El lento viaje sostenible de las empresas iberoamericanas
El estato de la transformación
La integración de criterios ambientales, sociales y de buen gobierno avanza en la Región, pero a un ritmo menos decidido que en el Viejo Continente
Que la recuperación económica debe teñirse de verde o tendrá un recorrido corto y oscuro es una máxima que, siguiendo el modelo europeo, ya ha calado en las empresas iberoamericanas. Pero este proceso de reactivación sostenible no avanza precisamente a un ritmo vertiginoso. Hay avances, pero queda mucho camino por delante. De hecho, solo un 14% de las organizaciones empresariales de la región dedican más del 1% de sus ingresos a la sostenibilidad. Es una de las cifras más significativas del II Observatorio de la Sostenibilidad en Iberoamérica, elaborado por EAE Business School junto al Consejo de Empresarios Iberoamericanos (CEIB) y la Federación Iberoamericana de Jóvenes Empresarios (FIJE).
El informe recoge opiniones de cerca de 300 empresas y asociaciones de 20 países. Una completa revisión a lo conseguido (y a las tareas pendientes) en el ámbito. En la presentación del informe, el presidente de CEOE, Antonio Garamendi, destacó cómo «la sostenibilidad es la palanca imprescindible para el desarrollo económico y social de Iberoamérica. Este informe ofrece un mapa completo de lo que es la sostenibilidad en Iberoamérica, que, desde hace tiempo, está en el centro de las políticas de actuación de centenares de empresas de la región».
May López, directora del MBA en Sostenibilidad en EAE, directora de Empresas por la Movilidad Sostenible y autora del informe, subrayó, por su parte «la importancia de mantener el compromiso de neutralidad climática y de descarbonización de la economía, con normativas como el reglamento de taxonomía, que han generado que se empiece a desinvertir en petróleo, gas y carbón y empiece una especulación de la energía reforzada por actual guerra de Ucrania».
En todo caso, el viaje no está exento de recovecos, como se ha demostrado esta semana con la aprobación, por parte del Parlamento Europeo, de la consideración de la energía nuclear y gas como fuentes renovables. Mientras tanto, los resultados del informe muestran un necesario acercamiento de los indicadores mostrados en los países latinoamericanos a los propios de Europa: un 74,4% de aplicación de iniciativas de RSC en España. Portugal y Andorra frente a una media de un 47,40% en los latinos. Y en un contexto general (la muestra incluye desde pymes y asociaciones a grandes firmas) se destaca cómo el 34% de las organizaciones han integrado criterios ASG (Ambientales, Sociales y de Gobierno) en su gestión, el 32% está en proceso y el 34% aún no lo han hecho.
La investigación señala que, en la actualidad, la RSC está fuertemente marcada por la preocupación medioambiental (40,1%), la ética (38,8%) e integridad (26,9%) de las organizaciones, tanto en grandes empresas, asociaciones y pymes. Y el cambio climático (24,5%), la crisis económica (24,5%) y la ciberseguridad (20,4%), se posicionan como los principales riesgos para las organizaciones de la Región en los próximos años.
May López, que subraya la importancia de que el ODS 7 (energía limpia y asequible) haya pasado de la posición 12 a la primera, incide también en la diferencia de regulaciones entre continentes para cohesionar la ruta hacia la inclusión y la sostenibilidad: «La exigencia regulatoria provoca cambios en los objetivos de producción y comercialización, así como en el ‘due diligence’, el reporting, etc. Y la información cobra cada vez mayor importancia, algo que influye tanto en los criterios para una inversión sostenible o para reforzar el compromiso social del consumidor».
Trabajo conjunto
Concienciación, por lo tanto, para todos, impulso de la formación a todos los niveles… Narciso Casado, secretario permanente del Consejo de Empresarios IberoamericanosCEIB (24 organizaciones), añade a estas variables la propia de