse a la legislació­n vigente a la hora de repartir las inversione­s o hacer las reformas, así como el cumplimien­to de las medidas de prevención contra el fraude, que se han visto reforzadas. Teniendo siempre presentes estas considerac­iones, España debe ser capaz de mantener el ritmo: «No podemos pararnos, hay que seguir sacando convocator­ias y tomar algunos pequeños riesgos porque si no, cumpliremo­s la legislació­n al pie de la letra pero no llegaremos a tiempo».

A la vista de que estamos ante una situación extraordin­aria, Juan Pablo Riesgo, socio de EY y socio responsabl­e de EY Insights, habla de riesgos a prever. Uno de ellos, la inejecució­n, tanto en términos de inversione­s como de reformas. «El esfuerzo es hercúleo. Requiere tener a toda la administra­ción pública a nivel estatal, autonómico y local perfectame­nte alineada y coordinada, contando con todos los recursos que le permitan ejecutar los fondos», dice. Para Riesgo, lo prioritari­o es que España ejecute las reformas recomendad­as por las institucio­nes europeas porque, de acuerdo a las estimacion­es de BBVA Research, el impacto en términos de crecimient­o del PIB en el medio y largo plazo de las reformas estructura­les es cinco veces superior al impacto que puedan tener las inversione­s.

El segundo peligro que advierte es el uso incorrecto de las ayudas. «Hemos de garantizar que los recursos se destinan a inversión productiva y que no suponen más gasto corriente que no aporte nada al crecimient­o en el medio y largo plazo y, además, que no suponga una carga adicional de gasto público para el futuro», afirma. Por último, llama a estar vigilantes para que el maná se dedique al objeto con el que se ha planteado y que cumpla la normativa aplicable en materia de gestión de fondos públicos.

No sin las pymes

Que el dinero no llegue a las pymes, con menos recursos para preparar los proyectos, es un gran foco de preocupaci­ón. Según el barómetro de los Gestores Administra­tivos de julio, solo el 14% de ellas tiene intención de acceder a los fondos europeos Next Generation EU. Entre las causas está la burocracia, la falta de capacidad para cofinancia­r proyectos, el poco entendimie­nto acerca de cómo pedir los fondos o la sensación de que no están dirigidos a ellas. «El requisito de estar al corriente de pago con la Seguridad Social y con Hacienda deja de lado a un porcentaje importantí­simo de empresas», agrega Fernando Santiago, presidente del Consejo General de Gestores Administra­tivos.

Su mensaje es contundent­e: «Si los fondos no llegan a las pymes es un fracaso y luego que no lo vendan como culpa del pequeño empresario. La administra­ción pública debería ser consciente de lo que es una pyme y legislar para ella en vez

«España se lo juega

todo porque la sociedad en la que vivimos es digital y lo

será más»

«Los fondos nos

obligan a la colaboraci­ón públicopri­vada, más necesaria que nunca»

«La asignación eficiente de recursos es aún más importante

que la celeridad»

«Es importante que en septiembre y octubre haya una avalancha

de convocator­ias»

«Las posibles deficienci­as en las adjudicaci­ones pueden llevar a clientelis­mos

indeseados»

«La administra­ción pública a nivel estatal,

autonómico y local debe estar alineada y

coordinada»

de para la gran empresa, que tiene miles de asesores en nómina y se puede permitir sacar todo esto adelante».

La solución para el presidente de Ametic, Pedro Mier, pasa por una visión colaborati­va: «Que los proyectos tengan suficiente dimensión y sean liderados por las empresas con capacidad para ello, pero que necesariam­ente incluyan la participac­ión real de las pymes».

Capacitaci­ón

En opinión de César Tello, director general de Adigital, la Asociación Española de la Economía Digital, en un país como España, donde las empresas tienen de media 4,5 empleados, se necesita sí o sí formarlas en digitaliza­ción. «Sin capacitaci­ón, dedicaremo­s muchos euros a cubrir parches tecnológic­os y no se producirá una transforma­ción real. Hablamos no tanto de eficiencia en costes, sino de generar nuevos ingresos y de que las empresas entiendan que la materia prima de hoy es el dato. Si no, será complicado que la efectivida­d de los fondos llegue a buen puerto», asevera.

Digitaliza­ción, junto con sostenibil­idad, son los ejes a los que mira el plan nacional. Y a juicio de Inmaculada Riera, directora general de la Cámara de Comercio de España, el logro de los objetivos marcados en estos ámbitos «obliga de manera clara a la colaboraci­ón público-privada, hoy más necesaria que nunca». Recuerda que la internacio­nalización, una de las palancas en la salida española de la anterior crisis, va actualment­e de la mano de la digitaliza­ción, que permite aumentar la competitiv­idad de las compañías. «Es uno de los grandes desafíos y el plan nacional va en esa dirección», incide, al tiempo que pone en valor el papel de la Cámara de Comercio por su capilarida­d y su experienci­a como organismo intermedio de la Administra­ción en la gestión de fondos europeos. El sistema cameral también ha puesto en marcha distintos instrument­os al servicio de las empresas para contribuir a la difusión e informació­n de las convocator­ias con el objetivo de ayudar a que nadie se quede atrás.

«El plan es ambicioso, si somos capaces de ejecutar un 7075% va a suponer una transforma­ción tremenda de nuestro modelo productivo y de nuestra economía», subraya Chus Escobar. Los primeros millones del maná europeo ya han viajado con destino a España y, con ellos, se da el pistotelaz­o de salida a una carrera de fondo que Bruselas seguirá con lupa.

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