El ‘yes, we can’ tecnológico para la asignatura pendiente del inglés
La fiebre emprendedora e inversora crece en torno a un negocio que alumbra una formación a la medida con soluciones como la IA y la realidad virtual
Cada año aparecen nuevas startups que innovan en la forma de aprender los idiomas. Es un subsector dentro de las llamadas ‘edtech’ que atrae inversión, genera empleo y negocio. «Se está viendo una gran evolución en este tipo de startups en los últimos cuatro años», afirma Félix López Capel, director de SEK Lab Edtech Accelerator. «Encontramos proyectos como el de Papua donde se ofrece una experiencia inmersiva usando realidad virtual», pone como ejemplo. «Las últimas iniciativas ya tienen que ver también con la IA gracias a la cual cada alumno aprende a su ritmo y puede ver su progreso», añade.
Por esta aceleradora han pasado ya 70 startups. «Vemos que las de enseñanza de idiomas tienen más peso entre todas las candidaturas que recibimos», matiza el director de este proyecto lanzado en 2016. Le sorprende que sigan apareciendo otras nuevas, pero «lo cierto es que el inglés es una materia pendiente en España, cuyo aprendizaje te va a ayudar a nivel profesional». Gracias a la IA «se puede hablar con un avatar en lugar que con una persona en cualquier lugar». Es una tecnología que «permite exponer tus dudas, hablas con tu profesor», puntualiza.
Félix López Capel resalta también el hecho de que los fondos extranjeros estén invirtiendo en empresas españolas de este nicho. «Las compañías nacidas en España tienen prestigio, técnicamente son muy potentes y su ambición es internacional», matiza. Cree que todavía hay espacio para más «si se hace un buen uso de la tecnología» y destaca la presencia de la gamificación entre las últimas propuestas.
Oferta personalizada
Una de las ventajas de estas plataformas y aplicaciones es que ofrecen una oferta que cubre los intereses de todo tipo de público, tanto de niños como de adultos, así como la vertiente de los negocios. Para los más pequeños una de las últimas propuestas del mercado es la de Great Little People, una aplicación educativa basada en el juego. Carlos y Javier, sus fundadores, dejaron a un lado el mundo de la aeronáutica y de las telecomunicaciones para seguir su vena emprendedora y crear dos escuelas infantiles de 0 a 3 años. Su experiencia en el terreno les permitió entender las necesidades que existían en la enseñanza del inglés y «empezamos a desarrollar nuestros propios materiales educativos, en físico, asociado a metodologías activas y lo empezamos a comercializar», cuenta Javier Lallana Sáinz, CEO de la compañía. El siguiente paso fue digitalizar todos los contenidos ya existentes. «Montar una app para niños, crear videojuegos, animación… no ha sido sencillo. Al pasar de lo físico a lo digital debes encajar con los modelos de negocio y con las suscripciones. Y debe ser muy intuitivo», reconoce. Los cuentos físicos se han convertido en karaokes, canciones y cuentos digitales donde los niños «pueden interactuar». Su experiencia en el ámbito de la tecnología e innovación les ha ayudado para democratizar el estudio del inglés entre los más pequeños.
Open English fue una de las primeras ‘edtech’ en la enseñanza del inglés, fundada en 2007 por los venezolanos Andrés Moreno y Wilmer Sarmiento. En 2020 aterrizaron en España con el propósito de crecer en todo el mercado europeo. La idea surgió cuando vieron que el estudio del inglés era una propuesta costosa para muchos, además de necesitar tiempo para desplazarte a la academia. A su vez, «el alumno necesitaba fluidez en el idioma para estar mejor preparado en la búsqueda de empleo», señala Andrés Moreno. Con una tecnología muy diferente a la actual lanzaron una revolucionaria plataforma en la cual profesores nativos dan clases grupales en donde se puede interaccionar. También están las aulas particulares.
«Hemos innovado mucho en cómo satisfacer la demanda», resalta el cofundador. Además de las clases se han creado programas que tienen un fin particular, «miles de horas de contenido interactivo». Cuentan con clases para niños y adultos y han diseñado Open English Business, para las compañías. «La tecnología permite agregar características específicas para las empresas. Por ejemplo, el gerente puede ver el avance de cada empleado y les puede motivar», matiza Moreno. Cuentan con un millón y medio de alumnos en el mundo y se muestran muy satisfechos con su llegada a España, «un mercado muy profundo, con necesidad de mejorar el inglés».
INTERÉS
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