Las empresas exploran el futuro de la industria sanitaria en la microbiota intestinal
Una revolución en ciernes
Billones de microorganismos (bacterias, virus, hongos..) de miles de especies viven y conviven en nuestro cuerpo conformando un ecosistema único al que los científicos y empresas biotecnológicas, alimentarias y farmacéuticas quieren sacar partido. Están en la piel, en la boca, la garganta, en los intestinos... Esa microbiota, como así se denomina, y el estudio de sus genes y sus interacciones con el medio en el que habita (microbioma) es una nueva disciplina que puede revolucionar la medicina y la nutrición tal y como la conocemos. Muchos creen que será la fuente de la que afloren buena parte de los medicamentos del futuro para curar o tratar enfermedades, o mejorar la salud del paciente y servirá como indicador o como test para prevenir y diagnosticar patologías. Por ahora, los esfuerzos se centran, sobre todo, en estudiar a fondo la microbiota intestinal (lo que antes se conocía como flora), más rica y abundante.
Ya existen numerosos estudios que sugieren que la microbiota está relacionada con enfermedades neurodegenerativas, como el Parkinson o Alzheimer; psiquiátricas como la depresión y la ansiedad; también con la obesidad, con infecciones intestinales, enfermedades cardiovasculares e incluso con el cáncer. «La alteración de la microbiota se ha relacionado con más de 300 enfermedades de todo tipo. Por lo que su estudio nos va a ayudar no solo a conocer las causas de muchas de ellas sino también a poder instaurar terapias adecuadas», afirma Guillermo Álvarez, pre
Izquierda, congelador donde Microviable guarda la copia de seguridad de la microbiota de cada persona. Debajo, una cabina del laboratorio de esta empresa sidente de la Sociedad Española de Microbiota, Probióticos y Prebióticas (SEMiPyP).
Y eso es una realidad admitida por la comunidad científica. Los resultados de los ensayos clínicos más avanzados para lograr los primeros fármacos a partir de microbiota humana han despertado un gran interés más allá del laboratorio. De hecho varias ‘bio tech’ que se dedican a desarrollar tecnología y productos basados en esta nueva disciplina están empezando a establecer alianzas con grandes compañías. Por ejemplo, Nestlé Health Sciences ha inyectado más de 500 millones de dólares a la biotecnológica Seres Therapeutics para comercializar el que podría ser el primer medicamento basado en microbioma (para combatir una infección intestinal recurrente causada por la bacteria ‘Clostridium difficile’). La multinacional suiza también trabaja con la startup francesa Enterome con el fin de lograr otro producto de este tipo para tratar alergias alimentarias. Y la biofarmacéutica Ferring Pharmaceuticals ha adquirido Rebiotix, que también persigue el primer fármaco a partir de bacterias humanas contra la ‘Clostridium difficile’.
Sirva un dato más: el ClinicalTrials.gov, un registro de re
Las investigaciones sobre las posibilidades diagnósticas y terapéuticas de estos ecosistemas de microorganismos saltan desde el laboratorio al mercado
ferencia de la Biblioteca Nacional de Medicina de los EE.UU., recoge 3.758 ensayos clínicos en marcha en el mundo relacionados con microbiota. Los llevan a cabo hospitales, universidades, centros tecnológicos, institutos científicos y también empresas.
También españoles. «Nuestro país es pionero y goza de reconocido prestigio científico en el mundo de la microbiota. Son numerosos los centros de investigación públicos y privados, así como universidades, cuyas líneas de investigación son el microbioma humano y animal», asegura Álvarez. «Llevamos muchos años investigando para ver qué podemos modificar en la microbiota para tener más salud. Abre una oportunidad para nuevos tratamientos, para modular enfermedades y hacer diagnóstico precoz y prevención», indica Rosa del Campo, investigadora del Hospital Ramón y Cajal de Madrid. Su potencial es inmenso. De ahí que haya despertado el interés empresarial. La previsión de crecimiento del mercado de todas las aplicaciones del microbioma en sus distintas categorías (tecnologías, diagnóstico, terapias) es de un 31% anual para el periodo de 2023 a 2029, con predominio de las aplicaciones terapéuticas para humanos, según la consultora Markets and Markets.